Mario Cáffaro - mcaffaro@ellitoral.com
“Las respuestas del ministro Lamberto estuvieron a la altura de las circunstancias” afirmó el diputado radical Santiago Mascheroni. “Estamos profundamente insatisfechos con las respuestas del ministro” sostuvo María Eugenia Bielsa (Encuentro Santafesino). Las opiniones de oficialistas y opositores fueron muy disímiles en la tarde de ayer tras las casi cuatro horas de reunión entre el ministro de Seguridad, Raúl Lamberto, con diputados y senadores de todo el arco político. Fue sin prensa y sin asesores pero con versión taquigráfica.
La denuncia y posterior detención del ex jefe de policía, Hugo Tognoli, desató una crisis institucional que el Ejecutivo intenta detener no solo con el ascenso de Cristian Sola como titular de la repartición sino además con un rearmado del gabinete de Seguridad para intentar un mayor control civil sobre la policía.
Mascheroni advirtió que en muchas de la intervenciones de sus pares justicialistas “hubo afirmaciones apriorísticas que no admitían ni siquiera la explicación que el ministerio brindaba.
Fueron respondidas todas las inquietudes, no puede coincidirse cuando hay una mirada distinta desde el punto de vista político”. Recordó que el radicalismo planteó avanzar más “en acciones para consolidar la recuperación de la credibilidad en la política y en la policía de parte de la opinión pública. No es solamente un problema institucional, sino es un problema político. Le hemos alcanzado al gobierno la propuesta de creación del ombusman exclusivamente referido a seguridad, auditoría externa, la necesidad de declaraciones juradas, del controlar desde la política de la gestión, saber la utilización del recurso humano y del recurso en todo el territorio. No hay control directo sobre la policía. Vamos a impulsar una bicameral de control legislativo como existe en el Congreso sobre información reservada de temas de inteligencia”.
Sobre lo ocurrido ayer advirtió que “en algunas preguntas, más que preguntas eran afirmaciones. Si tienen que formular cargos que no sean políticos, que vayan a la justicia. No se puede plantear en abstracto de asegurar o afirmar categóricamente situaciones que la justicia no terminó de comprobar”.
El radical no dejó de señalar que en el caso Tognoli “hay una mano negra del orden nacional porque no quedó acreditado en la opinión pública que las escuchas vinculen directamente al imputado. El hecho de profugarse descolocó a la fuerza y a la provincia, vemos que hay una actitud donde un juez actúa y se verá qué elementos objetivos tiene. Es una crisis institucional muy fuerte pero imposible de ocurrir sin la mano de la Nación”. Después le recomendó al Poder Ejecutivo no cerrarse. “El problema de la seguridad no distingue color político y así como hubo sectores de la oposición que llamaron al entendimiento, también debo decir que Lamberto dejó puertas abiertas para recibir propuestas porque el problema no es de un gobierno o partido, es de la sociedad. El problema de la droga corta transversalmente, se enseñorea en distintos nivelas y corrompe porque hay recursos y poder. Veo el incremento de procedimientos positivos de la policía, es notorio la recuperación de armas, drogas y detenciones. La secretaría de Delitos Complejos es un avance y debe haber mayor participación del poder civil para recuperar la confianza. Es la tarea de mediano y largo plazo”.
Desde la oposición
Bielsa junto a Mario Lacava y Roberto Mirabella reaccionaron en forma conjunta con muchas críticas y con recortes de diarios donde el propio gobierno admitió -durante la gestión de Leandro Corti- vinculaciones entre policías y narcotráfico.
“Lo consultamos sobre la designación del nuevo jefe de policía y dijeron que es la persona mejor formada en la fuerza, a pesar de que también reconocieron que tanto Sola como Romitti tienen iniciadas investigaciones administrativas por enriquecimiento ilícito. Fue más que imprudente designar a personas que están investigadas por Asuntos Internos. El ministro no lo considera así.
Hubo muchas otras preguntas que fueron frágilmente respondidas. No hubo respuestas firmes, sino expresiones de buena voluntad hacia el futuro” sostuvo la ex vicegobernadora. A Lacava le quedó la preocupación “del poco control que el poder político ejerce sobre la policía cuando es el mismo poder político que reconoce que grupos policiales están vinculados con el narcotráfico”. En cambio, Mirabella cuestionó que el gobernador Bonfatti convoque a los legisladores nacionales para hablar del tema y no lo haga con los provinciales.
Los tres objetaron la ausencia del ex secretario de Seguridad, Marcos Escajadillo, ahora en el ministerio de Gobierno.
El presidente del bloque kirchnerista, Darío Mascioli, consideró que las explicaciones brindadas por Lamberto “aportaron más incertidumbre que certezas”, y reclamó “un mayor compromiso de los máximos referentes del socialismo para aportar las respuestas que la sociedad reclama sobre este grave hecho”. Dijo que no pudieron acceder a las explicaciones del gobierno provincial que echara luz sobre “porqué de los 18.300 uniformados que existen eligieron a Cristian Sola como jefe policial, que tiene una causa abierta”.