Cuatro ministros fueron los anfitriones de un grupo de empresarios y la cúpula de la CGT en un nuevo capítulo del intento del Gobierno para lograr una por ahora esquiva cohesión interna ante las exigencias de la comunidad internacional por un acuerdo con el FMI.
La agenda original tenía como tópico central transmitir de primera mano la presentación que se realizó ayer ante los gobernadores, en la que Martín Guzmán promete equilibrio fiscal para 2027, dos años después de los primeros vencimientos de bonos reestructurados por el propio titular de Economía.
El gobierno plantea diseñar un sendero de precios y salarios que permita la recuperación del poder adquisitivo de las remuneraciones en el sector privado, algo que va en contramano con la pérdida de valor real de los ingresos de los trabajadores y de los haberes de los jubilados de este año.
La convocatoria estuvo encabezada por los ministros de Economía, Martín Guzmán; de Agricultura, Julián Domínguez; y de Desarrollo Social, Juan Zabaleta.
En representación del sector empresario estuvieron presentes Antonio Aracre (Syngenta); Laura Barnator (Unilever); Daniel Herrero (Toyota) y Verónica Marcelo (Natura). Por parte de sector sindical, participaron el secretario general de la Confederación General del Trabajo (CGT), Héctor Daer; el secretario general del Sindicato de Seguros; Jorge Sola; el secretario general de la Unión del Personal Civil de la Nación (UPCN), Andrés Rodríguez; y de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM), Antonio Caló.
Además, la reunión incluyó los problemas ante la feroz tercera ola de COVID, lo que obligó a sentar a la mesa a la ministra de Salud, Carla Vizzotti, para analizar el impacto de la pandemia en empresas y en la fuerza laboral.
Según algunos estudios privados, el ausentismo en las compañías ya alcanza al 20% de las plantillas y amenaza con expandirse en los próximos días.
En la charla, Guzmán insistió con los lineamientos expuestos en la víspera, aunque en este caso haciendo hincapié en que el FMI aceptará incluir entre las herramientas para frenar la inflación un acuerdo de precios y salarios.
El ministro considera un logro muy importante del Gobierno nacional el hecho de que el organismo aceptara que la suba de precios en la Argentina es "multicausal". sin embargo los números del Indec desmienten los propios pronósticos de Economías y restan credibilidad al 33% pronosticado por el gobierno para 2022.
De allí que pretende alcanzar un "pacto social acotado" a empresarios y trabajadores que juegue a favor de coordinar las expectativas inflacionarias, a pesar del fracaso del congelamiento de precios dispuesto por la Casa Rosada desde que Roberto Feletti se hizo cargo de la secretaría de Comercio.
Guzmán no perdió la oportunidad para recalcar que es imprescindible lograr una unidad de la sociedad argentina para hacer frente a los planes de ajustes que quiere imponer la línea técnica del FMI. Pero la primera reacción de los mercados -poco afectos da la foto parcial que el gobierno buscó con gobernadores- fue negativa con una depreciación de los bonos que elevó al riesgo país a la zona de 1.800 puntos.