Pese a mostrarse abierto a las negociaciones, el Gobierno se mantiene inflexible con varios sectores
El viaje del presidente en días con conflictos internos en el partido, el AMBA sin colectivos y la determinación de la CGT de un paro general en mayo, más las críticas a las subas de las prepagas y la espera por el índice de inflación de marzo.
Pese a mostrarse abierto a las negociaciones, el Gobierno se mantiene inflexible con varios sectores
En una de las semanas más complejas para la administración de La Libertad Avanza, Javier Milei partió rumbo a Miami para recibir una distinción de la comunidad judía local junto a su hermana, la secretaria General de la Presidencia Karina Milei. También en EEUU se encontró con el titular del BID, Ilan Golfajn y el magnate estadounidense Elon Musk. Previa escala en Francia, el jefe de Estado argentino se subirá como copiloto a uno de los 24 aviones caza F-16 que le dona al país el reino de Dinamarca para retornar a Ezeiza el miércoles que viene.
Mientras tanto, en Buenos Aires las amenazas de paro de la CGT hicieron que la estrategia de Guillermo Francos (Interior), Nicolás Posse (Jefe de Gabinete) y Santiago Caputo (asesor presidencial) fuera convocar a los denominados “Gordos” a la Casa Rosada. Un encuentro que generó muchas expectativas y del que no surgió mucho en favor de los gremialistas. Tanto Hugo Moyano (Camioneros), Héctor Daer (Sanidad), José Luis Lingeri (Obras Sanitarias), Gerardo Martínez (UOCRA) y Carlos Acuña de los Estacioneros, entre otros, recibieron por respuesta a sus reclamos, que la administración central no va a homologar ninguna paritaria por arriba de la inflación.
La visión que dejó el extenso cónclave en los operadores gubernamentales –que duró tres horas- es que “ellos están bastante divididos” y “no creemos que vayan a la huelga”. Sin embargo, a las pocas horas, el Consejo Directivo de la Confederación General del Trabajo definió una medida de fuerza nacional para el próximo jueves 9 de mayo, y antes, el 1/05, una movilización. El Gobierno dejará hacer; “la mala imagen la tienen ellos”, aseveró uno de los principales hombres de Milei. Extraoficialmente, y para que circule a la prensa, voces oficiales declararon poco después que “está bien, es legítimo, el sindicalismo tiene que representar a sus trabajadores”. La lectura que hace LLA, es que los gremialistas caerán en su propia trampa, la de potenciar el rechazo que tienen en la sociedad.
Martín Menem fue uno de los protagonistas de la semana.
El otro de los dilemas que tuvo que afrontar el oficialismo fue la virtual división de su bloque en la Cámara baja, debido a que, pese a la bendición del propio primer mandatario, la legisladora Marcela Pagano fue deslegitimada como titular de la Comisión de Juicio Político. Esto generó la salida de Oscar Zago de la presidencia del bloque libertario y el ingreso en su lugar de Gabriel Bornoroni. El vocero Manuel Adorni le dijo a El Litoral que “todo está conforme y dentro del reglamento”, y agregó que “el presidente de la Cámara, Martín Menem, ha hecho lo que consideró correcto. Marcela Pagano nunca fue presidenta de la comisión”, advirtió, pese a las voces disonantes de la oposición y hasta algunas del mismo oficialismo.
Zago quedó dolido y amaga con dejar el espacio o conformar un interbloque -si LLA acepta- con sus otros dos diputados que pertenecen al MID. “Si vamos a ser más de lo mismo, y nos vamos a cagar en todas las normas y reglas que hay, háganlo, conmigo no”, manifestó el ex jefe de la bancada libertaria. En el contexto del nuevo debate parlamentario que se viene en torno a la ley bases, reforma laboral y paquete fiscal, en la sede del Poder Ejecutivo afirmaron: “Zago no es Máximo Kirchner, que renunció a la bancada y después votó en contra de su espacio cuando se trató en acuerdo con el FMI”. En Balcarce 50, más allá de todo, lo consideran todavía encolumnado detrás del presidente. “¿Qué otra le queda?”, aseveró una fuente cercana a la jefatura de Gabinete.
Los hombres más influyentes del poder en Casa de Gobierno, dejaron en claro -y puertas adentro- que no iban a ejecutar ninguna acción contra el paro del transporte en la zona del AMBA. “Vamos a dejar que los gremios se expongan, la gente está cansada y cada vez que la dejan de a pie los desprecia más”, argumentó un colaborador ministerial que se adelantó a la no injerencia de la Secretaría de Trabajo que conduce, Julio Cordero, quien descartó llamar a conciliación obligatoria, porque desde esa cartera se comunicó que “la Nación ya pagó todos los subsidios que le corresponden”.
Otro tema en el que el Gobierno -a través del Palacio de Hacienda- se ha mostrado inflexible en las últimas horas, es en la cuestión de la suba de las prepagas. Luego de las críticas al sector que hizo el ministro de Economía Luis Caputo, él mismo se encargó de negar una reunión a los empresarios, que se enteraron por la prensa que serán denunciados en “Defensa de la Competencia” por posible cartelización. Por ahora los contactos están cortados entre las partes y en Yrigoyen 250 aguardan que la decisión tenga resultados parecidos a los que -infiere el equipo económico- se obtuvieron en la desaceleración de remarcaciones en los supermercados.
El promedio del 10 por ciento de inflación que promedió el jefe de la cartera para el pasado mes de marzo es el ancla en la que Casa Rosada prevé pasar a un digito en el IPC y a una probable liberación del cepo en junio o julio, siempre bajo la reiterada y severa consigna que reza: “El déficit cero no se negocia con nadie”.