El rumor está fuertemente instalado en la política santafesina: “renuncia Parola”. Afirmación o pregunta corre entre WhatsApp, diálogos telefónicos y los pocos encuentros personales que en época de pandemia se permite en ámbitos de algunos de los poderes del Estado. Es más, el gobernador Omar Perotti encabezó esta semana una recorrida al Hospital Provincial del Centenario de Rosario -uno de los principales efectores de salud de la provincia- acompañado por la secretaria del ministerio, Sonia Martorano y no por Parola. Otra mujer presente en la recorrida fue la ex ministra y hoy titular del nosocomio, Claudia Perouch. El propio ministro retuiteó la información oficial sobre ese acto de gobierno.
“No, para nada. Desmentilo” es la respuesta al lado de Perotti cuando se pregunta por la salida del ministro. “Omar está muy contento con la tarea y no tiene reproches. No tiene previsto pedirle la renuncia” se acota como para no dejar con margen de dudas al interlocutor.
No obstante, Parola ha señalado a colaboradores y algunos amigos que su ciclo está cumplido aunque sabe del impacto que puede tener su salida en medio de la pandemia que alteró los planes de todos los gobiernos.
“Se entusiasmó al principio, dijo que sí; comprobó luego que no era lo que pensaba y ahora tiene la disyuntiva aunque la decisión es retirarse del gabinete y volver a la actividad privada en la ciudad de Córdoba” desliza un amigo santafesino de Parola con el que suele compartir alguna comida y muchas horas de conversaciones sobre política y sobre salud pública.
En junio del año pasado, cuando el médico oriundo de San Guillermo saludó a Perotti por su triunfo, la respuesta del rafaelino fue el ofrecimiento para que lo acompañara como ministro y fue así que desde Córdoba se puso a trabajar en lo que sería su tercera gestión al frente del ministerio de Salud. Pero a diferencia de las dos gestiones anteriores con Carlos Reutemann como gobernador, en diciembre se encontró con que salió a la cancha con un equipo armado en base a las diferentes líneas internas de la alianza ganadora con base al justicialismo y no con equipo propio. Primer tropezón. “Además el ministerio tiene en la estructura administrativa y sanitaria muchos funcionarios que vienen de los doce años de gestión del Frente Progresista y complican la gestión” se admite en Casa de Gobierno.
Otro aspecto es la forma de gobierno de Perotti, diferente a la experiencia que tuvo Parola cuando acompañó a Reutemann. En su segunda gestión, dejó el cargo por diferencias con el ministro de Economía, Juan Carlos Mercier quien también en agosto de 2002 se alejó del gabinete. En aquel entonces, durante dos semanas antes se hablaba de la segura salida de Parola.
Dengue y coronavirus dominaron estos primeros cinco meses de la gestión. Poco para mirar hacia el futuro en materia de salud pública aunque en estos meses hubo refuerzos obligados de equipamiento, recursos humanos e incluso de infraestructura que debió apuntalarse para preparar el sistema para cuando llegue el pico de Covid 19.
“Perotti no piensa en cambios de gabinete” se insistió el viernes en Casa Gris. “Parola se va el 31 de mayo” agregan al lado del ministro e incluso añaden entre las causas la soledad en que se encuentra en la capital donde siguen cerrados los restaurantes donde solía juntarse, hasta el 20 de marzo, al final de la jornada a hablar con amigos de política y otras yerbas.