Viernes 24.8.2018
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José López, el ex secretario de Obras Públicas cuyo nombre se hizo célebre la madrugada del 14 de junio de 2016 cuando fue detenido en un convento de General Rodríguez, amplió este jueves su declaración como arrepentido en el marco de la causa que se inició a través de los cuadernos del chofer Oscar Centeno.
Si bien la mayor parte de sus dichos se mantiene en una absoluta reserva, fuentes de la investigación informaron que el ex funcionario aportó nuevos datos sobre el esquema de recaudación de coimas que estuvo vigente durante el kirchnerismo.
Particularmente, se centró en el circuito vinculado a las empresas adjudicatarias de obras públicas, sector que coordinó durante 12 años bajo la conducción del ministro de Planificación, Julio De Vido. Sus dichos coincidieron con las confesiones realizadas por el ex presidente de la Cámara de la Construcción, Carlos Wagner, quien esta tarde también se presentó ante el juez Claudio Bonadio para ampliar su indagatoria.
En su exposición, López dio más explicaciones sobre la madrugada que fue detenido con los bolsos en General Rodríguez. En el juicio oral por enriquecimiento lícito que enfrenta, la semana pasada había dicho que la plata era de “personas de la política”. El fiscal Carlos Stornelli y el magistrado que instruye la causa buscan más precisiones sobre el origen de los billetes.
Cerca de las 15, López abandonó los tribunales de Comodoro Py fuertemente custodiado. Se fue al lugar secreto en el que está detenido desde que pidió ingresar al programa de protección de testigos e imputados que se encuentra bajo la órbita del Ministerio de Justicia. Tras sus dichos, se prevé que el juez Claudio Bonadio homologue el acuerdo y se transforme oficialmente en arrepentido.
Casi a la par, en el cuarto piso del edificio judicial de Retiro estuvo el financista Ernesto Clarens, quien conoce a la perfección la ruta del dinero negro que ingresaba al arbitrio del matrimonio Kirchner. Tras una ardua exposición, Bonadio decidió dejarlo en libertad. Hubo momentos tensos porque el ejecutivo se negaba a dar los detalles que los investigadores le requerían. Es probable que también quede homologado su acuerdo como arrepentido antes de que termine la jornada judicial del jueves.
Otero y dos cajas fuertes
Por otra parte, Néstor Otero el empresario dueño de la concesión de la Terminal de Ómnibus negó los cargos en su contra como partícipe de la asociación ilícita y su abogado, Andrés Casas pidió la prisión domiciliaria atento a su edad, 79 años y su cuadro de salud.
Mientras, en un allanamiento realizado en su casa, la Policía Federal encontró dos cajas fuertes. Al no contar con la contraseña obtuvieron la autorización para romperlas.
Al no obtener la excarcelación, Otero -el concesionario de la Terminal de Retiro- regresó al penal de Marcos Paz .
El empresario ya tiene otros expedientes en la justicia Federal: fue encontrado responsable de haber pagado dádivas al ex secretario de Transporte Ricardo Jaime, a quien le abonaba el alquiler del apartamento en el que vivía el ex funcionario K.
En este nuevo expediente de sobornos K, Otero quedó vinculado al figurar en los cuadernos de Oscar Centeno: el 3 de junio de 2015, siempre según las anotaciones del chofer arrepentido, le habría entregado a Nelson Lazarte -ex secretario de Roberto Baratta-, 250.000 dólares. El pago, de acuerdo con la acusación, habría sido en efectivo en las oficinas de Retiro.
Ante la imputación en su contra como “partícipe necesario” de la asociación ilícita que se dedicó a la “recaudación de fondos ilegales” que se aplicaron al enriquecimiento ilícito de sus principales organizadores y a “la comisión de otros delitos”, Otero negó las acusaciones.
Entonces, negó que, como se consignó en los cuadernos, el dinero haya sido recaudado en las oficinas de la Terminal, ya que según sus dichos él estaba de viaje en Paraguay.
El empresario había quedado detenido este lunes, después de que Gabriel Romero -el titular del Grupo Emepa- lo nombró en su declaración como imputado colaborador. Lo citó en dos oportunidades al señalar que fue él quien le presentó a Ricardo Jaime.
Marcela Sztenberg, directora de la constructora Equimac, que el miércoles declaró ante el fiscal Carlos Stornelli como arrepentida busca que el juez Claudio Bonadio homologue el acuerdo como imputada colaboradora.
Sztenberg fue nombrada en el expediente por el empresario Carlos Wagner, dueño de Esuco y ex presidente de la Cámara Argentina de la Construcción. Junto a la empresaria, también declararon como arrepentidos Patricio Gerbi, de Coarco, y Luis Losi de la constructora Losi SA.
Sztenberg hace 33 años que forma parte de la compañía. Es Licenciada en Administración de empresas y contadora y mantiene un perfil bajísimo.
Equimac es una compañía constructora que se dedica principalmente a la infraestructura vial. Hace más de 70 años que está en el mercado.
Además, tiene la concesión de varias rutas y autopistas provinciales y nacionales donde controlan el sistema de cobro de peajes. Según la declaración de Claudio Uberti, el ex titular del Occovi que manejaba las rutas, una de las cajas de recaudación provenía de las concesionarias de peajes.
El presidente Mauricio Macri celebró, ante sus ministros, la votación del Senado que anoche aprobó y devolvió a la Cámara de Diputados la ley de Extinción de Dominio que obliga a devolver los fondos estatales sustraídos mediante hechos de corrupción, según publicó La Nación.
“La estrategia de que no haya presupuesto fue la base para el robo y la corrupción”, dijo el Presidente según contaron dos testigos de la reunión, en Casa Rosada. Y Macri fue más allá: cuantificó el “robo” del período kirchnerista en “0.000 millones de dólares”, contando las obras hechas “con el objetivo de robar” al Estado. “Hablan de US.000 millones que se metieron en bolsos. Pero hay como 0.000 millones que se derrocharon o perdieron”, dijo el Presidente, y dio como ejemplo rutas “que no van hacia ningún lado” en Santa Cruz.