En respuesta a las incesantes amenazas contra el gobernador de la provincia de Santa Fe, Maximiliano Pullaro, la ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, tomará medidas más estrictas.
La ministra de Seguridad lo indicó este martes. Continúan los allanamientos en cárceles.
En respuesta a las incesantes amenazas contra el gobernador de la provincia de Santa Fe, Maximiliano Pullaro, la ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, tomará medidas más estrictas.
"Los presos de alto riesgo van a estar aislados y no van a poder tener ningún tipo de contacto con nadie hasta que se esclarezcan estos temas", aseguró este martes al cruzarse con los medios de comunicación.
“Hemos dispuesto una serie de medidas que hoy vamos a llevar adelante con presos de alto riesgo y de máxima seguridad que están en cárceles federales. Ayer (lunes) les di la instrucción al subsecretario de política penitenciaria, así que aquellos que se considera, prima facie, por la Justicia de Santa Fe que serían los que están llevando adelante la amenaza van a entrar al programa de alto riesgo que estamos comenzando en las cárceles federales”, indicó Bullrich al momento que se retiraba de su domicilio.
Luego, a través de su cuenta de X (ex Twitter), la ministra compartió una imagen de una amenaza y escribió: "Instruí al subsecretario de Asuntos Penitenciarios, Julián Curi, para que se disponga el inmediato confinamiento del preso que está en una cárcel federal que realizó las amenazas al gobernador Pullaro". "El que las hace, las paga", sentenció.
Maximiliano Pullaro aseguró este martes que el narcotráfico se apoderó de Rosario porque el Estado nacional no persiguió el “crimen organizado con determinación”.
Para Pullaro, las organizaciones que operan en la ciudad “son muy básicas y violentas” y agregó: “Acá no se va a encontrar con el Chapo Guzmán y con ciertas empresas de lavado de activos”.
Y resaltó: “Durante años tuvimos un Estado bobo que con prejuicios ideológicos no persiguió al crimen organizado por la determinación que lo tenía que hacer”.
Consultado por Marcelo Longobardi, en Radio Rivadavia, por la escalada de violencia del año pasado, el mandatario provincial apuntó contra “la cárcel”.
“Los últimos 4 años no se controló la cárcel y cuando tomamos la decisión de volver a hacerlo, tuvo un impacto fuera, pero no será por un tiempo prolongado. Los narcos no tienen más poder que el Estado. Rosario se va a estabilizar”, afirmó.
Este lunes, Pullaro reveló que recibió más amenazas contra su familia y decidió sacarlos de Rosario.
Fueron después de la restitución de los pabellones de alto perfil para jefes narcos y sicarios en la Unidad Penitenciaria 11 de Piñero y de la prohibición del ingreso de familiares con alimentos.
“Recibí una amenaza a mi familia. Vamos a seguir por este camino de pelear contra la delincuencia, vamos a seguir manteniendo a los presos de alto perfil en pabellones especiales, que es lo que más les molesta”, detalló.
En simultáneo, continúan los allanamientos en las cárceles y alcaldías de Rosario para desmantelar el narcotráfico y desarticular las operaciones para los diversos ataques en el sur de la provincia de Santa Fe.
En esta oportunidad, el Grupo de Operaciones Especiales (GOE) de la Policía de Santa Fe secuestró en diversas celdas de la cárcel de Piñero 13 celulares, pendrives, elementos cortantes, un router y juegos de Playstation.
Mientras que la Agencia de Control Policial (ACP) realizó requisas en la Alcaidía de la Unidad Regional XVII de la localidad de San Lorenzo.
Esta última había sido intervenida en las últimas horas por graves irregularidades. Las autoridades informaron que al penal ingresaban menores y mujeres en pabellones donde se alojan presos acusados de delitos sexuales.
Omar Pereyra, secretario de Seguridad de la provincia, confirmó que fue designado como interventor el comisario Gustavo Rapuzzi.
Los allanamientos en San Lorenzo se realizaron tras la denuncia de una agente policial sobre serias irregularidades en torno a pabellones VIP e internas policiales.
Asimismo, en la tarde del lunes se trasladaron a 10 reclusos al Servicio Penitenciario para “descomprimir el excedente de cupos de detenidos en las comisarías”.
Estos procedimientos se llevan a cabo desde la asunción del gobernador Maximiliano Pullaro, quién desde el comienzo de su gestión anunció la restitución de los pabellones de alto perfil para jefes narcos y sicarios en la Unidad Penitenciaria 11 de Piñero y de la prohibición del ingreso de familiares con alimentos.