El gobierno argentino se manifestó "decepcionado" por la declaración que emitieron este lunes tres grupos de tenedores de deuda en contra de la propuesta de reestructuración, al tiempo que se mostró dispuesto a aceptar iniciativas "específicas de los acreedores que pasen la prueba del sentido común", en la que se respeten la sostenibilidad del pago de los compromisos y las complicaciones surgidas a raíz de la pandemia de coronavirus.
En un comunicado, el Ministerio de Economía se manifestó "decepcionado" y salió así al cruce de una nota de prensa emitida de manera conjunta por tres grupos de acreedores del país que esta mañana rechazaron la propuesta argentina.
"El Gobierno de Argentina ha revisado y está decepcionado con la declaración del día de hoy por parte de tres grupos de acreedores. Mucho puede cambiar en el transcurso de una semana. Tenemos la esperanza de que nuestros acreedores reconozcan que, especialmente a raíz de la crisis del COVID-19, Argentina no puede pagar más",expresó el texto oficial.
Asimismo, el gobierno remarcó que "hemos publicado nuestro análisis de sostenibilidad de la deuda y se encuentra alineado con el del Fondo Monetario Internacional".
"Si los tenedores de bonos tienen un enfoque diferente que se adecúe a esas limitaciones, deberían presentar una propuesta específica. El Gobierno argentino permanece dispuesto a escuchar y tratar de encontrar un denominador común; pero cualquier propuesta debe pasar primero la prueba del sentido común", consideró.
Este lunes por la mañana, tres grupos de acreedores se reunieron y emitieron un comunicado conjunto para rechazar la oferta del gobierno argentino, que vence el próximo 8 de mayo., y que "reiterararon" su posición individual expresada en los últimos días.
Asimismo, buscaron "dejar en claro que no pueden respaldar la oferta de intercambio recientemente anunciada por la República, y no entregarán sus bonos en dicha oferta, porque, entre otras razones, los términos requieren que los tenedores de bonos argentinos sufran pérdidas desproporcionadas que no son justificadas ni necesarias".
Argumentaron, sin embargo, que están "preparados para discutir constructivamente con Argentina cuando su gobierno esté listo para hacerlo, con el objetivo común de encontrar una solución viable a los desafíos financieros actuales de la República".
Estos tres grupos representan a los grandes fondos de mercados emergentes como Monarch Capital, HBK Capital Management, BlackRock, Ashmore y Fidelity, muchos de los cuales litigaron en contra del país en el pasado.
Este lunes por la tarde, uno de esos grupos, el Exchange Bondholder Group, que dice representar más del 15% de los bonos del canje emitidos entre 2005 y 2010 con un volumen de alrededor de US.000 millones, brindó una videoconferencia para inversores de su grupo.
En ese marco recomendaron "no ingresar al canje, como la mejor forma de evitar futuros litigios y negociar", según expresó uno de los representantes, Dennis Hranitzky, de Quinn & Sullivan, (y ex abogado asesor del fondo Elliott).
En la videoconferencia también disertaron Thomas Moatti del fondo londinense Pharo Management, y Pijus Virketis de HBK Europe Management, que como novedad, revelaron que los inversores se mostrarían dispuestos a considerar en una negociación una especide "liquidity relief" (alivio de liquidez), debido al impacto del Coronavirus, al estilo del pacto apoyado por el G20 para los países pobres.
"Los tenedores de bonos estamos listos para proveer a Argentina con un alivio de liquidez de corto plazo para hacer frente a la crisis del Covid-19", dijeron a modo de concesión.
Al fundamentar su rechazo, dijeron que "la oferta significará una quita de más de 85.000 millones de dólares" esbozados por el FMI en el peor escenario en su informe de sostenibilidad de la Argentina, según sus cálculos.
A lo que sumaron que la oferta "tal como está hoy" carece de warrants y otros alicientes, como los cupones atados al PBI, como los que se emitieron en el canje de 2005.
Al mismo tiempo, advirtieron que si los inversores quisieran ingresar para la oferta del 8 de mayo, deberían "hacerlo muy rápido, a más tardar mañana martes, para poder procesar la aceptación" en los tiempos requeridos.
Y otro punto que resaltaron es que quienes tengan bonos del 2005 y 2010 y quieran ingresar al canje, verán reducidos sus beneficios legales, al aceptar un bono que tendrá una nueva legislación vigente a partir de 2016, que entre otras cosas, reduce el lapso de tiempo, de 10 a 5 años, en que un bonista podría demandar al país ante tribunales internacionales en caso de incumplimiento, entre otros puntos.
Hranitzky, quien se hizo popular entre los abogados litigantes cuando logró embargar temporariamente la Fragata Libertad en el país africano de Ghana, en 2012, aseguró que el estudio que representa "busca evitar el litigio y encontrar una solución" y que "no participa en ningún litigio contra la Argentina".