El gobierno argentino informó hoy que podrá recurrir a las reservas de gas natural licuado almacenado en la terminal de Escobar, retomar las importaciones a través de Chile o incrementar la provisión doméstica desde el sur del país, ante la alternativa que se interrumpa el suministro de gas natural desde Bolivia, producto de la crisis social e institucional del vecino país.
Así lo planteó esta tarde el Gobierno argentino a través de la empresa Integración Energética Argentina (IEASA), que comunicó que hasta el momento no se registró "ningún inconveniente en la importación de gas natural de parte de YPFB Yacimientos Petrolíferos Fiscales de Bolivia".
El seguimiento de la situación se realiza de manera coordinada entre la Secretaría de Energía, IEASA, el Ente Nacional Regulador del Gas (Enargas) y la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico (Cammesa), de manera de poder dar rápida respuesta ante eventuales contigencias y minimizar su impacto en el sector energético.
La empresa del vecino país había comunicado que con motivo de "la creciente convulsión social" se registró la toma por parte de grupos de desconocidos del "campo Carrasco y estaciones de bombeo y compresión de hidrocarburos" y no se descartaba la posibilidad de "la toma de otras instalaciones de producción".
Por tal motivo, YPFB aseguró que se encontraba "trabajando para mitigar los efectos provicados por la situación actual" junto a las empresas YPFB Transporte, YPFB Transierra y Gas Transboliviano.
Ante la notificación, IEASA afirmó esta tarde que "por el momento no se ve afectación en el suministro" de gas proveniente desde Bolivia, aunque confirmó el alerta preventivo que realizaron las autoridades de la empresa estatal boliviana que alega "causal por fuerza mayor".
La actual de importación de gas natural desde Bolivia es de 10,5 millones de metros cúbicos por día (mm3/d), los cuales brindan suministro a los clientes del norte argentino, en especial a distribuidoras y generación eléctrica, volumen acordado durante la renegociación llevada adelante en febrero que permitió reducir los 18 mm3/d del contrato inicial.
A pesar de que el suministro se mantiene en firme desde Bolivia, IEASA aclaró que "si en algún momento se viera afectado el suministro, la empresa cuenta con un plan de contingencia elaborado para minimizar el impacto de una eventual disminución en los niveles de importación".
En esa sentido, la primera alternativa mencionada es apelar a la reserva de GNL almacenada en la Terminal de Escobar, la cual se encuentra sin operación dada la alta disponibilidad de gas nacional en verano y preparada la regasificación del stock listo para ser inyectado ante cualquier situación.
En los últimos años, IEASA realizó mejoras en la terminal de GNL que permitieron llevar la capacidad máxima de inyección de la terminal de 17 millones de metros cúbicos día a 22.2 millones de metros cúbicos de valor máximo de operación.
"Dicha terminal puede ser recargada con compras de GNL en caso de presentarse una contingencia que tuviese larga duración en el tiempo", precisó la compañía estatal.
La segunda alternativa es la importación de GNL a través de la Terminal Mejillones, en la costa pacífica chilena, la que desde 2016 tiene la posibilidad de exportar gas natural a la Argentina mediante el gasoducto NorAndino, suministro que también puede ser un aporte frente a contingencias.
IEASA planteó también que se puede recurrir a una mayor utilización de gas doméstico, en momentos en que el sistema cuenta con capacidad ociosa de transporte de gas desde el sur del país.