Walter Schmidt
El mejor tándem con el que cuenta Cambiemos será responsable del triunfo o la derrota. La mirada puesta también en Santa Fe y Córdoba.
Walter Schmidt
DyN
A pocas horas del final de la campaña electoral para las PASO del próximo domingo, solo hay una certeza que replica en las paredes de la Casa Rosada: Mauricio Macri y María Eugenia Vidal pusieron todo su capital político al servicio de derrotar a Cristina Fernández en la estratégica provincia de Buenos Aires. El domingo a medianoche nadie podrá dudar que el triunfo o la derrota en territorio bonaerense, será mérito o desmérito del mejor tándem con el que cuenta Cambiemos, que es Macri-Vidal.
Obviamente que no es menor la atención que el gobierno nacional puso en distritos claves como Santa Fe y Córdoba. El oficialismo no solo necesita hacer un excelente papel en la provincia de Buenos Aires -triunfo o segundo lugar por muy poca diferencia con respecto a Unidad Ciudadana- sino también revalidar títulos en Santa Fe, con un precandidato con poca llegada como Albor Cantard, y en Córdoba. Además del Presidente, las principales espadas del elenco ministerial como Marcos Peña y Rogelio Frigerio visitaron Santa Fe en varias ocasiones -y el resto del país, claro-. En tanto el propio Macri cerrará la etapa proselitista en Córdoba, donde su precandidato Héctor Baldassi va cabeza a cabeza con Martín Llaryora, el vicegobernador cordobés al que Juan Schiaretti eligió para la disputa con Cambiemos.
Lo de Macri con la provincia de Córdoba es una jugada aparte. “Macri sacó más de 70 puntos en el balotaje contra Scioli y ahora, versus el peronismo local bajó a 50, y eso quiere mejorarlo”, resume un hombre de Cambiemos. Admiten los dirigentes oficialistas, que “es posible” una derrota electoral con Cristina en la provincia de Buenos Aires o, sumar menos votos que ella porque lo del domingo son primarias. Si pierden con CFK, pondrán principal énfasis en resaltar que Cambiemos será la fuerza mas votada a nivel nacional.
En realidad, con un peronismo dividido (PJ, FPV y massismo), no hay espacios políticos con presencia en todo el país. De hecho, la principal vocera del oficialismo, Elisa Carrió, admitió que la elección en territorio bonaerense “está pareja” con la ex mandataria, y por eso postergó los festejos para octubre: “Habrá una victoria clarísima de Cambiemos”. De otra manera no puede interpretarse la multiplicación de apariciones, actos y recorridas de Vidal, Esteban Bullrich, Graciela Ocaña, Gladys González y Héctor “Toty” Flores.
La estrategia oficialista quedó mas expuesta al observar lo que ocurrió en la otra vereda. Una Cristina Fernández con apariciones esporádicas y ocultando a sus precandidatos porque no creyó necesario el aporte de Fernanda Vallejos, Roberto Salvarezza, Jorge Taiana, Hugo Yasky y hasta del propio Daniel Scioli.
¿Jaime Durán Barba o Vinicio Alvarado? Dos ecuatorianos que pondrán a prueba el domingo sus estrategias electorales asesorando a Macri-Vidal y a Cristina Fernández, respectivamente. Ellos también serán artífices del triunfo o del traspié de sus clientes políticos.
“El rumbo se define ahora”
El ex candidato presidencial y fundador del frente de gobierno Cambiemos Ernesto Sanz, admitió que está “preocupado” por el resultado que pueda obtener el oficialismo en las elecciones primarias del domingo y afirmó que estos comicios son “el balotaje del balotaje de 2015”.
En declaraciones a radio Con Vos, el dirigente radical sostuvo además que en los últimas elecciones “se definió quién ocupaba el cargo de Presidente” pero “no se definió un rumbo con contundencia”.
“Había un hartazgo después de 12 años de kirchnerismo, y lo que hubo fue un corte a un modelo. Pero no se definió un rumbo hacia adelante con contundencia. El rumbo con contundencia se define ahora, por eso es necesario hoy, más que nunca, que la sociedad hable a través de las urnas sobre cuál es el rumbo”, analizó.