Jueves 7.1.2021
/Última actualización 18:44
Hace una semana, al filo del 2020, el Senado nacional convirtió en ley la Interrupción Voluntaria del Embarazo. Fue de madrugada, cuando miles de integrantes de la "marea verde" estaban aún en las calles siguiendo las instancias del debate y muchas otras lo hacían desde su casa, aguantando el resultado que fue favorable por un amplio margen. Así encontró la votación a Mabel Busaniche, integrante histórica de la Campaña por el Aborto Legal: en su casa pero luego de pasar varias horas en la Plaza San Martín, epicentro de la vigilia en nuestra ciudad.
- ¿Qué te pasó por la cabeza en el momento de la sanción después de tantos años de reclamar por la IVE?
- Me vinieron a la mente los años de trabajo y de esfuerzo, de concientización y debate; de recoger aciertos y errores, pensar estrategias; de compañeras que dejaban y luego volvían. No olvidemos que la Campaña aparece como tal en 2005, pero 15 años antes en la Argentina el derecho al aborto era una de las consignas del feminismo.
Lo que hizo la Campaña en los últimos años fue federalizar este tema y poner responsables que se llaman articulantes. Estas chicas, que son todas jóvenes, crecieron de una forma impresionante en organización y en pasión por lo que hacían, y sintieron que la libertad crecía en ellas a partir de las libertades de las demás.
Esa consigna está en las nuevas generaciones y me emociona decirlo (se conmueve), quizás nosotras lo intentamos, sabíamos que ese era el objetivo del feminismo. Pero hoy lo siento, lo veo, lo palpito y por eso creía y deseaba que esto tuviera un final. Y que ahora venga lo que venga porque hay mucho que hacer. No podíamos seguir con un movimiento focalizando solamente en la legalización del aborto.
"Aprendimos de la comunidad que organizaron las jóvenes. Fue un aprendizaje para nosotras, una educación enorme", dice ella que sigue estudiando y enseñando como maestra de las nuevas generaciones. "Es -precisa- lo que llamamos interseccionalidad y dentro de eso está lo intergeneracional y aunque no nos encontremos -la pandemia manda a respetar distancias- igual subyace esta transformación que siempre hemos querido y ahora encontramos".
El año 2018 fue como "aflorar; supimos entonces que había semillas que florecieron, no las veíamos pero estaban", dice cuando habla de las nuevas generaciones que mantuvieron como demanda inclaudicable la IVE.
Busaniche reconoce que "hay cosas que faltan pero el aborto existe y llega porque hay otras cosas que están fallando". Por eso el lema de la Campaña es "Educacion sexual para decidir, anticonceptivos para no abotar" y recién luego, si, "aborto legal para no morir". Y precisamente el tema de los anticonceptivos y la ley de salud reproductiva y procreación responsable fue "el primer hito de tensión en la sociedad. Cuando empezamos con esa ley que significaba un principio de autonomía y de expresar otras cosas sobre nuestros cuerpos, las tensiones fueron brutales. Fue abandonar el tutelaje que teníamos, fundamentalmente, de las instituciones eclesiales que siempre nos dijeron por dónde debíamos ir y se apropiaron de las conciencias de las mujeres".
Gentileza"En aquella época -apunta- ya nos gritaban 'asesinas' porque no querer embarazos forzados ni que las niñas sean obligadas a parir y, sobre todo, que podamos decidir sobre nuestros cuerpos, molestó y sigue molestando".
Para Busaniche, en la provincia de Santa Fe habrá más posibilidades de implementar de manera efectiva la IVE. "Hay articulaciones, socorrismo, una red de profesionales y centros de salud maravillosos". A todo esto se suma la fabricación de Misoprostol en el laboratorio farmacéutico público. "Tenemos todo el camino marcado para poder hacerlo y tendremos más apoyo porque hay centros de salud con equipos que no se sienten autorizados porque no está la ley. Y la ley está para habilitar. y que los y las profesionales se sientan libres" para actuar.
- ¿Qué puede suceder en el resto de América Latina a partir de la sanción de la ley en nuestro país? ¿Puede movilizar a otros grupos de mujeres?
- Ya están movilizadas: desde 2018 América Latina está que hierve. Estuvieron haciendo vigilia en Perú, Bolivia, Ecuador, Centroamérica, Nicaragua. En Europa e, incluso, en Estados Unidos hubo grupos de argentinas velando por esta ley.
Dentro del país habrá que poner más trabajo en las regiones que están más desprotegidas (con menos llegada de políticas de salud reproductiva), igual que en el norte santafesino donde Santa Fe tiene una deuda. No obstante, alegra que en Reconquista haya tantos grupos que estuvieron en vigilia. La muerte de Ana María Acevedo (de Vera) incorporó mucha pasión y rebeldía.
Pero estoy feliz porque la transversalidad es tanta que no tenemos ninguna dificultad con el gobierno anterior ni con el actual, porque hay compañeras feministas en estos espacios dentro del Estado y todas defendemos lo mismo.
- Es una verdadera red la que se ha construido por fuera de las simpatías políticas.
- Es importante haber superado ese tema del partido al que se pertenece. El partido ya no marca nada a las feministas. Las mujeres que están activando ya son autónomas y estamos todas juntas.
- ¿Qué cambió desde 2018, cuando la IVE logró media sanción, y ahora que sí es ley?
- Hubo un trabajo mucho más sistemático de las distintas regiones que no paró nunca, ni siquiera en este año de pandemia. Todo se manejaba vía... lo que pudimos, y tener el tema en el tapete hizo que no se cayera. Hubo mucho más trabajo que en el 2018 de aquellas compañeras de la "marea" que siguieron encontrando un canal de activismo. Ahora la gran pregunta es cuál es la próxima tarea.
- Como una tarea a largo plazo viene la cuestión del Estado y la autonomía de las instituciones eclesiales, es necesario un Estado laico en la Argentina. Sabemos que es difícil pero si se puede empezar, llegará. Y otro tema es el del cuidado: comienzan a haber proyectos sumamente interesantes a nivel nacional. El 2020 fue un año que se vivió con muchas dificultades en esa materia. Entonces, la discusión viene también por las tareas de cuidado.
- No se te imagina descansando más que unos días como para recuperar el aliento.
- Me funciona mucho lo que ya podría hacer por mi edad que es lo simbólico. Ya hablamos con algunas "viejas" también. Quedarse ahora a hacer escarpines, no. Esto nos da vida, nos encuentra, nos sigue dando coraje para ir hacia adelante.
- ¿Cuándo te reconociste feminista?
- Cuando volví a la Argentina en 1985 después de vivir, en Perú, el esplendor del comienzo del trabajo con mujeres en América Latina. Ya veía lo que se hacía en Nicaragua. Cuando empezamos en el país era muy difícil decirse feminista.
A comienzos del '85, cuando nos comprometimos a trabajar en la Campaña, la pasamos mal. Pero hemos empezado a hackear al patriarcado. Este es un momento de diáspora y de nuevos amaneceres. Pinta lindo el futuro para las nuevas generaciones.