El Gobierno nacional decidió postergar los aumentos de tarifas de gas y electricidad, y la actualización del impuesto a los combustibles que tendrían que verse automáticamente aplicadas a partir de este miércoles primero de mayo.
El Ministerio de Economía dejó trascender que aplazará las subas automáticas que a partir de este miércoles tenían que comenzar a regir en las tarifas energéticas y la actualización del impuesto a los combustibles.
El Gobierno nacional decidió postergar los aumentos de tarifas de gas y electricidad, y la actualización del impuesto a los combustibles que tendrían que verse automáticamente aplicadas a partir de este miércoles primero de mayo.
La decisión partió del Ministerio de Economía con la perspectiva de consolidar la baja de la inflación que, de acuerdo a las estimaciones de consultoras privadas, en abril habría vuelto a ser de un dígito mensual en torno al 8 o 9%.
La postergación abarca a la indexación mensual que había definido la Secretaría de Energía, que conduce Eduardo Rodríguez Chirillo, para evitar un retraso en términos reales de los ingresos de las empresas distribuidoras y transportistas. De igual forma sucederá con la actualización del impuesto a los combustibles del 8% que se evaluaba dividir en dos tramos.
A partir de este miércoles debía empezar a regir la fórmula de actualización mensual de las tarifas. Sin embargo, los entes reguladores de ambos servicios, Enargas y ENRE, respectivamente, no publicaron los nuevos cuadros tarifarios a la espera de una definición de Economía.
Por la noche de este martes, la administración libertaria dejó trascender a los medios de comunicación que publicará un Decreto en el Boletín Oficial, a través del cual se diferirá la fecha en la que tendrá efecto la actualización correspondiente.
Los entes reguladores ya tienen calculado cuánto sería la suba que le correspondería a las empresas: 10,69% para las distribuidoras eléctricas, 12,5% para las distribuidoras de gas y 12% para las transportistas de gas.
Economía debía definir si avanzaba con una quita de subsidios para los sectores de ingresos bajos (N2) y medios (N3) en gas y electricidad; si aumentaba el costo que pagan los comercios, industrias y hogares de ingresos altos, y si autorizaba el ajuste mensual de tarifas para las empresas.
Al final, nada de esos sucederá y todo continuará como estaba o peor, ya que la inflación y la devaluación mensual se mantiene al ritmo del 7% y 2% mensual y cada vez más los usuarios residenciales de ingresos bajos y medios demandan más subsidios.
En cuanto a los combustibles, a partir de la norma que se publicará en el Boletín Oficial, el Gobierno definió diferir la actualización correspondiente al cuarto trimestre de 2023 de los Impuestos sobre los Combustibles y al Dióxido de Carbono para la nafta sin plomo, la nafta virgen y el gasoil, al 1° de junio de 2024.
De esta manera, la medida garantiza previsibilidad al sector y establece que no habrá incremento alguno, por dichos conceptos, en mayo.