Antes de hacer cualquier comentario sobre la peor enfermedad que sufre nuestra Patria (dentro de todos los males que la aquejan), como lo es el exceso de impuestos, tasas y gravámenes, quisiera decir que para aquellos que producen y dan trabajo genuino, y honestamente quieren cumplir con los mas de 160 tributos o cargas existentes, directamente les resulta imposible dar cumplimiento a los mismos. Y en caso de hacerlo, corren el riesgo de tener que cerrar comercios e industrias, reducir la producción, o bien dar de baja dichos emprendimientos, disminuyendo bruscamente las fuentes de empleo.
Hay una formula muy simple, pero que no es la que aconsejan los profesionales que recomiendan mantener el pago de impuestos par no tener problemas con el fisco. Y esa fórmula es: "Menos impuestos-Mayor recaudación". Hoy en día, muchos profesionales que tienen el oficio de Contador Público Nacional (CPN), se esfuerzan en realidad para arreglar los números de cada empresa que representan, para intentar pagar menos cargas impositivas y -por ende- inducen a trabajar en "negro". Y al parecer, a la vista de la AFIP nada se detecta. En concreto: muchos ciudadanos trabajamos de una manera u otra en "negro", no cumpliendo con lo dispuesto impositivamente por ley.
La pregunta, a esta altura es la siguiente: ¿Por qué tenemos tantos impuestos? ¿Para recibir luego abundante aporte de parte del Estado? Pero si esto último no es lo real. Conclusión: frenamos la producción por la falta concreta de una rebaja en los impuestos y continuamos con la parálisis de crecimiento. Encima, se siente la presión de nuestro sistema impositivo excesivo y no crecemos; estamos naufragando. Pero la crisis económica tiene su origen: no desmantelar el sistema cómodo de recaudación del gobierno "unitario"; un sistema pensado solo para la ciudad de Buenos Aires y para su Área Metropolitana.
Antes de continuar aplicando este concepto "unitario" injusto, invito a federalizar los impuestos de la siguiente manera: que de lo recaudado en los bancos cuando se reciben los aportes impositivos, el 25% vaya al municipio que lo origina; el 35% a la provincia que corresponda; el 30% al gobierno nacional y el 10% que quede de reserva para pago de deuda. Con esto, creo, lograríamos que los gobiernos provinciales y municipales, que esperan los buenos oficios de un presidente para que reparta lo que es coparticipable, terminen recibiendo un reparto equitativo y legal.
Sabemos los esfuerzos que se están haciendo, pero el costo de la crisis debe ser equitativo. Hoy no lo es y la baja de la inflación como "Plan Macro" está costando sacrificios muy grandes, notorios, además de las pérdidas de fuentes de trabajo. Es necesario hacer un "Plan Micro", el que oportuna y modestamente propuse al presidente de la Nación a través de esta columna. En los gobiernos de turnos muchas veces existen muchos "técnicos" y pocos "lógicos". Por eso hablo simplemente de eliminar los gravámenes a todo lo que sea comestibles y combustibles, sumado a la quita de impuestos bancarios y que los de consumo de la microeconomía se rebajen un 40%, así los salarios volverían a tener mayor poder adquisitivo.
Aflojemos con la Capital Federal y el Gran Buenos Aires, que están siendo bancados por los consumidores del resto de la Argentina. Aflojemos con el "unitarismo" impositivo y recaudatorio; hagamos valer el concepto de Libertad de Comercio; dejemos de subsidiar a los "administradores" y "gestores" de la pobreza, aquellos que usan a los movimientos sociales partidarios, muchas veces ficticios o inventados, en desmedro de emprendedores reales y legítimos. Lógicamente, conozco la respuesta de quienes gobiernan y apoyo la gestión, pero, señor presidente, no cometa el error de querer "comerse" a los "chicos crudos". Trabajemos en libertad, como debe ser, pero equitativamente.
El enfoque de Argentina siempre ha sido mayoritariamente hacia la Capital Federal y el Gran Buenos Aires, pero la otra Argentina, la que conforma el resto del país, los que trabajamos y producimos para mantener a la "Argentina Mayoritaria", es posible. Para esa "Argentina Mayoritaria" nada alcanza y así estamos :matando a la Gallina de los Huevos de Oro. Y a esto el pueblo, es decir los ciudadanos del "interior", hace entre cuarenta y cincuenta años que lo sabemos y lo sufrimos. Necesitamos que nos aflojen la cincha.
La solución es bajar o eliminar impuestos; aplicar un solo valor del dólar, porque hoy con las monedas extranjeras pasa exactamente igual que con el anterior gobierno. Somos muchos los que creímos, pero se aplica el mismo esquema que cuando estaban Alberto Fernández y Sergio Massa. Por eso, como siempre, para despedirme les digo: ¡Me duele la Patria!