El Litoral
DyN
El cadáver del fiscal Alberto Nisman tenía 1,73 gramos de alcohol en el estómago, lo que indica que ingirió una bebida pocos minutos antes de su muerte.
El dato complementa la información que trascendió la semana pasada sobre el hallazgo de alcohol en el cuerpo, pero hasta ahora no se sabía que no había llegado a metabolizarse en sangre, por lo menos no completamente.
De hecho, no fue posible determinar si había alcohol en sangre, puesto que el reporte de los médicos forenses indica que el cadáver llegó con una escasa cantidad de sangre, en la que fueron halladas otras sustancias, como cafeína y restos de medicamentos (Rivotril en gotas) que consumía el fiscal.
La secuencia que, por vía de hipótesis, elaboran los investigadores parece indicar que Nisman pudo haber ingerido uno o varios tragos de una bebida alcohólica, presuntamente vodka, minutos antes del disparo que causó su muerte.
En el baño en el que fue hallado el cuerpo la Policía secuestró un vaso plástico transparente del que se levantaron huellas digitales, entre las que se distinguen algunas de Nisman y otras cuya identificación no puede precisarse, aunque tampoco descartarse que efectivamente sean rastros difusos del propio fiscal difunto.
Una botella de vodka abierta y a medio consumir (junto con otras bebidas espirituosas) fue hallada en una mesa tipo bar hallada en el living del departamento del edificio Le Parc de Puerto Madero donde murió Nisman.