El Litoral
El senador nacional criticó la política del gobierno provincial en esa área. “No hacerse cargo del problema es el principal problema” dijo”. Pidió dejar de pensar en candidaturas. “La preocupación por la gente debe ser la primera, lejos”, enfatizó.
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Gabriel Rossini - @taperossini
El senador nacional de Santa Fe, Omar Perotti, insistió con que la seguridad sigue siendo el principal problema de los santafesinos, criticó el aumento de tarifas e impuestos anunciados por el gobierno provincial, dijo que tenía más expectativas en la gestión de Lifschitz y, a la vez que ratificó sus ambiciones para 2019, aseguró que no será candidato el año próximo.
“2016 fue un año difícil para el país, marcó el inicio de un gobierno sin mayoría en las cámaras legislativas con expectativas de cambio. Representamos a las provincias tratando de garantizar la gobernabilidad y en esa actitud se acompañaron medidas nacionales con el respaldo de gobernadores, pero fundamentalmente atendiendo a que sentíamos que esa era una de las instancias que la sociedad estaba marcando”, dijo el senador.
En ese contexto, recordó que desde el Congreso se dieron “algunos alertas” al gobierno nacional a través de las “leyes mensajes”. “Es advertir con la media sanción de un proyecto al gobierno nacional por determinados temas. Las hubo respecto a los despidos, en la cuestión social, con las tarifas. Hicimos lo que entendemos corresponde a la oposición: acompañar las cosas que se consideran dentro del marco de la relación Nación-Provincia, pero generar las advertencias en aquellas decisiones políticas que a nuestro entender crean dificultades en la marcha del país”.
-Después de mucho tiempo el Congreso volvió a tener un rol importante en el contexto político.
-Una de las circunstancias positivas que todos reconocen del gobierno es el diálogo y el rol que el Congreso ha tomado. Las instancias son muy claras. Si no tenés mayorías en ninguna de las dos cámaras, tenés que construirla con el dialogo. Eso de por si marca una señal distinta. en el Senado hemos tratado de mantener un equilibrio en aquellas decisiones nacionales que posibilitaran una relación fluida con las provincias.
-Respecto al presupuesto 2017, la discusión en Santa Fe fue la de todos los años por las obras que están y por las que no.
-Recupera recursos para las provincias. Para Santa Fe están incorporadas las principales obras sobre las que la sociedad tiene expectativas. Ojalá los tiempos permitan que se licite alguna de ellas. el cambio de gobierno puso fin a algunas discusiones respecto a si el monto que estaba en el presupuesto iba a alcanzar o no para una determinada obra. Lo importante es que esté abierta la cuenta con la identificación de la obra, porque eso marca la posibilidad de la realización. Están todas menos la del puente Reconquista-Goya, que era la única que tenía proyecto ejecutivo terminado. Seguiremos batallando para que pueda materializarse. Ojalá que la ley de Asociación Publico Privada pueda generar interes para ese proyecto.
-Senadores, gobernadores y dirigentes gremiales trabajaron todos juntos. ¿Como fue la relación con las autoridades de la provincia de Santa Fe?
-Hubo diálogo con muchos de los gobernadores. La ley de Presupuesto es uno de los ejemplos más claros. Fue una buena ley para las provincias. Para Santa Fe quedó plasmada la cobertura del déficit de la Caja de Jubilaciones por al menos 1200 millones de pesos, la condonación de la deuda de la EPE con Cammesa por más de 1.200 millones. Y también se consiguió incluir en la masa de coparticipación 5 mil millones adicionales que provienen de los ATN para coparticiparlos a municipios y comunas. en esa línea es donde empieza a marcarse claramente el tema del federalismo. Creo que en el tema Ganancias se los escuchó a muchos gobernadores en el Senado. Algunos a favor, como los del sur, y otros en contra. Las cifras que trascendieron eran exageradas.
-Se llegó a hablar de una pérdida de ingresos fiscales por 130 mil millones de pesos.
-Si eso era cierto tenía que desaparecer la cuarta categoría. Está bien que los gobernadores sean celosos en el cuidado de sus recursos, pero lo que dejaba de ingresar al Tesoro de la provincia directamente, por ejemplo, iba al bolsillo de los trabajadores. Y eso es una rueda. Hay más consumo, ingresos brutos, IVA. Está claro que no es lo mismo recibir la plata directamente que tener que juntarla, pero en los momentos que se viven es una señal importante de inyección de recursos. en el caso de los santafesinos alcanzados por Ganancias, eran más de 824 mil sobre 2,3 millones los que tributan en todo el país.
La relación con Lifschitz
-¿Como es su relación con el gobernador Lifschitz? Porque este año han trabajado temas de impacto directo en al provincia.
-Respetuosa. Nos conocemos de cuando eramos intendentes y de antes también. Sabe que puede contar conmigo porque asumí sabiendo que soy senador de todos los santafesinos, de los que me votaron y de los que no. Tengo que representar a la provincia, lo que no quiere decir que tenga que hacer todo lo que el gobernador quiera, sino lo que entiendo es el mejor criterio que representa a todos los santafesinos. Trato de aplicar el concepto de la mejor manera. Y también hay situaciones donde tengo diferencias y las he marcado. Aprendí hace mucho tiempo que hay que ser duro con los problemas, no con las personas.
-¿Que opina del gobierno provincial?
-Tenía más expectativas, sobre todo en algo en lo que fui muy claro y directo con el gobernador en las reuniones previas. Creo que Santa Fe sigue sin atacar el tema principal que es el de la seguridad. Y no ponerlo totalmente sobre la mesa es lo que dificulta resolverlo. No hacerse cargo, no reconocer que Binner, Bonfatti y ahora Lifschitz no han acertado en todos estos años en la política de seguridad, en la formación policial, es lo que más me preocupa. Si hay errores habría que reconocerlos y tener una señal clara hacia la fuerza y la sociedad, de respaldo a los buenos policías. Veinte mil policías no pueden ser todos malos y corruptos. Hay que generarles una clara señal de que quien sea buen policía será acompañado y quien no, será separado. Hay que capacitarlos, equiparlos, profesionalizarlos, pagarles mejor, hacerles entender que son nada menos que la Policía de Santa Fe. en la campaña lo decía permanentemente, Santa Fe no es una provincia más, es un país. Es más que Uruguay y Paraguay, para que se pueda enteder más claramente. Tenemos que tener una policía de la cual sentirnos orgullosos, tenerle confianza, con equipamiento y tecnología del primer nivel. Hoy hay análisis que se mandan a hacer a Salta.
-¿Sigue siendo la seguridad la principal demanda de los santafesinos?
-Hay cosas que reflejan si queremos poner todo lo que la sociedad nos demanda o no. Cuando uno llega a la función tiene expectativas y sueños, pero también tiene que hacerse cargo de la realidad de la gente que hoy quiere vivir tranquila, tener seguridad. a lo mejor el puente puede esperar dos años, pero caminar por la calle no. Está la vida en juego, hay demasiadas víctimas. Algo estamos haciendo mal, porque de las tres ciudades más violentas del país dos son nuestras: Rosario y Santa Fe. Estamos haciendo algo mal, porque si no no podríamos tener resultados tan malos.
-¿Como ve las otras cuestiones de la provincia?
-Con preocupación por la caída del poder adquisitivo. La suba de precios fue muy fuerte y los aumentos de las tarifas también. Somos una provincia cara. Y en una coyuntura como la que estamos viviendo, con las tarifas habría que actuar de otra manera. en Santa Fe, con el aumento que se aplicará a partir de enero, se sumará un 500 por ciento en las tarifas de energía. No hay sueldo que alcance. Es allí donde la Provincia podría tener una política diferencial con el sector productivo, con los más vulnerables, y una política social con las entidades deportivas.
-Empieza a sentirse la crisis de empleo. a fines de año lo vimos con lo que ocurrió en la empresa Bahco.
-La dirigencia gremial y los trabajadores sienten que si bien aún no está el telegrama de despido, están los procesos de crisis, las suspensiones, las vacaciones adelantadas. Son las señales. La preocupación está y es allí donde la actitud del gobierno de la provincia va a tener que ser muy fuerte estando cerca. Y una de las herramientas para acompañar a los sectores productivos en crisis es la tarifa y la política impositiva. Hay que ser muy cautos. Cualquiera de los aumentos anunciados están por encima de la expectativa de la inflación nacional. Me parece que en estos momentos es cuando hay que tener una mirada con la mayor sensibilidad.
“No voy a ser candidato en 2017”
-El año que viene hay elecciones ¿Va a ser candidato?
-No. Agradezco a quienes piensan que puedo hacer una buena elección. Es importante dar algunas señales. Todas estas experiencias testimoniales, ser candidato en todas las elecciones, no es serio. La dirigencia del justicialismo tiene mucha riqueza, gente anónima o desconocida, buenos dirigentes que necesitan la oportunidad de hacerse conocer, presidentes comunales, intendentes, dirigentes gremiales y sociales, dirigentes juveniles. La juventud ha tenido en los últimos años una actitud de involucramiento y participación. No podemos los candidatos ser los de siempre. Voy a acompañar el proceso de muchos que tienen que surgir. Que ya empiecen a participar de ese proceso es un triunfo. Yo tengo expectativas de ser gobernador en 2019, no es ninguna novedad, pero no es para plantearlo ahora, porque faltan 3 años. Pero el sostenimiento de las expectativas requiere también que mucha más gente pueda surgir y vaya conformando un proyecto mostrando méritos propios. Creo que en política hay que crecer por méritos propios y no por errores ajenos. Ese es un proceso que tiene que darse en la provincia y es el partido el que va a asumir la construcción de un justicialismo con un frente amplio. Hay que tener amplitud. Tenemos una diversidad muy marcada en la sociedad y hay que saber conducirla.
-Después de muchos años donde los dirigentes del justicialismo jugaron cada uno su propio juego, la unidad de los concejales de Santa Fe dejando de lado diferencias para ganar la presidencia del Consejo es una primera buena señal.
-Hay muchas de esas señales. Cuando hay expectativas esas cosas empiezan a marcarse. La sensibilidad del peronismo también detecta los momentos difíciles, que nos obligan a actuar de otra manera. Nos obliga a juntarnos, a trabajar en equipo. La preocupación por la gente debe ser la primera, lejos. Y eso es lo que tiene que empezar a poner por delante cualquiera ambición personal. Quien no lo entienda, no está entendiendo el momento, ni las dificultades de más de 8,7 millones de argentinos que son pobres.
-¿Está de acuerdo con la unificación de las eleciones?
-Soy respetuoso de la posición pública que hizo el justicialismo, pero soy alguien que valora mucho las expresiones locales. Cuando juntamos todo, se nacionaliza. Y los problemas de cada ciudad o pueblo quedan en segundo plano. No le quito valor a las decisiones nacionales, pero gran parte de los problemas se han ido localizando en las ciudades y pueblos. Lo de las prestaciones de servicios como el alumbrado y la limpieza fue superado. Hoy la seguridad y la salud tienen implicancia en lo local.
-¿Que piensa del lanzamiento de la candidatura de Agustín Rossi?
-Todos tienen derecho a participar. La Constitución dice “a elegir y a ser elegidos”.
La discusión por Ganancias
-El último tema que trataron en el Congreso fue el de Ganancias. ¿Terminó bien? Porque había muchos jugadores en la cancha, desde los gobernadores, el movimiento obrero, el gobierno central, el presidente, los jueces, etc.
-Terminó como debía haber empezado, si uno quería este resultado, que era empezar a destrabar un problema de larga data, dar una señal al sector de los trabajadores alcanzados por Ganancias. No está todo resuelto, es el inicio. Es una ley con dos temas centrales: reestablece escalas -se deja de pagar el 35 por ciento ni bien te alcanza el impuesto- que van a ser permanentes y establece la actualización periódica para las deducciones y los montos mínimos. de esa manera escapan a la discrecionalidad de cualquier gobierno. Entra en el análisis el tema de viáticos y horas extras, que era una vieja discusión y planteo de los gremios para los cuales son claves estos componentes.
-¿Cree que resolvieron el problema?
-No resuelve todos los problemas, empieza a resolverlos. Yo veo la instancia positiva de lo que ocurrió. Creo que si Massa no hubiese empezado la discusión en Diputados no teníamos ley. Pero también gracias a que se reestablece el diálogo a pedido del Senado con la convocatoria a los trabajadores, los gobernadores y los distintos bloques con representación en las cámaras, que es por donde se debía haber empezado. el planteo interno era “si los trabajadores acordaban, nosotros ibamos a acompañar haciendo ley ese acuerdo”. Y es lo que hicimos. Las expectativas eran mayores, se esperaba más. Seguramente el año que viene seguirán las discusiones, pero se harán sobre una ley que supera en mucho lo que pasó en los últimos 17 años.