Sigue la polémica en torno a la presencia de Mohsen Rezai en el acto de asunción de Daniel Ortega a un nuevo mandato en Nicaragua. El iraní está acusado como autor intelectural del atentado a la AMIA y participó de la asunción junto a otros polémicos líderes como Nicolás Maduro (Venezuela) y Miguel Díaz Canel (Cuba) y el embajador argentino en Managua, Daniel Capitanich.
Tras un escueto comunicado de prensa de Cancillería, este jueves fue la portavoz del gobierno quien salió a hablar sobre el tema que generó indignación y preocupación en la opinión pública, sobre todo en la embajada de Israel en Argentina, en la propia AMIA y en la oposición política al gobierno de Alberto Fernández.
"Los servicios de inteligencia de la Argentina no tienen injerencia en lo que sucede en Nicaragua, entonces era difícil de prever o de saber que esta situación iba a suceder", explicó esta mañana Cerruti en una conferencia de prensa en Casa Rosada.
En ese marco, la portavoz sumó que "en todo caso habría que preguntarle a Interpol por qué no se enteró que iba a estar ahí (Rezai) o por que no llevó adelante la detención que tenía que llevar adelante".
"Entendemos que correspondía más a Interpol que a los servicios de inteligencia de Argentina resolver esa situación", definió Cerruti.
Y precisó que el embajador Capitanich "no conocía la cara de esta persona (del iraní), no estuvo en la misma habitación, no sabía que había sido invitado y efectivamente, como todos ustedes (la prensa), se enteró al día siguiente por la publicación de algunos diarios".
Cabe señalar que sobre Mohsen Rezai pesa una alerta roja de Interpol para ser detenido e investigado por el atentado a la Amia en Argentina.