El Gobierno nacional comunicó el despido del Interventor de Yacimientos Carboníferos Río Turbio (YCRT), Thierry Decoud, investigado por presunto pedido de coimas.
La decisión fue informada por el vocero presidencial. “Donde el Presidente detecta que no hay una transparencia absoluta en la gestión, siempre va a hacer a un lado al responsable”, sostuvo Adorni.
El Gobierno nacional comunicó el despido del Interventor de Yacimientos Carboníferos Río Turbio (YCRT), Thierry Decoud, investigado por presunto pedido de coimas.
El vocero presidencial, Manuel Adorni, reveló en la habitual conferencia de prensa: “El Presidente de la Nación tomó la decisión de despedir al interventor”.
En la misma línea, aclaró que la decisión responde a la causa por la que se investiga al exfuncionario que había sido designado por el propio libertario en febrero de este año.
“Donde el Presidente detecta que no hay una transparencia absoluta en la gestión, siempre va a hacer a un lado al responsable”, explicó el vocero.
Además, aclaró: “No porque efectivamente sea responsable, sino porque quiere que todo se lleve adelante con total transparencia, así que mientras se aclaren los hechos ha tomado la decisión de despedir”.
En los últimos días, YCRT, la empresa estatal argentina que opera en la región patagónica, se vio envuelta en un nuevo escándalo que involucra un fallido acuerdo de venta de carbón.
La empresa israelí TEGI Limited había propuesto la compra de 30.000 toneladas de carbón de baja calidad por un valor cercano a los US$2.1 millones. Sin embargo, la operación se habría detenido tras un supuesto pedido de dinero realizado por intermediarios vinculados a la negociación.
La denuncia la realizó el gobierno de Santa Cruz, a cargo de Claudio Vidal, a raíz de un presunto pedido de coimas de dos intermediarios entre la minera y la empresa Tegi Limited.
En el marco de la investigación, se viralizaron una serie de audios entre los brokers Andrés Gross y Alejandro Salemme, con de Juan Agustín Yarke Ariet, representante de TEGI Limited.
“Los puse en contacto, dicen que no avanzarán, 2 meses después mandan una orden de compra y no me avisan. Ponete en mi lugar, no importa con quién hablé ni cómo y menos por teléfono. Si yo no tuviera este poder en este negocio no estaría al tanto de la oferta. No tengo nada que ver con la empresa, soy un facilitador de negocios. Si quieren que suceda, vayamos todos para el mismo lado. Puedo hacer que esto se cierre”, se lo escuchó decir a Gross.
Por su parte, Yarke Ariet planteó: “No tengo margen para aportar más contribuciones marginales porque estoy rematando un producto que estoy comprando por obligación, considero que no está en las condiciones óptimas”.
“Nosotros no solemos proceder de esta forma, me llama la atención que una empresa estatal divulgue información a una persona de reventa para que después venga a decirme 'si no estoy en el negocio esto no se cierra'. Pensémoslo, esto no me parece amigable. Pero la decisión la toma el presidente de mi compañía. Tengo capacidad de veto pero no la voy a usar, quiero ver cómo sacamos el negocio adelante”, concluyó.