Votados los cambios a la Corte, cobra impulso ahora la reforma constitucional en Santa Fe
Durante la semana, se sucedieron conversaciones en el ámbito de Unidos, pero también con sectores clave de la oposición. Reformular el eje discursivo sobre qué cambiar, e incluir "sellos" de la gestión, como parte de la estrategia. Reparos por el escenario electoral.
Votados los cambios a la Corte, cobra impulso ahora la reforma constitucional en Santa Fe
Lograr una aprobación sin sobresaltos de la ley que reforma la Corte Suprema de Justicia era un desafío para el oficialismo en Santa Fe, y no sólo por los cambios que habilita la normativa. También, por el paso que Unidos intentará dar a partir de ahora, recostado sobre el "éxito" de un trámite legislativo que no dejó heridos.
"Si la ley se logra sin el costo del escenario traumático que había dejado en términos políticos para el oficialismo la reforma previsional, habrá plafón para pensar en la reforma constitucional", había confiado una fuente legislativa a El Litoral, antes del jueves.
La cosecha fue con creces. Unidos no sólo logró una votación cómoda en Diputados, sino que en un trámite exprés – la premura fue cuestionada por la oposición-, obtuvo la sanción definitiva después del aval del Senado. En los planes originales, ello se preveía recién para las próximas semanas.
Estado deliberativo
Mientras se afinaban los borradores que darían lugar al texto final de la reforma a la Corte, el oficialismo se permitió durante la semana varias instancias de diálogo para explorar los acuerdos que permitan avanzar hacia una eventual constituyente.
Las hubo en el ámbito de Unidos, pero también con sectores clave de la oposición. La coalición gobernante demanda esos votos en Diputados a fin de lograr los dos tercios que se exigen para aprobar la Ley de Necesidad. E imagina que podría replicarse para el caso, el escenario de este jueves en el que el bloque que lidera Omar Perotti se alineó en la votación – en general- con el oficialismo.
La estrategia
Resta un arduo camino por recorrer aún. Ello incluye el desafío no menor de dirimir los tópicos que serían incorporados como temas a modificar. Pero en el devenir, se plantean estrategias desde lo político y desde lo parlamentario.
Unidos entiende que en esta nueva instancia es necesario correr el eje discursivo y público, que sólo ciñe la reforma a temas de injerencia para unos pocos. De allí, la expresión "no sirve una reforma de la política para la política". Sobre esa base, pretende centrar el debate en temáticas más cercanas a la preocupación ciudadana. La eventual reelección del gobernador no altera la vida cotidiana de los santafesinos; la seguridad, sí.
En paralelo, se discute la posibilidad de incluir en una eventual reforma, las líneas directrices de la actual administración. Una Constitución con sello indeleble de la "gestión Pullaro", para que sus principales lineamientos queden cristalizados como políticas de estado.
Bancas y urnas
En cuanto a la estrategia legislativa, si los acuerdos prosperan y logran sellarse, los bloques parlamentarios de Unidos trabajarían en pos de un dictamen común de mayoría – hay más de media docena de proyectos presentados-. Y si la media sanción de la ley se alcanza antes de que concluya el período ordinario de sesiones (30 de noviembre), podría Unidos solicitar el Poder Ejecutivo que el tema sea incluido en extraordinarias. Hasta aquí, el gobernador se ha mantenido la margen de la discusión.
Pese a lo descripto, los actores involucrados se mueven con prudencia. No se trata sólo de arribar a coincidencias básicas sobre los puntos a reformar. Tampoco alcanza con garantizar la votación para la sanción de la Ley que declara la necesidad de la reforma. En el horizonte aparece un desafío mayor que implica ganar las elecciones de convencionales constituyentes – serían en coincidencias con las primarias locales de 2025, pero sin PASO- para garantizar que el espíritu que el oficialismo pretende imprimirle a la reforma no sea arrebatado. Y es allí donde algunos de los socios fundadores de Unidos plantean sus reparos.
Envalentonada, la libertaria Romina Diez ya advirtió que no creen conveniente una reforma pero que darán pelea electoral y "arrasarán" en las urnas. En la misma línea se ubica Amalia Granata, que ha vuelto a tildar – en la sesión de este jueves- al gobernador de "monarca". Allí radican las principales amenazas que podrían condicionar, desde el punto de vista electoral, el avance de la reforma.