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Instaron al gobierno nacional a que presente una propuesta salarial razonable ante la pérdida de poder adquisitivo de ingresos de docentes y no docentes. El mecanismo de funcionamiento de la casa local.
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Autoridades de la Universidad Nacional del Litoral (UNL) se reunieron en Rectorado para analizar la situación de las casas de estudios superiores y ratificaron que “la educación es la principal herramienta para generar condiciones reales de igualdad social”, tal como lo expresa la resolución aprobada por el Consejo Superior en su última sesión.
“Cuando las universidades nacionales no están operativas no sólo se favorece la deserción en un país que necesita más profesionales, sino que también se atenta contra su crecimiento porque a través de la investigación y la extensión las universidades son promotoras de igualdad, crecimiento y desarrollo con justicia social”, enfatizó el rector, Enrique Mammarella, al término del encuentro en el que participaron los decanos de las diez unidades académicas y miembros del gabinete universitario. Allí se expresó la preocupación por la situación académica y económica de los estudiantes.
Al analizar los factores que atañen a 57 universidades argentinas, Mammarella indicó que “las autoridades de la UNL no permanecemos ajenos a la situación. Sabemos que estamos en un momento económico difícil del país y, por eso, instamos al Gobierno nacional a que presente una propuesta razonable frente a la pérdida de poder adquisitivo del salario docente y no docente, y garantice un presupuesto acorde para el año próximo, de manera de seguir consolidando una universidad pública que contribuya significativamente a la construcción de una sociedad más igualitaria, basada en el conocimiento, que afronte con eficacia y equidad los problemas del país y la región”.
Mammarella explicó que “las universidades nacionales recibimos presupuesto para desarrollar actividades a través del Presupuesto nacional. La UNL es una de las universidades históricamente más perjudicadas en este reparto, ya que la incidencia real de la casa en la participación del presupuesto de las universidades nacionales es del 2,56% con relación al Modelo de Pautas Objetivas de Distribución Presupuestaria del Consejo Interuniversitario Nacional (CIN), que prevé que la participación de la UNL en el conjunto debería ser del 3,40%. Considerando los últimos 10 años, esto representa una pérdida del equivalente a más de 3 presupuestos anuales”.
En esta línea, informó que “el presupuesto aprobado en 2015 fue de 1.249.603.192 pesos; en 2016 de 1.349.416.140; en 2017, 1.917.986.668; en tanto que en 2018 ascendió a 2.407.439.417. Con ese presupuesto tenemos la posibilidad y responsabilidad de autoadministrarnos para cumplir con las funciones sustantivas y la misión de cada una de nuestras universidades. Esta característica distintiva de nuestro sistema de Educación Superior hace que cada Universidad Nacional pueda vivir una realidad diferente”.
Más adelante, el rector de la UNL explicó que “en lo operativo, para su ejecución, el presupuesto se divide en dos fracciones. Una de alrededor del 90% que corresponde a salarios, becas y contratos y que se remite mensualmente; y otra de alrededor del 10% que corresponde a gastos corrientes asignados al funcionamiento y actividades que se planifican y se ejecutan por cuenta de cada institución. A lo largo de este año, no hemos tenido inconvenientes en la recepción de los fondos para poder afrontar el pago de haberes de personal, becas y contratos, pero sí tuvimos un atraso considerable de la partida de gastos corrientes que alcanzó a un acumulado de cinco meses, lo que nos puso en alerta de funcionamiento, al igual que a fines de la anterior gestión del Gobierno Nacional cuando se alcanzaron seis meses de atraso en recibir esa partida”.
El rector también explicó que “hay un presupuesto general para el sistema universitario que se distribuye a través de programas centrales que administra la Secretaría de Políticas Universitarias. Sobre este presupuesto, el Poder Ejecutivo dictó una disposición administrativa que disminuye en 3 mil millones de pesos el presupuesto a efectivizar este año y que fundamentalmente ha afectado a las universidades, como la nuestra, que teníamos obras acordadas para iniciar este año (aunque no se pararon las obras que estaban en ejecución). En nuestro caso, al tratarse de una universidad casi centenaria que había sido postergada en esta materia desde hace muchos años, esta decisión no nos compromete en el funcionamiento de corto plazo, pero nos preocupa si se mantiene en el tiempo”.
La negociación paritaria
Meses atrás, los rectores de las universidades mantuvieron un encuentro con el ministro de Educación, Alejandro Finocchiaro, en el que le plantearon la importancia de la regularización del envío de estos fondos. “Recientemente nos remitieron la cuota de junio”, amplió Mammarella. “E la actualidad se mantiene un atraso de dos meses que ha sido habitual en el sistema y que en nuestro caso no representa un grave problema para el desarrollo de las actividades programadas, las que se ejecutarán con las restricciones propias del efecto de la inflación, del aumento de tarifas y alquileres y la depreciación de la moneda nacional, como lamentablemente nos ha sucedido en muchos otros períodos en el devenir histórico de nuestro país”.
Por otra parte, “el presupuesto para el sector universitario, al ser votado por el Congreso Nacional es fijo y, por ende, las negociaciones paritarias con docentes y no docentes son llevadas adelante por el Ministerio de Educación a través de la Secretaría de Políticas Universitarias, con participación del CIN. La paritaria de 2017 para ambos sectores finalizó en febrero del presente año con aplicación de sendas cláusulas gatillo. A partir de allí empezó la negociación para este año con una propuesta similar para ambos sectores, llegándose a un acuerdo con el sector no docente y transformándose en un conflicto con el sector docente que lleva ya más de tres semanas de paro”.
Finalmente, admitió que “este retraso en la definición del acuerdo paritario nos preocupa y entendemos que la propuesta realizada hasta la fecha es insuficiente. Por ello, acompañamos el reclamo de las organizaciones gremiales que representan a los trabajadores de nuestra Universidad. Las autoridades de la UNL no permanecemos ajenos a esta situación. Hasta la fecha hemos mantenido numerosas reuniones con otros rectores, funcionarios del gobierno, legisladores nacionales y autoridades de todos los partidos políticos tratando de colaborar para resolver esta situación conflictiva”