Hoy se llevará a cabo la firma del Pacto de Mayo, evento convocado por el presidente Javier Milei. Aunque se espera la participación de 17 gobernadores y del expresidente Mauricio Macri, la ausencia de los jueces de la Corte Suprema es notable.
En las horas previas al acto del 9 de julio convocado por el presidente Javier Milei, los magistrados se suman a la lista de quienes no asistirán, junto a gobernadores y exmandatarios
Hoy se llevará a cabo la firma del Pacto de Mayo, evento convocado por el presidente Javier Milei. Aunque se espera la participación de 17 gobernadores y del expresidente Mauricio Macri, la ausencia de los jueces de la Corte Suprema es notable.
Los cuatro ministros de la Corte Suprema: Horacio Rosatti, Carlos Rosenkrantz, Juan Carlos Maqueda y Ricardo Lorenzetti, informaron su decisión de no asistir a través del área de ceremonial de la Corte Suprema, sin ofrecer detalles específicos de sus razones. La decisión se da en medio de la polémica por los jueces propuestos y el proyecto de ampliación de la Corte Suprema. Al respecto, el Gobierno impulsó dos pliegos de candidatos para cubrir vacantes en el máximo tribunal: Ariel Lijo y Manuel García-Mansilla.
El Pacto de Mayo, originalmente planeado para el 25 de mayo, fue postergado hasta hoy debido a retrasos en la aprobación de la Ley de Bases y el pacto fiscal. Milei confirmó la realización del evento el pasado 20 de junio durante un discurso en Rosario, donde convocó a diversas autoridades políticas, incluyendo a los miembros de la Corte Suprema, empresarios, trabajadores y a toda la ciudadanía.
La Oficina del Presidente también difundió la convocatoria a través de redes sociales: “El presidente convoca a la firma del Pacto de Mayo durante la vigilia de este 9 de julio en la Casa Histórica de Tucumán. En el mismo lugar donde hace 208 años se firmó la independencia de nuestra patria, nos reuniremos para forjar el futuro de la nación argentina…”
En primer lugar, la firma del Pacto de Mayo es un acto principalmente político partidario, no institucional. Los jueces que componen el tribunal esgrimieron su decisión en el formalismo de que no están habilitados por la Constitución para firmar pactos de esta índole.
Por otro lado, hay una interna entre Lorenzetti y el resto de los miembros de la corte, debido a que él es quien impulsa la candidatura de Lijo, mientras que el resto no estaría de acuerdo.
Sustitución: Juan Carlos Maqueda, uno de los jueces de la Corte, expresó su molestia porque, al cumplir 75 años, los miembros de la Corte tienen derecho a solicitar al Senado un nuevo acuerdo para continuar en el cargo por otros cinco años. Sin embargo, Maqueda, no tuvo esa oportunidad ya que el gobierno propuso directamente reemplazarlo por Manuel García-Mansilla.
El Gobierno sugirió aumentar el número de jueces de la Corte de cinco a siete, lo que, según los actuales miembros, comprometería su independencia y reduciría su peso en las decisiones judiciales. Dos jueces del máximo tribunal ya habían expresado su postura respecto a la posibilidad de ampliación. Lorenzetti criticó el intento del kirchnerismo de aumentar de cinco a 15 el número de integrantes de la Corte en 2022. Por su parte, Horacio Rosatti, presidente del órgano judicial, manifestó: "Sería bueno que nos consulten".
Lorenzetti, por su parte, ya le había avisado al presidente que no asistiría al acto del 8 de julio debido a un viaje programado. Además, argumentó que la Corte no tiene acuerdos de ministros programados para la semana próxima debido a la feria judicial de invierno.
Con la designación de Lijo y Manuel García-Mansilla, Milei busca cambiar el equilibrio de poder en la Corte. Lijo serìa un aliado cercano de Lorenzetti, mientras que García-Mansilla es conservador y vinculado al mundo empresarial, lo que podría influenciar la dinámica interna del tribunal. Hasta el momento, Maqueda, Rosatti y Rosenkrantz conformaban un bloque, mientras Lorenzetti permanecía aislado. Con la incorporación de Lijo eso cambiaría. Por otro lado, García-Mansilla, un académico y abogado vinculado al mundo empresarial, es conservador y antiaborto, lo que también cambiaría la dinámica interna de la Corte.