En los últimos dos años no fueron pocos los espacios que subieron de rango y fueron ocupados por mujeres, convirtiendo oficinas sueltas en direcciones provinciales o secretarías en ministerios. Además, las bancas reflejan la paridad de género como signo de los tiempos y seis de los trece ministerios santafesinos del gobierno provincial son comandados por mujeres. Y con ello, la declarada expectativa de que "algún día ya no sea necesario hablar de cupos ni porcentajes".
Los últimos movimientos en el Ejecutivo provincial fueron a fines del año pasado, cuando Celia Arena y Florencia Marinaro ocuparon las carteras de Gobierno y de la Igualdad, Género y Diversidad, dos lugares de relevancia, el primero en la órbita de gravitación del poder y el segundo como insoslayable oportunidad para una agenda que duele. En ambos casos hay detalles que destacan, Arena es la primera mujer en ocupar la cabecera de la mesa del Gabinete en la historia de la provincia. La abogada Marinaro, con sus 33 años, es la más joven en el cargo que devino de Secretaría a Ministerio y dirigió Arena, hasta diciembre pasado, y se asume como un "semillero" del Movimiento de Mujeres y de la decisión política que la convirtió en ministra.
"Muy contentas de conmemorar el Día Internacional de la Mujer y la Mujer Trabajadora, sentimos que cada 8 de marzo a medida que pasa el tiempo seguimos avanzando, reivindicando derechos, que las mujeres lesbianas, travesti, trans y no binarias, hemos recorrido en los últimos años, ya sea con leyes de ampliación de derechos que comenzaron a partir de 2003, y también con decisiones políticas como la creación del Ministerio de Mujeres Género y Diversidad a nivel nacional y el de Igualdad Género y Diversidad a nivel provincial", explicó Marinaro.
Además, y con respecto al área que preside, dijo que fue el propio Gobernador quien encomendó "poder transversalizarla a todos los espacios del Ejecutivo para ir cerrando brechas y generar políticas que nos iguale, por eso decimos que esta fecha nos encuentra juntas, de pie, después de dos años de una pandemia que reforzó esas desigualdades", enfatizó.
De hablar suave y presencia notoria, Emilce Chimenti, desde septiembre 2020, es la voz de mando de 20 mil agentes, cuando asumió como Jefa de la Policía de la Provincia, sueño que albergó desde muy joven, cuando ingresó a la Fuerza. "Este cargo es lo máximo a lo que quería llegar, en otros momentos era impensado para nosotras pero hoy tenemos en la Policía un plantel de mujeres muy grande y con las más altas jerarquías, explicó y dijo que están trabajando mucho en capacitación en género, "antes la mujer policía le daba vergüenza denunciar si había sido víctima de alguna violencia y hoy no es así gracias a la capacitación sobre género, eso es un orgullo".
"Antes sólo ocupábamos cargos en las oficinas y hoy tenemos un montón de mujeres en la provincia que ocupan cargos importantes", dijo Chimenti, que, en 1995 fue la primera mujer que estuvo en una patrulla de Comando Radioeléctrico en la calle.
En Santa Fe, Natalia Cisneros, 41 años, está al frente de la Cárcel de Las Flores, para varones. Desde el año 2020, y con 17 años en el servicio, es la primera mujer en ese cargo en la tercera cárcel de la provincia. "Es una institución muy machista y mi designación fue muy apabullante para el personal y los internos, más en pandemia y sin visita los internos", comenta y explica que llegó al cargo después del motín de marzo 2020.
Gisela Wild viene del cooperativismo y hoy ocupa una de las sillas en la mesa del Directorio de la Empresa Provincial de la Energía y coincide que son espacios socialmente más aceptados para varones "así que es todo un desafío". Diez años atrás se sumó a la Cooperativa Eléctrica, llegó a integrar el Consejo de Administración, allí comenzó a desarrollar un camino que la llegó a integrar en la actualidad la Federación Santafesina de Cooperativas Eléctricas y de allí al espacio nacional que las representa, donde integra la comisión de género.
Además, apuntó que por primera vez la Epe viene trabajando en incorporar mujeres a lugares tradicionalmente masculinos, en la calle, con la ropa azul y colgadas de una escalera, "eso es algo importante que tenemos que poner en valor".
Otros de los espacios jerarquizados en la administración santafesina es la, ahora, Dirección Provincial de Pueblos Originarios, a cuyo frente está Roxana Esquivel, una luchadora por la reivindicación de los derechos de las distintas etnias del territorio.
Según Esquivel, portavoz de la etnia Qom, las mujeres que representa comparten derechos con sus congéneres de todas las sociedades y culturas, pero tiene los propios: a respetar la identidad cultural, a su identificación como integrante de un pueblo indígena específico, a no ser asimiladas u obligada a aceptar prácticas culturales ajenas y que atenten contra su propia identidad cultural".
Para Iriana Victoria Ojeda, el camino hacia el reconocimiento de su elección sexual como mujer trans no fue fácil. Desde hace cuatro meses y gracias al cupo trans logró clasificar entre 300 aspirantes para ingresar al Laboratorio Industrial Farmacéutico de Santa Fe, donde trabaja como asistente en garantía de calidad, pero cuando le sobra tiempo no duda en ayudar en otros sectores del lugar. "Es un logro; fui una de las primeras en entrar, hay varias esperando", dijo, y sostuvo que el empleo obtenido significa sencillamente, dignidad.