“Si el presupuesto de un año es deficitario o superavitario... ¡Qué me importa el resultado del ejercicio!”. El ministro de Hacienda de Santa Fe, ensayó su hipérbole conciente de haber tenido dos ejercicios con superávit y dos con déficit. Lo hizo después de mostrar una profusa cantidad de números que hablan de “sustentabilidad” en políticas de Estado, con más obra pública, menos deuda y en un distrito discriminado por el gobierno nacional.
Fue en su exposición en la Asociación Dirigentes de Empresa, ante una platea de representantes del agro, el comercio, la construcción y la industria santafesina. “Nunca el éxito o el fracaso de un gobierno se puede medir con el resultado de un ejercicio”, aseguró el funcionario santafesino, acompañado por su par de Gobierno, Pablo Farías. Enseguida -no vaya a ser que se interprete eso a favor de Mauricio Macri- aclaró “qué pobre un país que tiene como meta de política pública que en su presupuesto las cuentas le cierren”.
Tenés que leerLa menor presión tributariaPlanteó la “sustentabilidad” en la política de Estado; repasó el planteo de Hermes Binner ante la Corte cuando el gobierno kirchnerista recortaba ilegalmente 15 % de la coparticipación a Santa Fe. Señaló que a 3 años y medio del fallo de la Corte, la Nación aún no inicia el pago de los $ 80 mil millones (tal su cálculo) que debe a la provincia por ese concepto; también advirtió por U$ S 200 millones del convenio de Néstor con Obeid por la inversión santafesina en la autovía a San Francisco que terminó Bonfatti (el crédito del Banco Mundial se paga hasta 2021) y los $ 4500 millones que el gobierno Central no saldó como parte de la obligación federal para saldar el déficit a una provincia que no transfirió su Caja de Jubilaciones.
Sin ayudas federales y justo cuando se pone en juego la continuidad -o no- del Frente Progresista en la Casa Gris, Saglione mostró números que son fundamento. Lo hizo con el mérito de los hechos, en un escenario sin exposición a contrastes y con las premuras de la campaña que desafía a la gestión en la que podría repetir funciones a futuro.
“Nunca vanos a comprometer gastos por encima de nuestra capacidad de pago”, definió Saglione en contraste con lo que hoy sucede en la Casa Rosada. También recordó al paso que el gobierno peronista llegó a pedir crédito para pagar gastos corrientes, algo que desde 2005 hasta aquí la provincia no hizo.
Salud, seguridad, obra pública, educación, cultura... “el éxito se mide en función de las metas que son la razón de ser de un gobierno”. Nacido en Piamonte y licenciado en economía, el ministro se convirtió en un argumentador de campaña en la que se desafían los éxitos relativos con la permeabilidad a tales resultados en un electorado cuya susceptibilidad puede ser menos provincial que macroeconómica. Pero eso también afecta al comicio santafesino.
“Cuando presentamos el Plan Estratégico 2008 muchos decían que era un ejercicio intelectual; claramente es un elemento que nos destaca. Inauguramos dos hospitales en un mes -Reconquista y Santa Fe- y faltan más, pero cambiar un sistema de salud demora 12 años o más. Hemos avanzado desde la planificación -y construcción- del sistema de acueductos, vamos cumpliendo con un proyecto de largo tiempo. Eso en un país en el que se dice que vamos a un esquema económico con eliminación de retenciones al agro y de repente nos encontramos con un DNU que dice que pagarán retenciones todas las exportaciones”.
“ Somos la segunda provincia de menor relevancia de empleo público dentro del total de empleo. Santa Fe tiene 9 % sobre 18 % del promedio nacional”, dijo Saglione en base a datos de Fundación Libertad-2018.
23.429 millones de pesos fue el ahorro corriente de Santa Fe en 2018. “No están en una cuenta bancaria, están en obra”, sentenció Saglione.
“Me siento orgulloso de ser parte de un gobierno que ha logrado un alto nivel de inversión pública. Pero lo más importante es que eso es sostenible en el tiempo y sobre lo cual tenemos que trabajar. De un promedio de 1,32% en las últimas dos décadas (porcentaje de lo que producimos los santafesinos lo destinamos a inversión pública). El año pasado el dato fue de 2,27 %”.
Saglionme no oculta que el fallo de la Corte para devolver 15 % de la coparticipación que el kirchnerismo recortaba, es una clave decisiva. Pero rescata: “La obra pública está financiada con recursos genuinos del presupuesto. No con regalos nacionales que pueden ser coyunturales; sólo 3 % fue financiado con transferencias discrecionales del gobierno nacional”.
En base a datos del Iaraf, señaló que Santa Fe cayó 7,2 % en términos reales en materia de coparticipación en abril de 2019 respecto del mismo mes de 2018. En el mismo período CABA aumentó 24,7 % y Buenos Aires 10,8 %.
Tomando como base datos de Asap, dijo que “si tomamos inversión real directa (obras nacionales en cada distrito) y transferencias de capital a provincias (paga Nación y ejecuta el distrito), por ubicación geográfica per cápita, devengado a diciembre de 2018, Santa Fe recibió $ 1.727; Buenos Aires $ 3.738, CABA 5.847 y La Rioja 13.290”. Devengado a abril de 2019, Santa Fe recibió $ 295, Córdoba $ 786, Buenos Aires 1.277; CABA 1688 y La Rioja $ 4.743.
“En montos absolutos la inversión nacional en Santa Fe (devengado a abril de 2019) Fue de $ 1036 millones en Santa Fe (variación interanual de -32%), $ 2.927 millones en Córdoba (+66%), $ 5.186 millones en CABA (+ 84 %) A esto sumenle el efecto de la inflación”, ironizó el ministro.