Scaglia sobre el discurso de Milei: "Lo ideal sería un diálogo sin condicionamientos"
"Para el cambio hay dos caminos: o lo haces realmente con un diálogo constructivo y respetuoso, o lo haces con imposiciones. Y esas imposiciones a mí me llevan al kirchnerismo, donde se castigaba al que pensaba distinto", advirtió la vicegobernadora de Santa Fe.
Scaglia sobre el discurso de Milei: "Lo ideal sería un diálogo sin condicionamientos"
Para la vicegobernadora de Santa Fe, Gisella Scaglia, el discurso de Javier Milei ante el Congreso, careció de "propuestas concretas sobre el rumbo de la Argentina". De todos modos, consideró "rescatable y positivo" el llamado al diálogo. Aún así, aclaró – en diálogo con El Litoral- que dicha instancia debe ser sin condicionamientos ni imposiciones.
- ¿Qué le pareció el discurso?
- No hubo propuestas concretas sobre el rumbo de la Argentina; un plan. Creo que eso le ha faltado al discurso; un camino y marcar por dónde se va. Fue un discurso que empezó de una manera, si se quiere más agresiva, y después sorpresivamente nos invitó a un diálogo. Eso me parece rescatable y positivo, y lo valoro mucho. Creo que el diálogo al que convoca el presidente es de largo plazo, porque de acá al 25 de Mayo tenemos un tiempo largo, sobre todo en Argentina que tiene muchos y serios problemas y serios problemas. Ojalá hubiera sido una convocatoria también a dialogar antes, para terminar después en el pacto. Me parece que antes tiene que haber otro tipo de reuniones o encuentros entre el presidente y los gobernadores, y después hay que ver cómo se consolida o cómo se desarrolla esta idea. El presidente deja el diálogo atado a la votación de la ley (Bases). Uno tendría que ver de qué Ley Bases estamos hablando porque el presidente no hizo mención a eso.
- Por sus enunciados, pareció ser un presidente fiel a sus convicciones y en función de ello, aludir a la Ley Bases en sus términos originales...
- No quedó muy claro a qué versión de la ley aludía; si a la que ya tiene el Acuerdo Legislativo o a la original que planteaba retenciones y aumento de impuestos. No sabemos si es la Ley Bases con la mirada de las provincias, o qué manda nuevamente al Congreso. Porque sí es hoy una responsabilidad del Poder Ejecutivo volver a mandar una Ley al Congreso.
- Sí, obviamente, y si realmente el diálogo está atado a esa Ley. Eso fue lo que entendimos; a lo mejor malinterpretamos o se usó una expresión poco feliz. Lo ideal sería un diálogo sin condiciones, porque si no hay conversaciones en el medio, sería una imposición. Creo que debería haber más santafesinidad en todo; nosotros entendemos bien lo que es un diálogo abierto, respetuoso y constructivo. Somos una provincia que respeta siempre al que piensa distinto, y que busca unanimidad aun en temas muy complejos. Me parece que eso es lo que lo que importa al final del día; haber podido dialogar y no imponer ideas.
- ¿Se valora la convocatoria pero tampoco la provincia otorga un cheque en blanco?
- Bueno, es que nosotros en ese diálogo queremos también ir a plantear lo que es Santa Fe, porque puede ser el motor del cambio que el país necesita. A veces desde Santa Fe no se ve el potencial que tiene la provincia pero con el gobernador estamos convencidos de que tenemos que construir otro modelo de país, y que Santa Fe puede ser punta de lanza para ese otro modelo. Proponemos cuidar a los que trabajan y darles herramientas, pero también sacarles la pata de encima. Eso es lo que nos va a llevar al mejor camino, porque todos estamos de acuerdo con el cambio y en muchas de las cosas que dijo Milei. El tema es que hay dos caminos para hacerlo: o lo haces realmente con un diálogo constructivo y respetuoso, o lo haces con imposiciones. Y esas imposiciones a mí me llevan al kirchnerismo donde se castigaba al que pensaba distinto. Esto es lo que no nos sirve; uno puede tener puntos de acuerdo y puntos de desacuerdo, y que después las mayorías ganen. Pero eso tiene que ser una mesa de diálogo, y me gustaría que sea así, ya que le pusieron un nombre tan sentido para la historia argentina (Pacto de Mayo) y en una provincia tan sentida como es Córdoba. Espero que ese pacto tenga esas características; un diálogo de escucha y de mucho respeto y federalismo.
- ¿Será central qué apertura al diálogo se genera de parte de Nación en estos tres meses?
- Sí, y cómo de acá al 25 de mayo se acomoda la economía para hacerle o facilitarle un poquito más las cosas a la gente. Estamos atravesando una tormenta muy difícil que nos golpea a todos, pero que indudablemente siempre golpea más fuerte al que menos tiene. Las industrias están preocupadas porque muchas empiezan a suspender personal; hay comercios parados. Tres meses es mucho tiempo en un contexto tan difícil. Porque, además, no es que la Nación sola agarró un país quebrado; en las provincias pasa lo mismo. Hay que recomponer en todos lados. Creo que los gobernadores pueden ser buenos socios, en el bueno sentido, del presidente. Y que sepa que se puede hacer entre todos. Santa Fe tiene un gobernador que se ha puesto al frente de un tema muy grave como es el narcotráfico y eso creo que hoy no se valora en el plano nacional. Me preocuparía mucho que esas cosas no apareciesen porque hay mucha más gente que estaría dispuesta a acompañar un cambio profundo, si todos hacemos lo que tenemos que hacer. Aquí bajamos el gasto político, dimos de baja muchos contratos, tenemos una ley tributaria progresiva…
- Sin embargo días atrás el diputado Nicolás Mayoraz (LLA) dijo que el gobernador debía definir de qué lado estaba y cuestionó que el gasto público no se había bajado…
- Eso no es verdad. Tengo una buena relación con Nicolás y lo invito a que venga a ver lo que estamos haciendo y lo que hicimos en la provincia. Decidimos cambiar algunas reglas de juego en la justicia, en lo tributario; y también decidimos que había gastos y programas en el Estado que no nos llevaban a ningún lugar. Entonces, sí hay reducción del gasto político y eso se ve. A veces pienso que para criticar a alguien se dice cualquier cosa sin saber, y no me gusta.