¿Cuánto deja de recaudar la provincia debido al juego clandestino y al cierre de los casinos?, esa es una buena pregunta con respuestas diferentes.
Solía contar un "Pajarito" que las cifras no son importantes y que hay mucho de fabulación. Sin embargo, el derrumbe de dos bandas de juego clandestino en la provincia desnudó la millonaria actividad que se esconde tras las apuestas de quiniela, casinos y otras formas.
¿Cuánto deja de recaudar la provincia debido al juego clandestino y al cierre de los casinos?, esa es una buena pregunta con respuestas diferentes.
En época de vacas flacas no hay recurso del que se pueda despreciar. Las necesidades son grandes, tanto como los esfuerzos que se hacen para seguir en plena producción.
Uno de las opciones con las que cuenta la provincia son los provenientes del juego. El sistema estructurado bajo la órbita de la Caja de Asistencia Social incluye todo un sistema de apuestas on line (Quiniela en todos los horarios de sorteo; Quini 6; Brinco y la modalidad de Quiniela Express), además de la regulación que se ejerce sobre los tres casinos habilitados en la provincia (Santa Fe, Rosario y Melincué).
El juego legal mueve grandes masas de dinero y basta con observar el cuadro de distribución de utilidades de la lotería de Santa Fe para advertir que la cifra es cuantiosa. Tanto de los juegos tradicionales como el que surge de Casinos.
Pero lo realmente difícil de mensurar es cuánto dinero se maneja dentro del circuito ilegal. Se habla de mucho, de muchísimo dinero. Tanto que cuando se habla -verdad o ficción- de las "cajas" de la policía, entre otras, se menciona el juego. Desde la quiniela hasta casinos con ruleta incluida.
Así, en el quiosco de la esquina, o en algún otro negocio chico dedicado a algún rubro popular, suele esconder la fachada del quinielero del barrio. El primer engranaje de una compleja madeja que termina en escenarios de corrupción que alcanza desde integrantes de las fuerzas de seguridad hasta miembros de quienes deben investigar y buscar condena de los delincuentes. Tal como ocurriera en el caso de Gustavo Ponce Asahad, fiscal del MPA que fue destituido por proteger a una banda de juego clandestinos y de extorsionadores.
Un hecho fortuito, un error de cálculo, permitió que en la provincia cayera una banda vinculada a Los Monos dedicada al juego clandestino y la extorsión, entre otros rubros.
El 12 de enero se produjo un ataque a tiros al City Center de Rosario en lo que debía ser un acto intimidante para "lograr algo", según su autor intelectual. Los dos sicarios que ejecutaron el ataque cometieron desliz, mataron a un gerente de banco que se encontraba fumando en uno de los balcones del emprendimiento.
Debido que había un seguimiento por un hecho anterior sobre su autor intelectual Maximiliano "Cachete" Díaz, la policía rápidamente dieron con uno de los hombres de "Guille" Cantero y, a partir de ahí, se comenzó a descubrir la trama que involucró a delincuentes, banqueros del juego, al fiscal Ponce Asahad y policías de diverso rango. Actividad con ramificaciones en varias ciudades de la provincia, incluida Rafaela donde "el rey del juego", David Perona -uno de los investigados- murió hace poco por Covid-19.
Un año atrás la valiente investigación que llevaron adelante los fiscales Aldo Gerosa y Rubén Martínez permitió desbaratar una estructura de juego ilegal que incluía unos 80 locales dedicados a la actividad y que permitió la detención de varias personas con diferente grado de responsabilidad.
Fue tal la fuerza de la investigación y la destrucción de la red de juego que hubo un dato que resultó llamativo para quienes evaluaban qué tan grande era lo que tenían enfrente. Y para eso los números resultan demostrativos: luego de las redadas, las detenciones y los presos por la causa de juego clandestino, el juego legal en Reconquista trepó un 124 por ciento. En solo tres meses, en esa ciudad, la diferencia de recaudación acumuló más de 52.000.000 de pesos. Y en declaraciones periodísticas, el fiscal Regional, Martínez, habló de una recaudación de más de 32 millones de pesos mensuales en el circuito ilegal.
Si eso ocurrió en tres meses, únicamente en un conglomerado de unas 120 mil personas, ¿qué cifras pueden moverse en el resto de la provincia?, ¿cuánto es el dinero que se maneja en las sombras?
Desde que asumió la gestión del gobernador Omar Perotti se resolvió que la provincia sea querellante en las causas donde se detecta juego clandestino. Por ese motivo el Fiscal de Estado interviene y a él se le elevan todos los datos para su actuación ante la Justicia y, además, se procura la restitución de los bienes que son secuestrados y que tienen como origen este delito. Además, la Lotería de Santa Fe depende directamente del ministerio de Economía por eso el fiscal de Estado representa al Ejecutivo en la querella.
Pero sin dudas que hay mucho por hacer para lograr reprimir un delito que ha convivido con el vecino de la provincia como si éste no fuera tal.
Resta la acción de la Justicia para seguir desmantelando organizaciones que restan recursos que llegan -tal como lo dispusiera la llamada Ley Pascutto- a zonas vulnerables del Estado Santafesino.
Contrario a lo que ocurre con el juego ilegal, clandestino; los casinos en Santa Fe están sujetos a fuertes regulaciones. Los tres emprendimientos generan más aportes que los juegos de quiniela y eso revela la importancia de una actividad caída tanto para las arcas provinciales como para las de los municipios en donde funcionan.
En la Ciudad Autónoma de Buenos Aires ya funcionan y el 14 de diciembre venidero lo mismo ocurrirá con los de Buenos Aires. En Santa Fe el tema de la reapertura es más complejo por la cantidad de casos de Covid-19 que se registran diariamente en la franja en la que está ubicada la ciudad capital que castiga al casino local. Cuando puedan abrir sus puertas, además, la oferta de máquinas va a estar reducida a un 30 %. Y juegos de paño y ruleta, deberán esperar.
Un dato para tener en cuenta a la hora de evaluar sobre las pérdidas de ingresos para la provincia es que la ley de Casinos el 65 por ciento a las pensiones graciables, de la ley 5.110, donde hay discapacitados, madres solteras, ex combatientes de Malvinas, etc., hoy todo esto se cubre con fondos del tesoro provincial. Otro dato. El 2019 el canon de los tres casinos fue de 1.400 millones de pesos. Desde la Caja de Asistencia Social estiman que, hasta el momento, se dejaron de recaudar unos 900 a 1.000 millones de pesos.
Pero, además, se pierden ingresos brutos que surge del 6,5% del ingreso de los casinos; los municipios en donde funcionan las salas de juego perdieron los ingresos por el Derecho de Registro e Inspección; e indirectamente se pierde la proporción de Ganancias que no vuelve en la coparticipación del impuesto.
Más info: entre los tres casinos que funcionan en la provincia hay unos 2.300 empleados que siguen percibiendo el 75 % de sus sueldos. La provincia no brindó ningún tipo de auxilio al sector y éste ha sostenido la situación a costo de un fuerte endeudamiento. Es más, a los casinos no se les bajó ni el costo de la energía eléctrica a los tres emprendimientos.
En el caso del City Center de Rosario se tomó un primer crédito tramitado ante el banco Municipal de Rosario y luego se tramitó otro ante banco Macro, para poder pagar sueldos. Y el endeudamiento bancario que ronda los 900 millones de pesos. Y tiene que enfrentar costos por más de 120 millones de pesos mensuales. Y entre Santa Fe y Melincué suman otros 37 millones de pesos. Es decir casi 160 millones de pesos que están haciendo frente los concesionarios desde el 20 de marzo.
En los casinos los equipos de aire acondicionado tienen un modo de extracción que permite el recambio unas 30 veces por hora, lo que constituye toda una ventaja.
Al momento de la reapertura el cliente va a encontrar a un empleado del casino que lo va a recibirá, lo acompañará a una máquina que estará previamente sanitizada, y podrá jugar. Pero con una advertencia: "Juegue acá, si se quiere mover a otra máquina, me llama". Esto es que hasta el movimiento individual estará controlado.