Ante la realidad y el constante crecimiento de los índices delictivos, tanto en la provincia como en todo el país, y ante la necesidad de formular una estrategia seria y a largo plazo que permita abordar y mejorar la seguridad pública, el concejal santafesino manifestó que “no se puede seguir discutiendo este tema a través de slogans, como si fuera un show mediático” y solicitó nuevamente “que se abra el diálogo, para que se puedan pensar y establecer programas y políticas públicas que busquen disminuir los delitos y las muertes que estos ocasionan. La seguridad no es un tema aislado, y requiere coordinación entre todos los actores de la sociedad civil, el estado en todos sus niveles, la Justicia, y acompañándolo también de una fuerte inversión social. Es por esto que le insistimos al Gobernador de la provincia que cumpla su promesa, realizada hace más de 120 días, de convocar a la Junta Provincial de Seguridad”. Garibaldi aseguró también que “la seguridad no puede ser un vehículo de confrontación mediática permanente. Se necesitan acuerdos marcados con puntos basados sobre grandes consensos y mucho trabajo diario, mucha gestión de gobierno en el marco de un Plan de Seguridad”.
El 2020, lamentablemente, fue un año récord en nuestra ciudad en lo que a delitos y homicidios refiere, alcanzando el número de 80 homicidios durante el transcurso del año. Como resultado de esto podemos ver que la tasa de homicidios cada 100.000 habitantes, para la ciudad de Santa Fe trepó al 18,65, superando a la de la ciudad de Rosario, cuyo índice es de 16,96. En este marco, el concejal planteó la preocupación no solo por la cantidad, sino también porque las estadísticas indican que “más del 40% de las víctimas tenían entre 20 y 29 años, y casi el 80% de los homicidios tuvieron lugar en la vía pública, lo que nos habla de una violencia urbana comprendida en una franja de la población para la cual se han eliminado los programas de prevención del delito que existían hasta la llegada de esta gestión y no se está generando ninguna política para reemplazarlos. Los resultados están a la vista”.
Durante la campaña electoral, el gobernador prometió una fuerza policial equipada, con toda la tecnología, pero en la realidad “en Santa Fe, en el año 2020, hasta inicios del mes de octubre, sólo el 6% del presupuesto destinado a infraestructura en seguridad había sido ejecutado, como así tampoco los 3 mil millones que envió el Gobierno Nacional en el mismo mes. Esta falta de inversión impacta, entre otras cosas, en la disminución de la cantidad de patrulleros, que bajaron de 90 a 30 móviles, expresado por el propio titular de la cartera de seguridad, el ministro Saín”. Asimismo, Garibaldi plantea: “¿Qué hubiese pasado si no hubiésemos atravesado el aislamiento social, preventivo y obligatorio que rigió en nuestro país y en nuestra provincia por más de 60 días y que restringió el uso de la vía pública y los encuentros sociales?, ¿Hasta dónde hubiesen trepado esas cifras”. “Todo esto sucedía mientras el ex jefe de la policía se vio imputado en una causa asociada al juego clandestino, mientras el ministro de seguridad se preocupó más por violentar a las fuerzas policiales, y a la sociedad, con un show mediático, muchas veces desde Buenos Aires, donde reside, más que por velar por la seguridad de los santafesinos”, y sostuvo: “…el gobierno provincial tiene que salir del “modo campaña”. Los santafesinos necesitamos de un verdadero rediseño institucional del Sistema de Seguridad Pública, que posibilite mejorar la seguridad, la credibilidad en la justicia y las instituciones de gobierno. Creemos que a este grave problema lo debemos afrontar entre todos, por eso insistimos en nuestro pedido para convocar a la Junta Provincial de Seguridad”, finalizó