La renuncia de Elena Highton a la Corte Suprema de Justicia abre un nuevo frente para el Gobierno ante la necesidad de consensuar un nombre para su reemplazo que obtenga el visto bueno de los dos tercios del Senado, número que el oficialismo no tiene.
Elena Highton, de excelente vínculo con el presidente Alberto Fernández, le avisó previamente de su renuncia. "Se puede coincidir o no con sus fallos, pero es la mejor civilista y fue una gran jueza", dicen en el Gobierno. Fuentes de la Corte y del Gobierno coinciden en las razones de su salida. Está cansada de las internas en la Corte. La última elección de autoridades, que la corrió de la Vicepresidencia, terminó de empujarla en su decisión.
Y tal como ordena la Constitución Nacional, será ahora tarea del presidente Alberto Fernández designar su reemplazante siguiendo ciertos parámetros bien definidos. Entre ellos, garantizar la diversidad de género al interior del máximo tribunal. Por ello Highton de Nolasco deberá se reemplazada por una mujer. Desde la administración Fernández también adelantaron que el reemplazo de Highton "tiene que ser una mujer" para no atentar más con el ya desbalanceado cupo de género en la Corte. Se descuenta que la candidatura se elevará tras las elecciones del 14 de noviembre y antes del recambio legislativo.
Desde el Gobierno aseguran que se tratará de un "perfil moderado". La traba en el Congreso de las principales leyes judiciales del Frente de Todos -elección del Procurador, reforma judicial y reforma del Ministerio Público- y el resultado adverso de las PASO dejan en claro que deberán negociar con la oposición para poder completar la vacante.