El viernes 17 de mayo, el presidente Javier Milei inició una gira de cuatro días por Madrid sin actividades oficiales, pero con una cantidad de apariciones públicas que lo colocaron en el centro de atención. Pero nadie podía anticipar de qué manera.
En los últimos días, el presidente argentino generó fuertes repercusiones y hasta tensiones diplomáticas con España. Acusaciones, autoelogios, insultos y la negativa a pedir disculpas, en un compilado en video.
El viernes 17 de mayo, el presidente Javier Milei inició una gira de cuatro días por Madrid sin actividades oficiales, pero con una cantidad de apariciones públicas que lo colocaron en el centro de atención. Pero nadie podía anticipar de qué manera.
La primera actividad de su agenda fue el mismo día que aterrizó. En un acto organizado por el diario La Razón, propiedad del grupo editorial Planeta, presentó su libro El Camino del Libertario, un escrito de su autoría donde recorre los pasos previos a ocupar una banca en la Cámara de Diputados del Congreso Nacional.
Para comenzar el relato, Milei recuperó un dato ya conocido de su biografía, el haber sido arquero del Club Chacarita, y explicó de qué manera ese rol deportivo configuró parte de su personalidad. “El arquero se viste distinto que el resto de los jugadores, es el único que puede usar las manos por reglamento”, comentó y completó: “Eso tiene un efecto muy fuerte, digamos, sobre la personalidad, y hace que sea un tipo de carácter fuerte”. Fue una introducción inconciente para lo que vendría después.
Durante el fin de semana, en la cumbre organizada por el partido de ultraderecha Vox, Milei hizo muestra de su temperamento, argumentó en contra de los “socialistas” y los acusó de “asesinar a 150 millones de humanos”. Además, insistió en que sus ideas producen “gente atornillada al poder” y, en referencia a la “licencia” que se tomó su par español, Pedro Sánchez, a finales de abril para evaluar su continuidad al frente del Ejecutivo, afirmó: “Aún cuando tenga a la mujer corrupta, digamos, se ensucia, y se toma cinco días para pensarlo”. Fue la bomba que explotó.
Pero no fue todo. De regreso a la Argentina, en su primera entrevista después de iniciado el conflicto diplomático con España que derivó en la salida de la embajadora española en Buenos Aires, Milei reafirmó que no iba a disculparse con Sánchez. Lo acusó de “meterse abajo de la pollera de las mujeres” de su gobierno para agredirlo y, así, poder acusarlo de misógino. Por último, aseguró que el kirchnerismo coordinó el escándalo en España a través del ex presidente Alberto Fernández, a quien tildó de “asesor de Sánchez”. Y la historia continúa...
Este artículo fue originalmente publicado en RED/ACCIÓN y se republica bajo el programa Periodismo Humano.
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