Antes de convertirse en presidente de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, Horacio Rosatti desarrolló una carrera política, judicial y académica siempre ascendente, aunque no exenta de matices e interregnos.
Antes de convertirse en presidente de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, Horacio Rosatti desarrolló una carrera política, judicial y académica siempre ascendente, aunque no exenta de matices e interregnos.
Desde la Corte suscribió fallos que contradijeron planteos de Amado Boudou y de Milagros Sala, y recientemente otros que generaron críticas de Mauricio Macri (quien lo propuso para el cargo) por ser supuestamente “anticapitalistas” (uno en perjuicio de la petrolera Esso y otro de Molinos). Como juez y como jurista, sostiene el criterio de que los magistrados sí deben pagar Impuesto a las Ganancias y propicia el juicio por jurados.
Y así como fue funcionario municipal, provincial y nacional, incluyendo los cargos de intendente de Santa Fe, secretario general de la Gobernación, convencional constituyente, Procurador del Tesoro Nacional y ministro de Justicia de la Nación, hubo etapas de su trayectoria que lo encontraron apartado de la política y dedicado a la vida universitaria y a la escritura, hasta llegar a ocupar su lugar en la Corte Suprema de Justicia de la Nación, a partir de 2016.
Fanático de Boca Juniors (escribió una historia del club en 4 tomos y posee un impactante museo de elementos del equipo), de los policiales de enigma y de coleccionar artículos de las guerras mundiales, Rosatti nunca dejó de vivir en la ciudad de Santa Fe, y de desempeñarse en las dos grandes casas de estudios donde se cursan carreras jurídicas, la Universidad Nacional del Litoral, donde se recibió de abogado y escribano en 1976 (a los 20 años) y la Universidad Católica de Santa Fe, donde fue decano.
Nació en Santa Fe el 11 de agosto de 1956. Luego de sus estudios de grado, en 1986 se convirtió en doctor en Ciencias Jurídicas y Sociales, también por la UNL, al cabo de un cursado que compartió con Elisa Carrió. En 2004 recibió el título de magíster en Evaluación de Impacto y Gestión Ambiental en la UCSF.
En 1989 fue fiscal municipal, durante la gestión de Jorge Obeid. Luego en 1991, fue designado secretario de Gobierno, Cultura y Acción Social de la Municipalidad de Santa Fe. En 1993, ocupó el cargo de secretario general de la Gobernación, en el gabinete de Carlos Reutemann.
En 1994 fue elegido convencional constituyente y se desempeñó como vicepresidente de bloque del partido político mayoritario de la Convención (Partido Justicialista), en el que estaban entre otros Néstor Kirchner y Cristina Fernández, y el hoy también ministro de la Corte, Juan Carlos Maqueda. Integró la Comisión de Redacción, encargada de escribir el texto definitivo de la reforma.
En 1995 fue elegido intendente de Santa Fe. En su mandato se construyeron nuevos espacios recreativos, tales como la Costanera Este, El Paseo de las Dos Culturas y las primeras ciclovías de la ciudad. También se comenzó a trabajar en el relleno sanitario.
En 2003,luego de un segundo paso por la gestión provincial como secretario de Asuntos Legislativos, fue designado procurador del Tesoro de la Nación, función desde la cual le tocó asumir la defensa jurídica del Estado argentino frente a las demandas tramitadas por inversores extranjeros ante tribunales arbitrales internacionales luego de la crisis económica de 2001 (con el actual procurador de la Corte santafesina, Jorge Barraguirre, en el equipo).
De entonces data su argumentación en el sentido de que los laudos arbitrales emitidos por tribunales ad hoc no podían prevalecer sobre la Constitución Nacional y que los tribunales nacionales estaban habilitados para revisar tales decisiones si contrariaban los principios del derecho público nacional. Esa postulación, publicada en artículos y posteriormente en su libro “Estado y globalización, pasó a ser conocida como “doctrina Rosatti” y blandida desde entonces por la Argentina en los foros internacionales para hacer frente a las demandas generadas en el marco de la crisis de 2001.
Se mantuvo en el cargo de procurador del Tesoro hasta 2004, cuando es designado por el presidente Néstor Kirchner como ministro de Justicia, tras la renuncia de Gustavo Béliz. Pero en 2005 renunció, en desacuerdo con una licitación para la construcción de cárceles. Luego de eso tomó distancia del kirchnerismo, e incluso se negó a ser candidato a diputado nacional.
Llegó a la Corte junto a Carlos Ronsenkrantz a través de un cuestionado decreto de Mauricio Macri de diciembre de 2015, a pocos días de asumir. Aunque muchos detractores siguen poniendo énfasis en la irregularidad de origen de la designación, lo cierto es que la propuesta también fue girada al Senado y ambos nombramientos fueron aprobados en junio de 2016, en el caso de Rosatti por 60 votos contra 10.
Entre 1999 y 2002 fue decano de la Facultad de Derecho de la Universidad Católica de Santa Fe.
En la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales de la Universidad Nacional del Litoral es profesor titular de las materias Derecho Constitucional y de Derecho Público Provincial y Municipal, y en la Universidad Católica de Santa Fe de Derecho público. En la Maestría de Derecho Administrativo de la Universidad Austral de Buenos Aires es profesor titular de Derecho Público Municipal; y en la Maestría de Derecho Procesal de la Universidad Nacional de Rosario es profesor titular de Teoría del Estado. Es profesor titular de Derecho Público Provincial y Municipal Ambiental.
Es autor de numerosas obras en solitario y en colaboración. Entre ellas, un Tratado de Derecho Constitucional, otro de Derecho Municipal y un Diccionario Jurídico.
Entre otras muchas distinciones, recibió el premio Konex de Platino en Derecho Constitucional (2016) y en 2018 fue incorporado a la Academia Nacional de Ciencias Morales y Políticas.