Luis Rodrigo
Dijo que los acuerdos permiten construir obras, entre los tres niveles del Estado.
Luis Rodrigo
“¡A seguir trabajando!”. Con esa expresión el presidente Mauricio Macri cerró su discurso esta mañana en el norte de la ciudad, muy cerca de la Costanera santafesina, pero también de una realidad social dura.
El jefe del Estado pasó por la ciudad y dejó un discurso breve, ningún contacto con la prensa y un cúmulo de signos políticos a leer, todos vinculados con el deseo de Cambiemos de mostrar las ventajas del pluralismo y la concordia entre los dirigentes de distintos partidos políticos (en lugar de la promoción de la brecha desde el poder).
Hasta el nombre del barrio donde se inauguró un puñado de viviendas de un plan más ambicioso (ver aparte) colaboró con el carácter que se buscó darle al acto: Nueva Esperanza. El municipio gestionó la obtención de los terrenos, la provincia llevó los servicios públicos y el gobierno nacional construye las viviendas.
Gestos
El discurso de Macri contó con una definición inicial, que recorrió todas sus expresiones: “Esto es para mí la política, es construir juntos, sin importar a qué partido pertenece cada uno”.
“Supimos trabajar juntos y un año después las obras están, se hicieron”, dijo. Y de inmediato comparó: “Las obras del Estado tienen que ser motivo de alegría, de felicidad, de futuro; nunca más, sinónimo de corrupción, nunca más sinónimo de frustración”.
Dijo que habrá apoyo nacional para superar las secuelas de la inundación (las viviendas inauguradas son para familias que sufrieron ese flagelo) y enumeró: “Se ha completado la repavimentación de la Ruta Nacional 178 para unir las provincias de Buenos Aires y de Santa Fe, vamos a mejorar las canalizaciones y a atender la problemática del Carcarañá”, con el canal San Antonio y a terminar “el Canal Espora” en los barrios Sarmiento y San Martín de nuestra ciudad.
Mensaje
Macri agradeció a Sandra y Juan Carlos, quienes lo recibieron en su flamante casa y siempre se dirigió a la gente (unas 350 ó 400 personas) que lo aplaudió y que sobre todo lo fotografió todo lo que pudo. Tras mencionar al gobernador y al intendente recordó que a los ciudadanos “no les importa de qué partido son” quienes resolvieron su problemas.
Bajó de un helicóptero que lo había trasladado desde Sauce Viejo -junto al gobernador Miguel Lifschitz y el intendente José Corral- además de los funcionarios de áreas vinculadas a la problemática de la vivienda y desarrollo social.
En un tramo subrayó que “Santa Fe es una de las líderes y tiene la responsabilidad de seguir empujando el crecimiento del país”, acaso estaba calculado que la expresión tanto hable de la provincia como de la ciudad.
Pata peronista
El presidente trajo un sorpresa: lo acompañó Gerónimo “el Momo” Venegas. Siempre sonriente, el secretario general de los peones rurales nucleados en la Uatre, contó incluso con un puñado de simpatizantes de su partido, Unión con Fe, cuya bandera estaba en un sector de privilegio, dentro del corral de los invitados especiales, bien a la vista del presidente.
Venegas no fue el único que le agregó a un acto organizado por el presidente del radicalismo, el jefe político de la ciudad de Santa Fe, un tinte político aún más amplio -con una “pata peronista”- al grupo que acompañó al presidente.
El Momo como el subsecretario de Vivienda y Hábitat de la Nación, Domingo Amaya, provienen del justicialismo. El funcionario es el ex intendente de Tucumán que en mayo de 2015 se cruzó del PJ de Alperovich a un acuerdo con el radicalismo (fue compañero de fórmula de José Cano) en Cambiemos.
Por otra parte, si bien la ministra Stanley es una dirigente con trayectoria en el PRO, también es conocida su proximidad con el Papa Francisco y con la gobernadora de Buenos Aires, María Eugenia Vidal, quien se muestra más propensa a captar dirigentes del peronismo en el poderoso conurbano bonaerense.
Corral y corralitos
Antes de la inauguración, el presidente ingresó a una de las viviendas y se demoró unos cuantos minutos conversando con los adjudicatarios.
En ese momento, el gobernador buscó refugio en la sombra escasa de las diez y media. Prefirió quedarse afuera, intercambió saludos con los vecinos junto a la ministra de Desarrollo Social, Carolina Stanley, y contó con numerosas muestras de afecto de los habitantes del barrio que aprovecharon para tomarse unas selfies con el titular de la Casa Gris.
El “aplausómetro” no tuvo demasiado trabajo, pero mostró un claro ganador: José Corral. El acto contó con mucha presencia municipal, que tanto cuidó la seguridad de las autoridades nacionales, como las formas.
Los periodistas -por pedido de Presidencia- no pudieron acercarse al mandatario y estuvieron en un corralito que permitía conversar con los invitados, provisto de una tarima que facilitó la labor de las cámaras.
Peor les fue a los funcionarios. Su sector vallado resultó chico para el número de dirigentes que se acercó a ver al titular de la Casa Rosada y participar del acto.
Codo con codo, radicales y macristas, concejales y legisladores, nacionales y provinciales, colaboradores del gabinete municipal y militantes de ambas fuerzas se acomodaron como pudieron en un sector vallado. Entre los hombres y mujeres de cambiemos del corralito hubo una “oveja negra”, el senador por La Capital, Emilio Jatón. El legislador -y obviamente el gobernador- fueron los únicos dirigentes de peso del partido de la rosa (además de unos pocos funcionarios del área de prensa).
Mientras esperaban, funcionarios y periodistas acordaron entrevistas breves. Allí el diputado provincial Federico Angelini dijo que el mejor candidato que tiene Cambiemos en la provincia de Santa Fe es José Corral, el presidente del PRO a nivel provincial habló además de construir una propuesta electoral para este año “y para 2019”.