La necesidad de controlar el cumplimiento del imperativo "quedáte en casa", y también de los requisitos para transitar (o la prohibición de hacerlo) entre localidades, otorgó a la policía un rol protagónico y omnipresente, diverso al de su desempeño habitual. Con ello, le otorgó una visibilidad y un inusitado impacto en la vida cotidiana de los vecinos, con lo cual también incrementó sensiblemente su nivel de exposición.
Estas nuevas incumbencias de los agentes de policía tuvo como correlato también, para los propios agentes, la necesidad de afrontar y prevenir también su propio riesgo de contagio, incluyendo el hecho de que en muchos casos hubo personal de oficina que pasó a hacer tareas de calle.
Todos estos aspectos tuvieron oportunidad de ser indagados en el marco del Censo Policial 2020, desarrollado por el Ministerio de Seguridad de la Provincia y la UNL. Y proporcionaron una imagen reveladora, aunque inevitablemente temporaria, como advirtió a El Litoral la socióloga Luciana Ghiberto, especialista en criminología y estudios sociales de la policía, y subsecretaria del Observatorio de Seguridad Pública.
"Aprovechamos a preguntar ahí lo de la pandemia, en el contexto de este mega trabajo que fue el censo. Porque la Policía quedó en una situación extraña, de popularidad. Cuand nadie salía, eran los policías los que salían a hacer controles. Pero esto es una foto a octubre de 2020: seguro que en marzo del año pasado, u hoy, las respuestas serían distintas, porque el hartazgo se hace sentir, porque el nivel de acatamiento se modificó. En cualquier caso, siendo una situación tan particular, era sumamente interesante indagarlo. ", explicó.
En primer lugar, se preguntó a los agentes si como consecuencia de la pandemia de COVID-19 se les había asignado una tarea diferente a las que venían desempeñando al interior de la institución policial. El 23,1% respondió que experimentó un cambio de tareas.La gran mayor parte de quienes experimentaron ese cambio de tarea lo evalúo positivamente: 7 de cada 10. También la mayoría respondió que la pandemia había aumentado su carga de trabajo.
Al preguntar si la institución policial había provisto de los elementos necesarios frente a la posibilidad de contagio de COVID-19, casi la mitad respondió negativamente. Al respecto, exhibieron una alta preocupación por la posibilidad de contagio: tres cuartas partes escogieron las opciones "muy inseguro/a" y "bastante inseguro/a".
En lo que hace al cumplimiento por parte de los ciudadanos de las diversas medidas de aislamiento social y obligatorio dispuestas por el gobierno frente a la pandemia de COVID-19, poco más de la mitad de los policías de la provincia coinciden en una mirada negativa, pero el resto tienen una mirada moderadamente positiva -fundamentalmente en torno a la opción, "si, bastante".
"Es una respuesta que está muy partida, lo que en ciencias sociales se denomina 'de fifty & fifty', y que por ahí no dice tanto. Entonces, la graduación de a cuatro preguntas da más posibilidades. Porque si vos ponés malo, bueno y excelente, todo el mundo tiende a poner bueno. Si pones cuatro opciones, ampliás el espectro. De todos modos, acá las dos respuestas negativas dan un 56 % (46 % 'poco' y 10 % 'nada'), y las dos positivas 44 % (bastante o mucho)", amplió Ghiberto.
El cuestionario también abordó la pregunta de si los abusos policiales aumentaron en el marco de las medidas dispuestas en torno a la pandemia de COVID-19, una idea que ha sido planteada por diversas voces en el debate público, tanto a nivel nacional como provincial. Una parte importante de los/as policías sostuvieron que no creen que existan abusos policiales, en general (46,4%). Del resto de los/as respondientes la mayor parte considera que los abusos policiales han mantenido su cantidad en el contexto de la pandemia (31,8%), mientras que proporciones semejantes piensan que han aumentado (11,5%) o que han disminuido (10,2%).
Finalmente, se indagó sobre cómo ha evolucionado en el marco de la pandemia de COVID-19 la relación de la policía con la ciudadanía. Específicamente se preguntó si la confianza de los ciudadanos en la policía se había incrementado como consecuencia del nuevo escenario y roles. Más de la mitad consideraron que la confianza pública no ha aumentado ni disminuido. Pero una importante parte de los policías considera que la misma ha aumentado "mucho" (9,2%) o "un poco" (30,3%). La mirada negativa que se refiere a un descenso de la confianza pública es muy minoritaria (5,5%).