Lucas Maguid tiene 37 años. Lleva el mismo apellido de su abuelo, Alberto Maguid, el histórico dirigente sindical de UPCN fallecido en 2013. A Alberto Maguid lo reconocen la mayoría de los vecinos de la ciudad de Santa Fe, por su trayectoria como dirigente sindical y fundamentalmente por su obra: el camping de UPCN, para que los trabajadores pudieran descansar los fines de semana y vacacionar; la primera plaza con juegos para personas con discapacidad, en la Plaza de las Palomas; los guardapolvos para los chicos y chicas que iban a la escuela, y los kits de útiles escolares; y también los planes de vivienda que le posibilitaron acceder a más de 2000 familias santafesinas a la casa propia; entre tantas otras cosas.
Su nieto, Lucas, es un militante de toda la vida. “Milito desde que tengo 16 años, siempre junto a mi abuelo. Tuve el privilegio de escucharlo hablar, de ver cómo se relacionaba con la gente, de conocer cómo pensaba y también de acompañarlo a reuniones importantes, como por ejemplo a muchas reuniones con el ‘Lole’ Reutemann. Todas esas instancias me sirvieron para aprender mucho de política. Son enseñanzas que apliqué durante toda mi vida militante”, expresó.
En cuanto a sus comienzos en la militancia política, Maguid manifestó que “Empezamos junto a algunos compañeros armando la Juventud de la CGT Santa Fe. En el año 2012 fui electo Secretario Gremial del Partido Justicialista de la Provincia de Santa Fe. También fui Congresal Provincial y Nacional del Partido. En 2017 fui Secretario de Juventud de la CGT Santa Fe. Pero lo más importante fue en 2015, cuando tuve la oportunidad de ser Concejal de la ciudad, cargo que ocupé hasta 2019. Esa experiencia me mostró todo lo que se puede hacer por la ciudad desde ese lugar”.
Sobre Alberto Maguid, Lucas recuerda: “Cuando yo empecé él ya era un dirigente consolidado. Pero la realidad es que se hizo desde abajo. Él empezó hablando desde arriba de un cajón de manzanas en la Plaza de los Constituyentes, porque en esa época se usaba pararse en la vía pública y hablar a viva voz”. Sobre su relación con la gente, comenta: “Mi abuelo le llegaba al corazón de la gente, porque era como ellos. Sabía lo que era ser un laburante y conocía las necesidades y dificultades que pasaban. Lo que es trabajar todo el día y no tener un lugar para descansar los fines de semana, no poder vacacionar fuera de la ciudad, no acceder a la casa propia o tener dificultades para mandar a los hijos a estudiar. Esa fue la realidad que él se propuso cambiar y efectivamente lo hizo”.
Si bien Lucas, “el Pelado” para sus amigos, tiene claro que su lugar es la política: “En diciembre del año 2000, nos pasamos 14 días repartiendo juguetes en toda la ciudad en ocasión de la Navidad. Esa fue la primera vez que tuve la oportunidad de conocer todos los barrios, y de ver la triste realidad de las desigualdades existentes. Lo que para algunos santafesinos es algo normal, como puede ser el acceso al agua corriente o la electricidad, para otros pareciera ser un lujo inalcanzable. En ese momento entendí que era necesario involucrarse en política para cambiar esa realidad”.
Sus más de 20 años de militancia le han regalado una singular predilección por los santafesinos: “durante la inundación del 2003, en el Camping de UPCN, junto a mi abuelo y a cientos de voluntarios, albergamos a casi 5 mil evacuados durante varios meses. Allí vi aflorar en toda esa gente una solidaridad conmovedora. Desde ese entonces tengo la idea de que el argentino, y en especial el santafesino, es el tipo más solidario del mundo, y sin dudas esa solidaridad es una gran esperanza para la transformación social que estamos necesitando”.
Ante la pregunta de por qué quiere ser Concejal nuevamente, la respuesta es clara: “Yo quiero, desde la política, seguir la huella que mi abuelo dejó marcada en la ciudad y en tantos santafesinos. Eso significa mejorar la vida de los trabajadores y ayudar a salir adelante a los más humildes”.
Sin embargo, cuando se le piden precisiones sobre qué significa “seguir la huella”, Maguid aclara: “Seguir la huella no es repetir todo lo que hizo mi abuelo, porque los tiempos cambian. Pero hoy, como ayer, sigue siendo necesario trabajar por la dignidad de los que trabajan y por los más humildes de nuestra ciudad. Eso es lo que me enseñó mi abuelo, y mi aspiración es poder continuar ese camino, no desde el sindicalismo, pero sí desde la política”.
Para concluir, nos revela cuál era la visión de Alberto Maguid respecto de la política, la cual él pretende poder replicar: “Para mi abuelo, la esencia de la política, y de la vida misma, era la solidaridad, ser solidario. Y eso significaba para él que cuando uno ve a otro que pasa necesidad, lo ayuda. Esto, desde la política, se puede hacer con una fuerza multiplicadora. Ojalá podamos llegar al Concejo para llevar ese legado”.