Milei y Bullrich supervisaron la puesta en marcha del operativo de seguridad desde la sede de la Policía Federal
El presidente monitoreó el debut del protocolo de Orden Público en la marcha de organizaciones sociales a Plaza de Mayo, en la previa de la cadena nacional en la que anunciará el DNU de desregulación de la economía.
Milei y Bullrich supervisaron la puesta en marcha del operativo de seguridad desde la sede de la Policía Federal
El presidente Javier Milei supervisó desde el Departamento Central de Policía, en el barrio porteño de Monserrat, el operativo de seguridad montado por la marcha hacia la Plaza de Mayo que realiza el Polo Obrero y organizaciones sociales de izquierda en la ciudad de Buenos Aires.
El mandatario -que arribó a ese edificio a las 15.43- estuvo acompañado por las ministras de Seguridad, Patricia Bullrich; su par de Capital Humano, Sandra Pettovello, y la secretaria general de la Presidencia, Karina Milei, entre otros funcionarios.
La presencia de Milei en la sede central de la Policía se dio en el marco del estreno del "protocolo para el Mantenimiento del Orden Público", anunciado la semana pasada por Bullrich, con el que las fuerzas de seguridad impiden que manifestantes ocupen la vía pública durante una movilización.
El presidente tenía previsto para este mediodía una cadena nacional para explicar los puntos centrales de las reformas legislativas que impulsará, sumando a los nuevos decretos. Sin embargo, ese mensaje quedó postergado para la noche de este miércoles a las 21.
Frente a las pantallas de la sede policial Milei y sus funcionarios siguieron los movimiento de las fuerzas afectadas al operativo durante una hora.
Desde la Casa Rosada remarcaron que se definió que Milei esté presente junto a un grupo de funcionarios para "mostrar apoyo absoluto a todos los encargados del operativo", hecho que se había coordinado previamiente con la ministra Bullrich.
Así, todos juntos, a lo largo de una hora, se sentaron frente a las pantallas desde las cuales siguieron cada movimiento de las fuerzas afectadas al operativo en el que debutaba el protocolo antipiquetes.
En el medio se produjeron algunos enfrentamientos entre los manifestantes y los agentes policiales, que despertaron en Milei gestos de asombro, según pudo observarse en las cámaras de televisión que lo enfocaban.
Finalmente, el mandatario se retiró del edificio a las 16.50, quedando la supervisión del operativo a cargo de Bullrich, quien previamente se encontraba monitoreando desde un centro de operaciones, según pudo verse en un video difundido por su cartera.
En la previa, la ministra de Seguridad defendió la legalidad del protocolo, remarcando que así "lo resolvió la Justicia" y sostuvo que "solo quienes ignoran la ley viven fuera de ella podían pensar lo contrario".
Por su parte, el gobierno de la ciudad de Buenos Aires avaló el nuevo protocolo y estableció una serie de directivas "para que convivan, en armonía, quienes deseen circular libremente con aquellos que se manifiesten dentro de la ley. Ambos derechos deben ejercerse de manera equilibrada y sin conflicto".
Entre ellas, marcó que "no se podrá interrumpir el tránsito vehicular", "no se podrá participar con el rostro cubierto de manera intimidatoria", "tampoco estará permitido el uso de palos o elementos contundentes" y "no podrá haber niños en las marchas".
Consignas contra las políticas del gobierno de Milei dominaron la manifestación de las organizaciones sociales en el centro porteño. Crédito: Télam.
La protesta, que se enmarcó como la primera prueba para el protocolo de Bullrich, fue encabezada por movimientos populares y organizaciones sociales nucleadas en el bloque de Unidad Piquetera, que se concentraron desde el mediodía en Diagonal Sur y Diagonal Norte (sin cortar la Av. 9 de Julio como estaba previsto) para confluir en Plaza de Mayo donde leyeron un documento "contra el ajuste" del gobierno de Milei.
10.450 denuncias y mensajes "orwellianos"
En tanto, el vocero presidencial informó en la tarde de este miércoles que recibió 10.450 llamados en la línea telefónica 134, habilitada para denunciar a "intermediarios" de organizaciones sociales que amenacen a los que cobran la asistencia a cambio de que concurran a las marchas.
"Vergüenza debería darles a los intermediarios utilizar para su propio beneficio a los más necesitados", sostuvo el vocero presidencial Manuel Adorni en su cuenta de X.
En el estreno del protocolo antipiquete, el gobierno difundió por los altoparlantes de las estaciones de trenes un mensaje que repetía en loop: "El que corta no cobra", instando a los beneficiarios de planes sociales a hacer denuncias.
Además, se desplegó en pantallas y cartelería mensajes en la misma línea que recalcaba la denuncia a la línea 134: "Si cumple con la ley, va a mantener su beneficio. Si no la cumple y corta, no cobra".
Esta modalidad de advertencia recordó a muchos usuarios de la red social X al libro 1984 de George Orwell en el que no hay forma de escapar a la vigilancia del Estado policíaco dominado por el Gran Hermano.
Anuncios con la leyenda "El que corta no cobra" se desplegaron en las pantallas digitales de la estación Constitución. Crédito: Télam.
El mismo mensaje apareció durante los últimos días en la pantalla principal de Mi Argentina, la aplicación para celulares que instrumentó el gobierno anterior, durante la pandemia, para digitalizar trámites y documentos.
Desde el gobierno se lanzó esta línea telefónica para que un equipo técnico recepcione denuncias contra dirigentes y puntero políticos que intimiden a los beneficiarios con la quita del plan en caso de no contabilizar su asistencia en protestas callejeras.