El gobernador Miguel Lifschitz jugó con la idea de la continuidad del Frente Progresista, Cívico y Social en la Casa Gris al cerrar su último mensaje a las Cámaras legislativas. Repitió “adelante, adelante, Santa Fe”, para luego dejar formalmente inaugurado el período ordinario de sesiones.
“Adelante” es el nombre de la lista que integra Lifschitz como primer candidato a diputado provincial, con Antonio Bonfatti como candidato a gobernador, en el oficialismo.
El titular del Poder Ejecutivo Provincial dedicó los últimos párrafos de su discurso de despedida ante los legisladores a marcar una “agenda desde Santa Fe” para el resto del país, con una fuerte carga política, que parte de “no caer en la trampa de la grieta”. Antes subrayó: “hemos construido en Santa Fe una cultura de la concertación, tendiendo puentes y respetando la diversidad”, con lo que incluyó tanto a oficialistas como a opositores.
Tras describir las obras, los programas, los planes, los proyectos -con cifras y en pesos- y los cambios que impuso su gobierno, no dudó en describirlo como un “broche de oro” para las gestiones de Hermes Binner y Antonio Bonfatti.
Lifschitz habló durante casi una hora, conjugando verbos en pasado, para enumerar lo hecho y lo que no se pudo hacer (allí puso como una deuda de toda la clase política santafesina la reforma de la Constitución) y aprovechó los últimos diez minutos de su intervención en el Palacio Legislativo para describir lo que quiere su gobierno para Santa Fe y para el país.
Con claras referencias a los partidos que componen la fuerza que gobierna Santa Fe (socialistas, radicales y demoprogresistas) nombró a Juan B. Justo, Alfredo Palacios, Raúl Alfonsín y Arturo Illia, al decir que el Frente fue innovador para gobernar, pero “conservador” a la hora de manter los valores: “seguimos siendo honestos”, subrayó y recordó que no hay casos de corrupción en estos tres gobiernos.
Advirtió a ambos lados de la grieta que “quienes han invocado el cambio en esos años han ido más por la renovación estética que política, promovieron cambios que atrasan, más puesta en escena que convicciones, más fragmentación que unidad, más relato que realidad”.
“Estamos orgullosos de lo que somos, de lo que hicimos. Somos lo que hacemos, hicimos mucho en estos cuatro años. Somos una coalición de gobierno que no solamente ha tenido buenos resultados electorales, sino que ha demostrado capacidad para hacer un cogobierno, una cogestión entre referentes de distintos espacios políticos”, definió respecto del Frente.
A lo largo de su mensaje, el gobernador recibió más de 30 aplausos y dedicó no menos de 8 fuertes críticas al gobierno nacional al señalar recortes en salud, educación, en investigación y promoción del desarrollo y, sobre todo, respecto de sus políticas económicas. Sorprendió al elogiar entre los hechos más positivos para la participación de Santa Fe en organismos regionales e internacionales la realización de la Cumbre de Presidentes del Mercosur en la capital provincial, en julio próximo, “gracias a la Municipalidad de Santa Fe y la Cancillería”.
Dedicó a sus adversarios políticos en la provincia un par de palos. Dijo que el FPCyS “no es pragmático” y que no lo deja bien “cualquier colectivo”. Antes, sin nombrar al candidato a gobernador del peronismo, el senador nacional Omar Perotti (sin dudas hoy el gran ausente), habló de las privatizaciones en Santa Fe y del Banco Provincial.
“En los ’90, en esa década que todavía recordamos, perdimos entre otras cosas, el Banco Provincial de Santa Fe y la vieja Dipos. Pero afortunadamente no pudieron con la Epe”, sentenció. Luego anunció que la empresa –al igual que Entre Ríos y Córdoba- no trasladarán el 3% de aumento dispuesto por el gobierno nacional del precio mayorista de la energía a las industrias y los comercios, además de destacar el desempeño de esa compañía.
Recordó que ha enviado dos proyectos de ley que pueden ser “un hito histórico en el desarrollo productivo”. En un caso, el fondo de garantía para ampliar la capacidad de acceso al crédito de las Pymes santafesinas, con un sistema de fideicomiso productivo para el sector, y así poder actuar “en el corto y mediano plazo”. En el otro, la creación “nuevamente” de un banco santafesino de inversión y desarrollo. En medio de un ambiente cargado de aplausos, diferenció: “estamos convencidos que el Estado tiene que contar con herramientas para el desarrollo”.
El discurso recorrió todas las áreas de gobierno y dejó algunos datos fuertes. Lifschitz dijo que la inversión en obras públicas llegará, al terminar su cuarto año de mandato, a los 140.000 millones de pesos.