Aún así, defendió el sistema de concesión para explotar el corredor. La provincia se hará cargo de la repavimentación.
Ivana Fux
Después de cinco meses de negociación, el gobierno provincial firmó la “extinción de común acuerdo” del contrato de concesión de la autopista Santa Fe-Rosario con la empresa Arssa. El 6 de julio, el ministro de Infraestructura José Garibay había anunciado la decisión política de finalizar anticipadamente el vínculo, ante el incumplimiento de uno de los requisitos esenciales del pliego: repavimentar la traza. El contrato preveía una concesión de diez años, pero se canceló exactamente en la mitad. La salida consensuada, que deberá ser refrendada por un decreto del gobernador, implica la celebración de un nuevo contrato transitorio por una concesión precaria de seis meses con posibilidad de prórroga por otros seis, y hasta tanto esté definida la nueva concesionaria. Durante ese lapso, Arssa permanecerá como operadora del corredor, aunque el peaje será administrado por la provincia. Ello implica que el excedente (entre dos y 5 millones de pesos mensuales) quedará para el Estado, pero también, que en meses de erogaciones salariales extraordinarias (diciembre, enero, febrero) y si los egresos superan a los ingresos, la empresa “facturará” la diferencia a la provincia, que girará los fondos. Durante esta concesión provisoria, la empresa queda eximida de ejecutar obras; esa responsabilidad la asume la provincia. Así, el Estado repavimentará el corredor para volver a dejar en el futuro su explotación en manos privadas.
El acuerdo
Los papeles se firmaron el viernes, antes de lo que algunos de los actores esperaban. Además de los empresarios, participaron Teresa Beren y Garibay. En diálogo con El Litoral, el ministro explicó el convenio.
“El acuerdo implica que Arssa mantiene la operación del sistema con el personal, con las tareas básicas administrativas, sin responsabilidad de hacer inversiones de mantenimiento. Nosotros asumimos la administración a través de Vialidad, y vamos a licitar la repavimentación de algún sector. Las obras de emergencia las hará la provincia a través de Arssa o de otra empresa, y el peaje lo administraremos nosotros”, reveló.
—¿Qué implica que la provincia administre el peaje?
—Que la empresa deberá rendir cuentas de lo que gastaron y de los ingresos que tuvieron. Y si hay un excedente lo toma la provincia. La provincia toma todo; ellos (Arssa) trabajan por cuenta y orden nuestra. Es el sistema de costos y costas. Lo que quede como ganancia se usará para algún bacheo de emergencia.
—¿Qué se prevé en términos de tarifas?¿Puede aumentar durante la transición?
—No está definido. Vamos paso a paso. Por ahora, queremos poner en marcha este esquema de operación de la autopista donde va a estar Vialidad y el concesionario, y lo otro que queremos largar cuanto antes, si se puede esta semana, es el llamado a licitación para la nueva concesión.
—La provincia se hará cargo de las obras. ¿Se proyecta una repavimentación completa o parcial?
—Tenemos que hacer ambas cosas. Primero ir bacheando los sectores más críticos y después empezamos a licitar por tramos para repavimentar en el corto plazo. La idea es en enero estar abriendo las ofertas para empezar a repavimentar unos treinta kilómetros. Vialidad está calificando por qué sector se comenzará; le hemos entregado a esa repartición la evaluación y gestión del corredor.
—¿Desde cuándo y hasta cuándo rige el contrato de concesión precaria?
—Desde que firme el decreto el gobernador aceptando el común acuerdo, y hasta tanto se haga el traspaso a los nuevos concesionarios. Esperemos que esto se dé en el menor tiempo posible.
—¿Qué pasó con la deuda que Arssa le reclamaba a la provincia?
—Ellos tienen derechos sobre distintas etapas en las que la tarifa no cubrió el PVP (pago por vehículo pasante). Son reclamos administrativos que están siendo evaluados y siguen su curso.
—¿El acuerdo impide iniciar acciones judiciales pero no renunciar a ese reclamo?
—Exactamente. Por el contrato general de concesión no pueden iniciar acciones legales, pero en el caso de la deuda, ya habían iniciado el reclamo administrativo y eso no se suspende.
—¿No es cuestionable que la provincia pague la repavimentación y cuando esté lista vuelva a entregar el corredor a manos privadas?
—Es un modelo de gestión que ha llevado adelante la Nación, y que prevé un operador que administre (el corredor) en términos de gestión de mantenimiento básico, cobro de peaje, seguridad, mientras el Estado con recursos propios o con el excedente del peaje o con créditos internacionales o extrapresupuestarios hace la inversión. Entendemos que todavía no están dadas las condiciones para que vengan capitales... Porque con este esquema, una concesión de peaje tiene final feliz con inversiones importantes del concesionario, si hay una empresa constructora, alguien que administre y un mercado de capitales a largo plazo y tasa baja al que pueda recurrir ese privado. Y eso hoy no está dado.
—¿La provincia no está en condiciones de tomar la administración del corredor, si en definitiva se hará cargo de las obras, que es lo más costoso?
—Son criterios. Sucede como en tantas cosas en que el Estado podría asumir tareas que hacen los privados. Hay una evaluación donde uno cree que va a ser más eficiente en la administración el privado que el Estado. Éste es el caso. Pero es opinable. Las dos alternativas se dan en diferentes puntos del país.
—¿El pliego de la futura concesión también exime al concesionario de la ejecución de obras?
—Sí. La provincia será responsable de lo que se haga y no se haga en materia de obras.
—¿Fracasó Arssa y fracasó el sistema de concesión?
—Sí, totalmente. Las causas son varias, pero el hecho concreto es que a cinco años de concesión, no tenemos la autopista repavimentada como pretendíamos.
—¿Cuál es la sanción para Arssa por ese incumplimiento?¿Dejar la concesión?
—Exacto, irse sin poder reclamar judicialmente.
—¿Arssa podrá participar de la licitación de las obras que se proyecten durante esta transición de seis meses?
—Arssa es una sociedad anónima creada para la concesión. Pero las empresas constructoras que la integran no han quedado sancionadas, por lo tanto, están en libertad de acción para competir.
—¿Y también podrían presentarse en la licitación de la futura concesión?
—Sí.
Tips de la concesión provisoria * Contrato por seis meses con posibilidad de prórroga por otros seis. * Ejecución de obras a cargo de la provincia. Arssa se responsabiliza del mantenimiento del corredor. * Esquema de costos y costas: Arssa rinde ingresos y egresos a la provincia, que se quedará con los excedentes. Si el saldo es deficitario (por ejemplo, en meses de gastos salariales extraordinarios), Arssa “facturará” la diferencia a la provincia, que girará los fondos. * Arssa no puede litigar, pero mantiene un reclamo administrativo contra la provincia por una deuda generada por obras no saldadas. * Las empresas constructoras que integran Arssa no fueron sancionadas, por lo tanto pueden presentarse en futuras licitaciones, incluso de la nueva concesión.
En cifras 3.000 millones
El dato Futura concesión