El Litoral
“Todos los puentes están tendidos con todos los integrantes del Frente Progresista, Cívico y Social, como siempre. Por eso, más allá de las diferencias, que a veces pueden ser personales, o de grupos y hasta de sectores, sin dudas hay un proyecto común y eso ha quedado en evidencia después de terminadas las internas. Yo no tengo dudas de que a partir de la semana próxima vamos a estar trabajando en conjunto”, aseguró.
Lisfchitz negó roces con los funcionarios de la Casa Gris: “No hay nada de eso”, subrayó respecto del intercambio de declaraciones públicas que cruzó con el ministro de gobierno Rubén Galassi.
“He dicho, simplemente, que lamento que se haya cometido un error, involuntario, técnico, obviamente sin ninguna intencionalidad, y que generó un poco de confusión, le haya permitido que a una parte de la oposición montar una operación mediática tan grande alrededor de algo que nunca existió”.
“La transparencia -subrayó- caracteriza a este proceso electoral, como los anteriores en Santa Fe. Hay un prestigio ganado en los comicios santafesinos: con las Paso hemos sido pioneros en el país y también con la boleta única. Este proceso no es distinto: es impecable. En unos tres o cuatro días vamos a tener un resultado definitivo e incuestionable. Es una primaria, que tiene competencia interna, no entre los partidos políticos. E incluso las diferencias en más o en menos tienen un valor simbólico pero no concreto”.
El candidato a gobernador, unos minutos antes de entrar a reunirse con sus simpatizantes, se quejó de la liviandad con que su rival Miguel Torres del Sel habló del proceso electoral.
“Hubo una mala intención de quienes salieron a hablar de fraude. Sobre todo del PRO y de su candidato a gobernador de hablar de fraude y de deshonestidad. Eso es lo grave. Está a la vista que no hay ninguna posibilidad material de fraude, ni ninguna intención, tampoco hay ninguna denuncia en ese sentido. De ningún fiscal de mesa”.
“Instalar la idea de un fraude ha sido una maniobra grosera, artera. Incluso fíjese que los dirigentes más responsables (del resto de la oposición) no lo han hecho. Las valoraciones políticas son aceptables respecto del error que se ha cometido, pero hablar de fraude en un país que lo ha sufrido, en una provincia que sabe bien qué es eso, es un despropósito total”.