Lucila Lehmann: "El Gobierno se queda con la mitad de la comida de los argentinos"
Así lo sostuvo la diputada por la Coalición Cívica en sus redes sociales, quien mostró mediante un video, cuál es el porcentaje que se queda el Estado en los principales productos que conforman la canasta básica.
Lucila Lehmann: "El Gobierno se queda con la mitad de la comida de los argentinos"
Miércoles 26.5.2021
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Última actualización 21:57
“Los argentinos estamos atravesando una crisis social, económica y sanitaria sin precedentes. Entre los principales problemas que hoy nos preocupan están la inflación y el alto costo de los alimentos que nos ha llevado a que prácticamente la mitad de los argentinos no puedan cubrir las necesidades básicas. Y peor aún, que el 75% de los niños de los conurbanos sean pobres”, dice Lehmann y agrega que el Gobierno responsabiliza al campo y a los altos precios internacionales de la carne y de los granos.
“Cuando analizamos el precio de los alimentos en góndolas, prácticamente el 50% corresponde a impuestos nacionales, provinciales y municipales. El resto, corresponde a gastos de materia prima, de industrialización, de comercialización y de logística”, agrega.
“Por ejemplo, en el rubro gaseosas, el 50% de lo que pagamos corresponde a impuestos. En el arroz, el 42%, casi la mitad, son impuestos para el Estado. Por cada caja de leche, el Estado se queda con un vaso. En queso crema, casi la mitad son impuestos. En verduras, el 40% se los lleva el Estado. Lo mismo sucede con productos enlatados, yerba, polenta y aceite”, explica en el video.
“Cuando compramos carne, entre impuestos directos- correspondientes a nacionales, provinciales y municipales- e indirectos, el Estado se queda con más del 45%”, destaca. Lo mismo sucede con cada pack de galletitas, ya que “el 45%, casi la mitad, se la lleva el Estado”.
“Después de analizar los impuestos que pagamos en cada uno de los productos que compramos, podemos decir que el Estado se queda con la mitad de la comida de los argentinos. Si el Gobierno realmente quiere combatir el hambre, en vez de buscar de enemigo a los productores, que baje impuestos o controle la inflación”, concluye.