Patricia Bullrich impone su rol de armadora política de Milei
Tras haber dejado la titularidad de Propuesta Republicana, fue rápido el proceso en el que la funcionaria empezó a encabezar la resistencia a los primos Macri bajo la estrategia de tener un pie en el partido amarillo y otro en el violeta.
Patricia Bullrich, ministra de Seguridad de la Nación.
Con su pasado peronista, primero en la JP, luego en el armado de Antonio Cafiero, y como tantos otros renovadores desembarcando en el menemismo, Patricia Bullrich supo más tarde integrarse en la administración bonaerense de Eduardo Duhalde y desde allí pegar el salto a La Alianza de Fernando de la Rúa y Chacho Álvarez, donde se encargó del sistema penitenciario y del ministerio de Trabajo en la debacle del gobierno que se fue dos años antes de cumplir su mandato. En ese derrotero, armó Unión por la Libertad con el objetivo de ir por la jefatura de la Ciudad de Buenos Aires en sociedad con Recrear. Quedó cuarta detrás de Mauricio Macri, Aníbal Ibarra y Luis Zamora. Sin embargo, nunca perdió de vista ese objetivo que podría estar empezando a retomar forma, si es que se empiezan a dar las condiciones. La dirigente se alió también desde Unión por la Libertad con la Coalición Cívica de Elisa Carrió. Tras su largo paso por el Congreso inició su proceso ejecutivo desde el Pro con Cambiemos como ministra de Seguridad, lugar al que volvió integrándose definitivamente a la mesa política de La Libertad Avanza, después de finalizar tercera en las elecciones presidenciales de 2023 como representante del ya desguazado JxC.
A partir de allí, y de haber dejado la titularidad de Propuesta Republicana, fue rápido el proceso en el que la funcionaria empezó a encabezar la resistencia a los primos Macri bajo la estrategia de tener un pie en el partido amarillo y otro en el violeta. Como pieza fundamental de la mesa chica libertaria, en la que sólo participan los hermanos Milei, Santiago Caputo, Guillermo Francos y Manuel Adorni, fue la encargada de atraer voluntades -que desde otras fuerzas- están respaldando el proyecto político, económico, social -y la batalla cultural- que promueve el mileísmo, ese entramado que muchos consideran un experimento producto del rechazo a una corporación dirigencial desgastada, a la que el economista de la Escuela Austriaca identifica como ´la casta´, con la que inevitablemente debe gobernar, convirtiéndose en una suerte de regente de ese conjunto de políticos que Milei asocia a lo que identifica como el "círculo rojo". Un tándem que desde esa perspectiva involucraría a empresarios, sindicatos, organizaciones sociales y periodistas, entre otros sectores con capacidad de fuego. El trabajo de "la doctora Bullrich", como la llama públicamente el presidente, es funcional al "triángulo de hierro" por tres factores fundamentales: Controlar la protesta social, potenciar la resistencia al macrismo duro, y aprovechar su experiencia y contactos parlamentarios para negociar el acercamiento de bloques que se dividen en el contexto del desconcierto que genera el arribo de otro tipo de conducción al Poder Ejecutivo.
Radicales con peluca
Así como consiguió que cinco diputados de la UCR cambiaran su primera posición en favor del aumento a los jubilados, y sin solución de continuidad, ayudaran -en pocas horas- a sostener el veto oficialista contra los trabajadores pasivos, estos últimos días del 2024 fue la responsable de conformar un encuentro entre los Milei, ella y Martín Menem con un grupo más ampliado de legisladores del centenario partido. "Cada uno habló de lo que quiso", expresó uno de los participantes del cónclave que a la vez manifestó: "Nos ha sorprendido la charla, la paciencia de él (Milei). Cada diputado trajo su tema, cuestiones de Santa Cruz, Misiones, Julio Cobos con las rutas, y por supuesto las cuentas de las economías regionales", enfatizó el vocero informal de la entrevista que aportó un dato que llamó la atención, no fueron de la partida ninguno de los funcionarios de la Jefatura de Gabinete.
Milei y los diputados radicales. Foto: Difusión Presidencial
Los referentes del radicalismo prefirieron no explayarse sobre las posibilidades de acuerdo electoral de cara al 2025. "Faltan cuatro meses para cerrar acuerdos electorales. Esto es muy vertiginoso y creo que el Gobierno es el que se tiene que preocupar por eso", refrendaron desde el entorno del jefe de bloque de la Unión Cívica Radical, Rodrigo de Loredo. Otro de los asistentes al evento señaló que ve "un Gobierno con una dinámica más contemporánea y que la política está más en la lógica. Acá no se andan con criterios sólidos, más bien abiertos, eso sí, con frentes estables y mucho más rudo en eso. Han armado su espacio propio, chico, pero de identidad clara, más que el radicalismo", confesó la fuente.
En el Patio de las Palmeras de Casa Rosada se comprendió mucho más la finalidad del encuentro. Entre los integrantes de la bancada radical, uno de ellos contó que "si más adelante se va a acudir o no a frentes electorales para un proyecto conjunto, puede que sí, puede que no", aseveró. Aunque confirmó un punto fundamental con respecto a lo que se viene. "Es cierto, algo de eso está en discusión", le reconoció a El Litoral el portavoz informal ante la consulta sobre si se está hablando de conformar un frente al estilo de Juntos por el Cambio, pero con impronta y liderazgo libertario.
¿Extraordinarias?
Lo que salió de los últimos contactos con los opositores dialoguistas es que no saben "si va a haber extraordinarias en febrero porque el Gobierno puede decir que en 15 días te trae una lista de temas ¿y qué podés decir a eso?", preguntaron. "Porque la verdad es que muchas veces el Gobierno ha usado las discusiones del Parlamento para tener iniciativa política, entonces ahí se mezclan un poco las cosas. Capaz que te convocan a extraordinarias por un tema y tal vez no tienen la iniciativa de que eso salga, pero si es así, esperemos que por lo menos se debata en febrero", pidió un radical.
Acerca de la posibilidad de avanzar con la eliminación de las primarias, un referente de la UCR que se autoproclama alfonsinista y mantiene buen diálogo con los mileístas, dijo que "lo de las PASO puede ser una idea que está ahí, pero yo que habló con Martín (Menem) permanentemente no recibo ninguna presión al respecto, y mirá que en la última reunión estuvimos con Javier, Karina, Patricia y Martín y ese tema no salió para nada", relató.
De todos modos, aclaró que "eso no quiere decir nada, porque como te digo, si en diez días dicen, vamos a tratar el tema, capaz que estamos todos encima de eso". De la misma manera, se supo que se planteó algo sobre la falta de Presupuesto 2025, pero que no se trató el tema a fondo. Sobre la Reforma Laboral "dicen que este año no pudieron", explicó un hombre cercano a De Loredo. "Qué significa que no pudieron, que no les convenía pragmáticamente por sobre otras prioridades. Sí les creo que cuando puedan lo van a hacer y creo que los gremios lo saben", arremetió el diputado, que añadió que "cuando digo que no pudieron -o no intentaron hacerlo- lo que digo es que ellos evaluaron que no lo podían hacer, pero lo que está claro es que tampoco lo quisieron hacer", se quejó. Pese a eso, no descartó "que, si mañana lo pueden hacer, tal vez lo hagan", se esperanzó.
Como hecho concreto, Milei les anunció a los legisladores aliados que están trabajando -además de Fargosi- con el licenciado Gastón Marra en el proyecto de Ficha Limpia. "O sea que lo van a traer al Congreso", expresó un operador radical, que consumado el último acercamiento del año con ellos sentenció: "Ahora que me pongo a recapitular, porque él (Milei) arrancó así, el Presidente nos invitó para agradecer la ayuda que le dimos, aún en las diferencias, porque se aprobó la Ley Bases y porque de alguna manera resistimos que no se tumbe el 70/30; que no se reglamente una forma del DNU como no se había reglamentado antes, es decir, todo ese derrotero donde de alguna manera, con divergencias, le cumplimos al Gobierno".
Patricia Bullrich, ministra de Seguridad de la Nación. Crédito: Secretaria de Prensa de la Presidencia
Todos reconocieron su cercanía a la flamante armadora política del oficialismo, Patricia Bullrich, que a su vez activa en el conflicto por el gendarme, Nahuel Gallo, retenido en Venezuela. A modo de reproche por el "no hay plata", un comensal comentó en tono de broma, "sólo nos dieron café y agua, no hubo almuerzo, nos levantamos 15 veces para ir al baño", chicaneó sonriente, al tiempo que analizó ante una consulta de este diario: "¿Si estamos en el medio entre la pelea de Macri y Bullrich? No sé", respondió y agregó, "esas son lecturas que harán ustedes. Nosotros no nos sentimos en el medio de nada, pero bueno, a la vez estamos en el medio de todo", reveló. Cuando partía por la explanada de la Rosada, El Litoral le consultó si habla con Martín Lousteau. El influyente dirigente radical no se dio vuelta, únicamente -y en retirada- levantó el dedo índice para asegurar de espaldas que no. ¿Y Bullrich? Repreguntó este diario. Desde lejos, uno de sus asesores respondió: "preguntále a ella, pero ya sabés, Patricia habla con todos", sostuvo con un tono irónico que adelanta un poco de lo que se viene en 2025 en materia de la denominada "rosca política".
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