El presidente de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, Horacio Rosatti, dejó en claro que la adopción del dólar en reemplazo de la moneda nacional, propuesta formulada por el candidato presidencial Javier Milei, es “inconstititucional”.
El presidente de la Corte sostuvo que así surge expresamente de una cláusula incorporada a la Carta Magna en la reforma de 1994, en la que participó. La curiosa analogía con Julia Roberts.
El presidente de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, Horacio Rosatti, dejó en claro que la adopción del dólar en reemplazo de la moneda nacional, propuesta formulada por el candidato presidencial Javier Milei, es “inconstititucional”.
La postura del magistrado se apoya en la letra de la Constitución Nacional, tal como quedó redactada en 1994, y ya constaba en su Tratado de Derecho Constitucional. Ahora lo expresó de manera categórica en una entrevista publicada por el periódico español El País, realizada por el periodista Martín Sivak.
En su tratado, Rosatti había abordado la cuestión “Inconstitucionalidad de la adopción de una moneda extranjera como moneda nacional. ¿Podría el Estado argentino adoptar como propia moneda nacional una moneda extranjera? Constitucionalmente, esta posibilidad está vedada por los siguientes motivos: porque se trataría de una moneda que no podría emitir el Estado nacional… y porque se trataría de una moneda cuyo valor no podría ser fijado por el Estado Nacional”.
Ahora, el jurista santafesino trajo a colación que “yo estuve en la comisión de redacción de la reforma Constitucional del ‘94 y es una cláusula que incorporamos ahí. ¿Qué dice la cláusula? Impone al Congreso defender el valor de la moneda. O sea, claramente, tenemos que tener una moneda. Esto no significa que no pueda haber otras, pero una moneda hay que tener”.
A los fines de ilustrar el concepto, Rosatti (en su doble condición de docente universitario y ferviente cinéfilo), utilizó una llamativa analogía: “Cuando veo este tema en Derecho constitucional, siempre digo a mis alumnos: una cosa es que a mí me guste Julia Roberts y otra cosa es que yo le guste a Julia Roberts. Las monedas tienen un respaldo en la economía de cada país. Yo no la puedo emitir a Julia Roberts. Yo puedo emitir a Horacio Rosatti. ¿Y cómo voy a hacer? Tengo que defender el valor de mi moneda. Ahora, si en la defensa del valor de la moneda la estrategia es vincularla a otra, es hacer una moneda flotante, es tener una canasta de monedas, ya son decisiones políticas. En las decisiones políticas la Justicia no podría intervenir. Sí podría intervenir si dicen ‘acá no hay moneda’ ”.
Para que no queden dudas, puntualizó que la moneda de un país es “la que emite: puede ser peso o patacón o lo que sea. Si una dolarización elimina la moneda argentina es inconstitucional. Si abandono una moneda y me voy enteramente a la otra es un camino que, para mí, es inconstitucional”.
Al ser consultado específicamente sobre la propuesta de Javier Milei, si bien en rigor el libertario ahora la distribuye entre distintas alternativas o modalidades posibles, Rosatti advirtió que, en cualquier caso, “todos los candidatos deberían leer la Constitución. Esto es la letra de la Constitución, no es mi interpretación rebuscada, retorcida. Insisto, puede haber mil implementaciones de economistas sobre el tema. Hay que tener una moneda que se emita en la Argentina. Yo no puedo regular el valor de la moneda de otro país. Esa fantasía hay que terminarla. Se ha planteado un debate así, maniqueo, al estilo argentino, el todo o nada. Dolarización sí, dolarización, no. Hablo de la Constitución, hablo de lo que ya escribí, hablo de los fallos que ya firmé sobre este tema.
“Yo por dolarización puedo entender, por lo que estoy percibiendo, dos cosas. Una es en sentido estricto la dolarización. Me paso de una moneda a la otra. Yo no puedo defender la moneda de Estados Unidos, está claro eso, porque no tengo los resortes, porque no puedo emitir, porque no puedo regular la base monetaria. Hay cosas que sí se pueden y ya se han hecho. Ligar el valor de una moneda, la propia, a una moneda extranjera, o a un conjunto de monedas”, añadió.
El presidente de la Corte admitió que ese concepto podría aplicarse, por ejemplo, a lo que fue en su momento la ley de Convertibilidad. En un caso como ese, “Argentina dice ‘uno a uno el peso con el dólar’, no es que Estados Unidos diga ‘un dólar vale un peso argentino’. Entonces me parece que cuando se habla de esto, y esto con todo el respeto hacia la política y hacia los economistas, pero esto es la Constitución y la Constitución nos rige a todos, al economista, al político, al juez. Cuando uno dice dolarización me parece que habría que ser un poco más preciso y decir ‘¿qué querés decir con esto?’”.
Rosatti se refirió también a su alocución en un evento de la Cámara de Comercio de Estados Unidos en Argentina, fuertemente criticada desde el gobierno, donde habló de la emisión indiscriminada y su carácter inconstitucional.
“Si yo voy a defender el valor de la moneda, una forma de despreciarla es la emisión incontrolada. ¿Qué es incontrolada? Lo verán los técnicos en función de las necesidades, de la base económica, de las reservas, de lo que sea. La economía se guía mucho por la psicología, las expectativas, y a veces puedo no tener todo el dólar, las divisas en el Banco Central, pero si tengo expectativas me alcanza igual. Y a veces puedo tener todo y no me alcanza porque las expectativas no dan. Claramente, una emisión incontrolada no defiende el mandato constitucional de defender el valor de la moneda”, explicó.
En el curso de la entrevista, Rosatti reveló que no mantiene su afiliación al peronismo, y lo justificó en que “uno cuando empieza en la Justicia la tiene que cortar y además olvidarse de eso. Las veinte verdades ahora son la Constitución. La única foto que yo tengo en mi escritorio con un político es con Alfonsín, con quien compartí la Convención Constituyente de 1994, que fue el último acto político para lograr el consenso. Después de la Convención del ‘94, nunca vi una asamblea que reuniera tantas opiniones diferentes que terminaran jurando la misma Constitución”.
En otro tramo, el presidente de la Corte fue consultado sobre la afirmación de Mauricio Macri de que se había arrepentido de la designación. “Es el mejor elogio que le pueden hacer a un juez. Que digan ‘no votó como yo quería’. No quiero ironizar de ninguna manera”.
Del mismo modo, negó la remanida acusación de que haya aceptado asumir por decreto, tal como fue la intención del propio Macri en su momento. “Yo no asumí hasta que no tuve el acuerdo del Senado. Teníamos la decisión con Carlos Rosenkrantz (otro de los jueces) de no asumir si no teníamos el acuerdo del Senado. Nuestros pliegos fueron los más votados en la historia del Poder Judicial en Argentina, a nivel de Corte. Yo tuve sesenta votos del Senado sobre un total de setenta y dos”.
Sobre el proceso de juicio político contra la Corte que lleva adelante el kirchnerismo en la Cámara de Diputados, sostuvo que “no me corresponde opinar. El juicio político es una institución, está en la Constitución, es una atribución del Congreso”.
Y sobre las virulentas críticas al organismo de parte de Alberto Fernández, al abrir el período de sesiones ordinarias del Congreso, y con la presencia del propio Rosatti y Rosenkrantz, marcó que “todos los primeros de marzo hay que estar, porque nosotros representamos al Poder Judicial. Solamente habla el presidente. Está en su derecho de decir lo que quiera decir”.
Más allá de eso, ante la insistencia periodística, aclaró que “a mí lo único que me enerva es cuando se violenta la Constitución (…) A mí sólo me corren de la línea las desventuras que puedan tener mis afectos. Todo lo demás, no. No son momentos agradables, no voy a decir que me da lo mismo. No me da lo mismo. Pero a mi me pone más nervioso que Boca pierda la final de la Libertadores…”.
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