Durante tres horas, el subdirector del Organismo de Investigaciones (OI), Víctor Moloeznik, expuso ante diputados y senadores que integran la Comisión Bicameral de Acuerdos. Desestimó que exista en la provincia un sistema de espionaje y escuchas ilegales, pero ratificó que se produjeron irregularidades en la institución, que vinculan a su titular, Marcelo Sain. Describió la complejidad de trabajar sin recursos, y con un jefe que "denosta" al personal y genera "escenarios de ruptura" permanentes.
- Hace tiempo que en la provincia se habla de espionaje, escuchas ilegales, carpetazos… ¿Desde el punto de vista técnico, es posible esto en Santa Fe?
- Yo dejé muy claro a los legisladores que en lo que hace a escuchas ilegales o a intervenciones a teléfonos móviles o fijos en forma ilegal, creo que no ha sucedido. Y tengo la convicción de que no existe la tecnología en Santa Fe para poder hacerlo. Aquí no tenemos otro modo de realizar una intervención telefónica que no sea a través del oficio de un juez remitido a la Dirección Nacional de Intervenciones. Estoy convencido de que nadie en la provincia tiene la tecnología para hacer eso con aparatos como las famosas valijas o cosas similares. Eso cuesta entre cinco y diez millones de dólares. Hacer una adquisición de ese valor en forma ilegal es muy complejo con el presupuesto que tenemos. También le dije a los legisladores que aun cuando alguien tuviese ese valija en la provincia, es muy difícil su uso; son meses de entrenamiento. Son equipos de origen alemán, israelí o norteamericano y la persona que lo opere puede tardar entre seis meses y un año en capacitarse. La verdad es que ha quedado demostrado que ha habido algunas irregularidades en el OI; tal vez con el devenir de la auditoría o por el accionar del propio Ministerio Público de la Acusación surjan otras. Pero en principio no tienen que ver con el uso o la intervención ilegal de comunicaciones privadas.
- Precisamente, salvada esa situación ¿habría existido sí una transmisión indebida de datos desde el OI hacia el por entonces ministro Marcelo Sain?
- Eso parece que ya está claro en las mismas actuaciones que hoy tiene la Auditoría.
- ¿Es usted quien detecta esa situación irregular, que termina involucrando a Débora Cotichini, Jefa de Inteligencia Zona Sur?
- Yo lo que detecto, porque algunos empleados así me lo manifestaron, es esta cuestión del formateo de la computadora y también, la extrusión de material documental. Pero la realidad es que sí; ingreso a la oficina de Cotichini, una oficina propia de un Jefe de Investigaciones donde debía haber papeles hasta el techo y legajos, y sin embargo, la oficina estaba vacía.
- Ella sostiene que su oficina había sido intervenida o vaciada… ¿Fue así?
- No no. Yo ingreso y la oficina ya estaba vacía; no había ni un papelito arriba del escritorio.
- ¿Había sido vaciada antes?
- Eso es justamente lo que me vino a manifestar un empleado; yo no le creí. Fui y les pedí que me abriesen la oficina porque estaba cerrada con llave y me encontré con ese panorama. Ante esa situación, convoqué a un perito forense para que me acompañara, encendiera la computadora y constatara si el aparato había sido formateado. El perito lo constata y ambos firmamos un acta donde documentamos ese procedimiento. No sé si fue el más correcto; en todo caso, no teníamos protocolizado qué hacer ante una situación de esas características. Yo me encontré ante una situación que consideré delito flagrante y los integrantes del OI cuando estamos ante un panorama así, la misma ley nos instruye a preservar la escena del hecho. Era mi deber como funcionario; intenté preservar esa computadora para que eventualmente el día de mañana pudiese ser peritada.
- ¿Esa computadora pertenecía a Cotichini?¿Se presume que quería borrar huellas o pruebas?
- Esa computadora pertenecía al Ministerio Público de la Acusación, pero sí, era la que utilizaba ella en forma personal. Desconozco qué es lo que buscaba; tal vez es verdad lo que manifestaron los empleados de que se olvidaron la clave y decidieron borrarla… Lo vamos a dilucidar cuando se realicen los peritajes correspondientes.
- ¿Les consta que se haya buscado información dentro del OI sobre algunas figuras de la política santafesina, y transmitido a Sain?
- Al momento no me consta, pero tampoco lo puedo negar tajantemente. Lo que intenté transmitir a los legisladores es que si esto ocurrió, cosa que hoy no estoy en condiciones de negar, ellos deben tener la tranquilidad de que desde el MPA lo vamos a esclarecer. Somos una institución donde no nos ha temblado el pulso en meter presos a nuestros propios fiscales y hasta a un fiscal regional. Por lo tanto, si existieron este tipo de conductas o irregularidades, tengan la tranquilidad de que van a ser esclarecidas o haremos el esfuerzo para esclarecerlo.
- Respecto de lo que Sain imputa sobre su trabajo, esta suerte de irregularidad en determinados procedimientos mientras usted (siendo Sain ministro) estaba al frente de OI, ¿qué puede decir?
- En realidad él lo imputa en un solo procedimiento y de allí desliza que si sucedió en uno, puede haber sucedido en muchos. Lo que sucedió allí es que un fiscal, que incluso está dispuesto a declarar ante la Legislatura, solicitó la desgrabación de unas escuchas mediante oficio judicial, y esa tarea se llevó cabo por oficio y pedido de un fiscal. La supuesta irregularidad que (Sain) denuncia es que no se confeccionó una directiva de investigación interna para llevar adelante esa diligencia; bueno, puede haber sido una falta en un procedimiento que en definitiva, es un procedimiento interno que tenemos dentro del organismo para ordenar nuestro trabajo. Pero de ninguna manera hubo una tarea investigativa o de análisis por fuera de lo solicitado por el fiscal. Yo interpreto que esa denuncia forma parte, desgraciadamente, de una chicana bastante maliciosa.
- ¿Cuál es el clima de trabajo en un organismo donde director y subdirector conviven con denuncias cruzadas y ambos permanecen en sus cargos? ¿Cómo se trabaja?
- Es complejo; desde el regreso de Sain al OI estoy a cargo de las áreas periciales por lo cual casi no tenemos contacto cotidiano, pero sí es cierto que es bastante incómodo desde su regreso, el trabajo del organismo con el MPA. Pensemos que el OI es un órgano auxiliar y de apoyo a los fiscales, y depende de la Fiscalía General. Bueno, tener un director de esa área de apoyo que se ha encargado tanto en público como en privado de denostar constantemente la figura de su jefe, es complejo. Si a mí me dicen 'vas a trabajar con este compañero' y yo me dedico a decir a este compañero de trabajo que me asignaron 'sos un inútil, no servís para nada, sos un vago', bueno, no va a haber mucha voluntad de esa persona para apoyarme en esa tarea. Esto es lo que hoy sucede desgraciadamente; es complejo coordinar tareas y llevar adelante investigaciones en un contexto donde un director se ha encargado de denostar y generar conflicto con gran parte la estructura del Ministerio Público. Es complejo que él plantee ese escenario de ruptura, de crisis, de crítica y a su vez quiera trabajar en ese espacio.
- Y en el medio, investigaciones asociadas, por ejemplo, al crimen organizado que no pueden avanzar…
- Sí, y en un ámbito en términos generales de precariedad no sólo del organismo sino de todo el Ministerio Público. Me gustaría que me inviten a otro tipo de reuniones donde discutamos con la Legislatura cómo mejorar nuestros laboratorios, cómo formar nuestros analistas criminales, cómo tener más presupuesto para tener más tecnología… La verdad es que el debate que nos tenemos que dar es si la comunidad social y política santafesina quiere tener estructuras para investigar al crimen organizado y a la delincuencia financiera, porque hoy estamos lejos de tener esa capacidad de investigación en Santa Fe, más allá y dejando de lado la figura de Saín.