- ¿En qué momento de la pandemia estamos ahora en Santa Fe?
La funcionaria advirtió que la provincia es el epicentro en el país. Se esperan varias semanas complicadas en las que se podrían sumar 20 mil casos más a los actuales. El número de camas críticas en el centro de las preocupaciones y un fuerte llamado a la responsabilidad individual para sostener las medidas de prevención.
- ¿En qué momento de la pandemia estamos ahora en Santa Fe?
- Allá por marzo tuvimos las primeras noticias del coronavirus y con la primera cuarentena empezamos a prepararnos. No estábamos preparados para una pandemia y eso no es una crítica: no teníamos barbijos porque los que teníamos eran para cirugía; no estábamos preparados para estar constantemente con equipos de protección personal y con respiradores y camas que se comenzaron a requerir. No estábamos preparados para una pandemia como no lo estaba nadie en el mundo.
En ese momento comenzamos a hacer todas las tareas esperando por lo que siempre nos preguntaban: cuándo llegaría el pico. Y la respuesta era que no lo sabríamos hasta que hubiera pasado, pero esperábamos que fuera en julio-agosto. El momento para el que nos estábamos preparando es el que estamos transcurriendo ahora. Hoy, Santa Fe está transcurriendo el momento más álgido de la pandemia, y el epicentro de la pandemia de Covid-19 en la Argentina es la provincia de Santa Fe con más de 2000 casos diarios y picos de 2.600 (este martes fueron 2.962). Para ser más clara, el epicentro de la pandemia en la Argentina hoy es la ciudad de Rosario. ¿Vamos a tener más casos? No lo sabemos. Creemos que estamos en los valores más elevados y que no superaremos los 3000.
- ¿Tendríamos que preguntarnos por qué Santa Fe es ahora el epicentro de la pandemia?
- Hay una respuesta clarísima. Tenemos un delay respecto de la curva nacional pero vamos a acompañar esa curva. En el país superamos el millón de casos; Santa Fe tiene el 8,5 % de habitantes, o sea que sabíamos que íbamos a estar entre un 8,5 y un 10 % de lo que marca la curva nacional. Con 80 mil casos ya estamos dentro de ese porcentaje; pensamos que en 10 días vamos a llegar a los 100 mil, es decir que hay un delay de un mes o algo más con respecto a la curva nacional.
Sabíamos que iba a ocurrir por un tema de distancias y circulación. El epicentro inicial fue el AMBA pero entendíamos que cuando allí mejorara la situación, las esquirlas vendrían al sur de la provincia, luego al norte y a Córdoba.
- Esta es una semana clave para definir cómo se transcurre este momento tan álgido.
- Diría que las próximas seis o siete semanas van a ser las más complicadas, porque es para cuando esperamos el récord de casos y donde tenemos que estar sosteniendo el sistema de salud. Apuntamos a que todo santafesino y santafesina tenga la asistencia necesaria dentro de la provincia y especialmente en la localidad donde vive. Eso, con más de 80 mil casos, lo hemos logrado. Pero sabemos que la curva de contagios está acelerada y que éstos van a aumentar. Lo que intentamos es que ocurra de la manera más controlada posible; que suban lo más despacio posible y lo más prolongado en el tiempo, es decir, que no ocurran todos juntos porque en ese caso el sistema no puede dar la respuesta adecuada. Si los 20 mil que van a venir se dan en un período más prolongado, se puede ir respondiendo aunque el sistema esté estresado.
- ¿Cuáles son los indicadores que están observando con mayor atención?
- Son varios. Algunos indicadores están muy bien, por ejemplo, el tiempo de duplicación que tiene que ser mayor de 15 días y en la provincia está en 22, y en Rosario en 21 ó 22 días. Después, miramos el índice de contagiosidad (Rt) que tampoco está muy alterado. Antes mirábamos el R0 (índice de reproducción), pero cuando hay mucha circulación pierde un poco la referencia real. El Rt es de 1,8 en la provincia y 1,7 en Rosario y mide a cuántas personas contagia efectivamente cada caso. Los otros valores que estamos mirando son la circulación comunitaria y la cantidad de casos: con más de 1000 casos por día en una ciudad (como ocurre en Rosario) y más de 2000 en una provincia, estamos en un número complicado. Otro indicador es el de positividad en base a los hisopados: estuvimos arriba del 50 % y hoy estamos en un 46 %.
Esos son los indicadores que miramos todos los días. El que nos preocupa sobre todo es el de ocupación de camas. Acá articulamos entre el sistema público y privado, provincia y municipios, todos los sectores en una red única. Es una manera de dar una respuesta sistemática, solidaria y unificada del sistema de salud ante lo que estamos viviendo que es una pandemia. Porqué acá el problema no son las cuarentenas; es la pandemia que sorprendió a todo el mundo.
Entonces, de todos los indicadores preocupa el de ocupación de camas, que es alto. Estamos trabajando muy fuertemente en aumentar esa cifra: no vamos a permitir que un santafesino no tenga atención, y hoy con más de 80 mil casos hemos dado muy buena atención. Con las camas generales no hay problema, pero las más complicadas son las camas críticas con respirador y son las que en el mundo -según las estadísticas- van a requerir el 5 % de las personas enfermas. Nosotros estamos en un 2,5 % de personas que las están requiriendo y eso nos ha permitido tener mayor capacidad de respuesta.
Pero, insisto, hoy el porcentaje de ocupación de camas es el número que miramos.
- ¿Y el recurso humano?
- El recurso humano es finito, hemos reconvertido, tenemos todo tipo de médicos trabajando, pero está en un límite.
- Según las previsiones, esos 20 mil casos se van a producir, ¿cuáles serían las medidas para que ocurran en un tiempo más prolongado y no de golpe?
- Ahí está el punto. Lo logramos con el compromiso ciudadano, cuidándonos. No necesitamos que nos digan qué podemos hacer y qué no. Tratemos de estar más tiempo en casa, si tenemos que ir a los trabajos sigamos los protocolos, y usemos el barbijo siempre. Yo veo mucha gente sin barbijo o mal colocado, con la nariz afuera que es lo mismo que nada. Es tan fácil como que no hay nada nuevo. Hasta que no haya vacuna no tenemos más que el barbijo, distancia social y lavado de manos.
- Si se estableciera un plazo y se le dijera a la gente que tiene que aguantar un mes o un mes y medio porque luego la situación va a empezar a cambiar, ¿cree que respondería mejor a estos pedidos?
- Uno de los temas es que son siete meses. Estamos buscando otras miradas, porque la mirada sanitaria sola no sirve. Hay que hablar con economistas, sociólogos; nuestras mesas empiezan a ser más amplias porque también lo es nuestra mirada sobre la salud. Hay que ser cuidadosos y tener un horizonte. No me gusta usar palabras como "acatar", "prohibir", "restricciones". A veces se toman algunas de estas medidas, como en todo el mundo, porque tienen que ver con el cuidado. Pero hoy la base está en el autocuidado. Eso y la educación van a ser las bases que harán la diferencia.
- Y hay que tener en cuenta que, más allá del pico, es una situación que va para largo.
- Con un pronóstico optimista se habla de que quizás en marzo o abril podamos tener una vacuna. Pero hay que llegar a esa fecha y para entonces vamos a llevar un año de esta vida que nos interpeló, que nos cambió nuestro modo de vivir, que nos cambió el paradigma. Tenemos que convivir con el virus sin miedo, sino con educación y con una mirada más esperanzadora. Somos actores de una época diferente; vivámosla con la mayor madurez como sociedad y sin depender de una autoridad que nos diga qué no podemos hacer. Esto se los digo especialmente a los jóvenes que integran el grupo con mayor número de contagios pero que pueden contagiar a sus seres queridos. Pasemos esta instancia dura y difícil que nos tocó con madurez, sabiendo que hay un horizonte.
"Es un momento de ser creativos porque lo único que tenemos en mente es que todos los santafesinos puedan tener la atención correcta. Hasta hoy lo hemos logrado" Sonia Martorano.