Domingo 28.3.2021
/Última actualización 14:02
A 45 años del golpe de estado cívico militar más atroz que atravesó el país, el Sindicato Luz y Fuerza de Santa Fe se sumó a la iniciativa de sembrar un árbol por los 30.000 detenidos-desaparecidos. En este caso, particularmente por Daniel Albino Benavidez, trabajador, delegado y militante desaparecido físicamente durante el proceso militar.
Cabe destacar que desde el año 2006, el Cuerpo General de Delegados lleva su nombre y ahora se plantó memoria otra vez… "memoria que al igual que la semilla, viene cargada de futuro, contiene toda la información genética para poder llegar a ser árbol que late en su destino", destacaron.
Al emotivo acto, desarrollado en el Camping Francisco "Pancho" Di Bernardo asistieron miembros de la Comisión Directiva del gremio, encabezada por el secretario General Pedro Fernández; familiares y amigos de Benavídez, delegados, trabajadores, la subsecretaria de Derechos Humanos y Diversidad, Anatilde Bugna, la directora Provincial de Memoria, Verdad y Justicia, Valeria Silva, referentes del Foro Contra la Impunidad y por la Justicia, de El Periscopio y El Colectivo (ex – presas y presos políticos). Durante su transcurso, Paula Benávidez, hija de Daniel, leyó un conmovedor texto en memoria de su padre.
De esta manera, Luz y Fuerza Santa Fe "dice presente, dice nunca más. Porque un pueblo con memoria es democracia para siempre, porque tenemos heridas, porque queremos justicia, porque tenemos memoria y sabemos que lo imposible sólo tarda un poco más", destacaron en la ceremonia.
Un testimonio de vida, por Paula Benavídez
En este Acto de Memoria, reivindicamos la vida y los ideales de Daniel Albino Benavídez, delegado; nuestro papá, abuelo, y compañero, desaparecido el 01/10/1977.
Como dijera Rodolfo Walsh, periodista, escritor y militante, de quién hoy se cumplen 44 años de su asesinato:
"Nuestras clases dominantes han procurado siempre que los trabajadores no tengan historia, no tengan doctrina, no tengan héroes y mártires. Cada lucha debe empezar de nuevo, separada de las luchas anteriores: la experiencia colectiva se pierde, las lecciones se olvidan. La historia aparece así propiedad privada cuyos dueños son los dueños de todas las otras cosas."
La ausencia, y la planificación de la muerte y la desaparición, fueron las estrategias para que los luchadores que surgieron de la clase obrera no dejaran semilla. Por eso es tan importante este acto de memoria colectiva dentro del seno del Sindicato donde Daniel fuera un apasionado, elocuente y generoso militante, porque hoy nutrido de la presencia de una nueva generación de trabajadores imprime una derrota al olvido y a la vez enarbola la esperanza que continúa la lucha de la construcción de la Justicia Social. Me resulta emocionante que estén impresas las palabras de la compañera Evita en la placa que hoy acompaña este acto, y que quedarán para siempre señalando los principios que guiaron el camino de papá: "Por convicción personal, por conciencia nacional, por procedencia popular y por apasionada solidaridad con el pueblo."
Agradezco al Sindicato en su conjunto y especialmente al compañero Pedro Fernández por haberse sumado a esta hermosa convocatoria de Abuelas y Madres de Plaza de Mayo "Plantamos memoria" que propone sumarse a plantar árboles en memoria de los 30000 detenidos desaparecidos. Plantar este árbol significa para nosotros, sus familiares y compañeros, un lugar y momento donde hacer el duelo de la muerte, derecho que nos arrebataron haciendo desaparecer su cuerpo y negándonos su digna sepultura, y lo resignifica en un testimonio de la vida que triunfa, del amor que vence y se multiplica para proteger y sostener otras vidas que florecen.
Quiero recordar que las madres y abuelas están muy viejitas y se nos van yendo, y a nosotros nos queda todavía el largo camino de buscar y encontrar 400 bebés nacidos en cautiverio que hasta hoy desconocen su origen. Para que no vuelva a ocurrir la barbarie, para que puedan regresar a nosotros nuestros 400 hermanos, para que no atropellen NUNCA MÁS la vida, los sueños y conquistas del pueblo y de los trabajadores, tenemos que seguir rescatando en conjunto la Memoria, reconstruyendo la Verdad de la historia y reclamando Justicia efectiva para los genocidas.
Para terminar quiero compartir un texto breve de Liliana Bodoc:
"Cómo es posible que siga amaneciendo?, nos preguntamos cuando no volvieron. En verdad amanecía como si tal cosa. La gente se alarmaba por sus pequeñas grietas, controlaba que no hubiese agujeros en sus bolsillos ni ventanas abiertas en sus almas. Pero el tiempo, que de tonto no tiene un solo pelo, nos enseñó que era al revés. Exactamente al revés de nuestro primer llanto. Fue por ellos, por los que no volvieron que siguió amaneciendo. Y amanece".
¡Daniel Albino Benavídez Presente! Ahora y siempre.