La ex presidente sorprendió a propios y extraños: dio su bendición a un dirigente que había sido muy crítico con su gestión, incluso con su persona, tras la muerte de Néstor Kirchner.
La ex presidente sorprendió a propios y extraños: dio su bendición a un dirigente que había sido muy crítico con su gestión, incluso con su persona, tras la muerte de Néstor Kirchner.
En términos estrictamente políticos, Alberto Fernández, fue la otra viuda del ex presidente. Sólo soportó un año de gobierno de Cristina Fernández de Kirchner como su jefe de Gabinete. Había ocupado ese rol preponderante desde 2003.
Poco después de su salida del primer gobierno de Cristina, su rol en los medios de comunicación fue el de comparar a ella con él.
De Fernández (de Alberto, de ahora en más) se dice que fue clave para que hubiera un padrinazgo de Duhalde a Néstor, que luego el ahijado olvidó. (¿Ocurrirá otra vez?).
A la sorpresa de que la ex presidente anuncie que no será candidata se suma otra: la del hombre elegido. Y ambas fueron -todo se sabe con el diario del lunes- consecuencia del sorprendente cambio operado en Alberto Fernández, que hasta hace unos meses bien pudo ser candidato de algún espacio del peronismo no K.
Viento del sur
El video que presenta la decisión de Cristina merece un análisis profundo, aquí se esbozan sólo algunos apuntes: lo primero que se ve es una Bandera argentina en un paisaje típicamente patagónico donde hay un pequeño espejo de agua, ninguna de las postales magníficas de los hielos continentales. Y en ese instante silva el viento del sur.
Le siguen referencias de tono patriótico inconfundibles: la Semana de Mayo que se inicia este 18. Y de allí se pasa a la idea de “hacer realidad de una buena vez por todas” la oración que ordena “primero, la Patria, luego el movimiento y por último los hombres”, del catecismo de las 20 Verdades.
De inmediato, patria y unidad del peronismo son uno, tras exponer los datos duros de la pésima realidad económica que vive el país, “peor que la de 2001”. (Curiosamente, allí el dólar todavía está a $ 41, lo que da una idea los tiempos de edición).
El video incluye imágenes bélicas de Medio Oriente y sostiene que hay una “guerra comercial” que amenazan a la Argentina con hacerla “más dependiente”.
Aclara que la decisión (no se sabe cuánto de esa decisión) le fue comunicada a los dirigentes del PJ. Considera que desde que es víctima de “la más feroz y despiadada campaña (...) de mentiras y difamaciones”. Recuerda la plaza llena “de pueblo” que la despidió como “nunca antes vista en la Historia argentina”.
Sin nombrar a Eva Perón vuelve a la idea del renunciamiento, como una forma de comprender cuál es la realidad política actual.
Un no porque no quiero
“El que me reconozcan, hoy al punto de poder ser elegida nuevamente por ciudadanos y ciudadanas para conducir los destinos de nuestra patria es reparador, luego de tantos agravios, y halagador luego de tantos esfuerzos”, expresa mientras abundan los primeros planos de militantes que lloran de emoción.
Parafrasea a Ringo Bonavena (pero sólo como “alguien”) para recordar aquello de que la experiencia es “algo que te dan cuando te quedás pelado” y agrega “bueno, aún tengo bastante pelo”, dice textualmente.
Sus últimas palabras, ahora como candidata a una vicepresidencia -que en la Argentina no implica una cuota importante de poder-, van dirigidas a “mis compatriotas” para “que no se resignen” al tiempo que marca el objetivo de “reconstruir el país”. Por último pide “cuídense mucho”, cuando vuelve la primera imagen de una Bandera agitada por un militante, mientras sale el sol.
La Semana de Mayo (título del video) comenzó con una proclama, que con el correr de los días terminó en otra. La propia Cristina Kirchner subrayó que quiere “más que un cargo (...) un lugar en la historia”.