Este lunes comenzará a ser juzgado José Alperovich por abuso sexual contra su sobrina
El ex senador nacional y tres veces gobernador de Tucumán enfrenta penas de hasta de 15 años de prisión. El juicio estará a cargo del juez Ramos Padilla y se espera que declaren más de 80 testigos.
Este lunes comenzará a ser juzgado José Alperovich por abuso sexual contra su sobrina
Domingo 4.2.2024
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Última actualización 20:30
El juicio contra José Alperovich, empresario, ex senador nacional y tres veces gobernador de Tucumán que fue acusado de distintos hechos de abuso sexual por su sobrina y empleada, comenzará este lunes en los Tribunales de la ciudad de Buenos Aires, donde se espera la declaración de más de 80 testigos.
Alperovich deberá responder por tres casos de abuso sexual, dos de ellos en grado de tentativa, y seis casos de violencia sexual agravada por acceso carnal, de acuerdo con lo establecido por la investigación judicial en base a las denuncias por los ataques ocurridos entre 2017 y 2018, en la ciudad de Buenos Aires y en la provincia de Tucumán.
En septiembre de 2023, el Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional 35 de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires elevó a juicio oral la causa contra el exgobernador de Tucumán y estableció el 5 de febrero como fecha de inicio del debate que será público.
Los presuntos ataques contra su sobrina y también empleada habrían ocurrido entre 2017 y 2018 en la Ciudad de Buenos Aires y en Tucumán.
El juicio se llevará adelante en el Tribunal Oral en lo Criminal 29 desde las 10.30, a cargo del juez José María Ramos Padilla, y se espera que presten declaración más de 80 testigos.
Los delitos que se imputan al ex gobernador conllevan una pena máxima de hasta 15 años de prisión.
En la investigación intervinieron la Fiscalía Nacional en lo Criminal y Correccional 10 de la Capital Federal, interinamente a cargo del fiscal Santiago Vismara, y la Unidad Fiscal Especializada de Violencia contra las Mujeres (UFEM), que dirige Mariela Labozzetta.
En mayo de 2022 la fiscalía había considerado que "en todos los casos, mediando para su comisión intimidación", el exsenador "abusó de una relación de dependencia, de poder y de autoridad".
En tanto, días después el juez Osvaldo Rappa procesó a Alperovich por los delitos denunciados y consideró que se cometieron "mediando abuso de poder y autoridad".
En su indagatoria ante el magistrado, Alperovich negó haber abusado de su sobrina y no aceptó preguntas, según fuentes judiciales.
Por su parte, organizaciones feministas manifestaron su apoyo a la "denunciante que logró llegar a esta instancia después de haber esperado durante 5 años respuestas por parte del Poder Judicial".
"Nos mantenemos alertas ante los posibles ataques y revictimización por parte del acusado a través de su defensa o del uso de los medios de comunicación para avanzar sobre la integridad física y psíquica de la denunciante", agregó el comunicado difundido a través de redes sociales.
Y, se declararon "en alerta y movilización por cualquier maniobra de impunidad en tanto el actual ministro de Justicia, Mariano Cúneo Libarona, hasta hace unos meses era su abogado y hoy la defensa (de Alperovich) continúa a cargo de su estudio jurídico".
En principio, la causa se tramitó en dos jurisdicciones: en el fuero criminal y correccional de la ciudad de Buenos Aires y en la justicia tucumana.
Pero tras una resolución de la Corte Suprema de Justicia de la Nación de mayo del año pasado, se resolvió que todos los hechos debían investigarse en el Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional 35 de la Ciudad de Buenos Aires, de acuerdo con lo planteado en su dictamen por el procurador General interino, Eduardo Casal.
La causa
La denuncia fue radicada en 2019, de parte de su sobrina, que además trabajaba como su asistente personal, por tres hechos de abuso sexual -dos de ellos cometidos en tentativa- y seis sucesos de violencia sexual agravada por haber sido con acceso carnal. Los hechos se habrían producido tanto en Tucumán como en un departamento de Puerto Madero.
La denunciante además de ser pariente de Alperovich, era amiga de una de las hijas del ex gobernador y trabajaba en el círculo más cercano al político tucumano.
“Los métodos para obtener el control de la víctima consisten en infligir el trauma psicológico de forma sistemática y repetitiva. Son técnicas organizadas de debilitamiento y desconexión. Estos métodos están pensados para causar terror e indefensión y destruir el sentido del yo de la víctima en relación con los demás. El efecto de esta técnica es convencer a la víctima de que el abusador es omnipotente, que resistirse es inútil y que su vida depende de que se gane indulgencia a través de la sumisión absoluta”, precisaron los fiscales a cargo de la causa.