Pedido de informes: ¿Cúanto tiempo pasan los menores hasta su "adoptabilidad"?
La Cámara alta repitió una consulta similar a la que formuló en 2022, aún sin respuesta. Desde que un niño u adolescente, por su protección, es separado de su familia, ¿cuánto espera hasta quedar en condiciones de que se inicie el proceso para encontrarle un nuevo hogar?
Los senadores de Santa Fe se hicieron eco de una preocupación recurrente. El tiempo de espera de un menor de edad hasta que el sistema judicial y de guarda lo declare en condiciones de ser adoptado o vuelve con su familia que lo había puesto en peligro o vulnerabilidad.
Un extenso pedido de informes, dirigido al Ministerio Igualdad y Desarrollo Humano y a la Secretaría de los Derechos de la Niñez, Adolescencia y Familia formula siete interrogantes que se ocupa de la situación que atraviesan los menores de edad que, para su protección, son separados de sus familiares.
El autor de la iniciativa, Rubén Pirola (PJ-Las Colonias), considera necesaria una breve introducción antes de desplegar los puntos a responder. Acude a la Ley N° 12.967 de Protección Integral de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes, y menciona las acciones del Estado "frente a situaciones de amenaza o vulneración de derechos o garantías".
El presidente de la bancada opositora recuerda que "la Secretaría de la Niñez cuenta con diferentes campos de acción que le permiten abordar las problemáticas de una manera interdisciplinaria y con equipos de trabajo altamente capacitados al efecto" y que "dentro de tales acciones, frente a situaciones insalvables, donde los derechos de los niños se encuentran claramente vulnerados, y no existen otras alternativas posibles, la Secretaría puede hacer uso de las medidas de protección excepcional (art. 58 y 58 bis), que en muchas ocasiones consisten en separar al niño, niña u adolescente de su familia nuclear, ampliada o con quienes mantenga lazos afectivos".
"Como es de esperar -sigue- el uso de tales herramientas debe ser restrictivo y excepcional, pero lo cierto es que es una realidad que es imprescindible afrontar y analizar para garantizar el acortamiento de los plazos de las situaciones de inestabilidad que pueden afectar seriamente el bienestar de un niño", reflexiona Pirola. En el proyecto, cita la preocupación que percibe en la sociedad sobre el tema que, como indican los considerandos, ya planteó en 2022 en un texto similar que sigue sin una respuesta oficial.
Los puntos planteados son los siguientes: "1. Cantidad de medidas de protección excepcional dictadas en el marco de sus funciones dentro del año calendario 2023. También informar la cantidad de las adoptadas en carácter de urgencia (art. 58 bis Ley 12.967);
"2. Del total de medidas de protección excepcional dictadas en el año 2023, detallar cuantas de ellas han sido objeto de recursos de revisión administrativos por parte de los familiares, representantes o responsables de la niña, niño o adolescente;
"3. De los recursos interpuestos, cuantos de ellos han tenido acogida favorable por parte de la Autoridad Administrativa;
"4. Tiempo promedio que transcurre entre el dictado de una medida de protección excepcional y, en los casos en que la vulneración de derechos de la niña, niño o adolescente continúa latente, la efectiva declaración del estado de adoptabilidad;
"5. Métodos específicos de notificación que posee la Secretaría a su disposición para la comunicación de las decisiones tomadas en el marco de medidas de protección integral a los familiares, representantes o responsables de la niña, niño o adolescente cuyos derechos se pretenden. proteger con la medida;
"6. Cuales son los mecanismos de supervisión de las medidas de protección excepcional dictadas que implementa la Secretaría para garantizar la integridad de los derechos de la niña, niño o adolescente que se pretende resguardar;
"7. Cuales son los mecanismos de control e intervención que posee la Secretaría en relación a los plazos del Programa de Acogimiento Familiar para garantizar los derechos de los niños, niñas y adolescentes y de las familias que se encuentren involucradas".
Entre otros argumentos, se indica que "luego de la separación efectiva del niño de su entorno familiar vulneratorio, la autoridad de aplicación, con el asesoramiento de los equipos interdisciplinarios intervinientes, evalúa la posibilidad de delegar el cuidado del NNA (Niño, Niña o Adolescente) en familiares que estén en condiciones de asumir el mismo y que garanticen el cese de las vulneraciones; alojar al niño dentro de instituciones oficiales o privadas para el resguardo de éste; o bien delegar su cuidado a una familia solidaria, dentro del marco del programa específico que recoge la problemática, denominado Programa de Acogimiento Familiar, para que ésta garantice la seguridad y crianza del NNA hasta tanto se resuelva su situación a largo plazo".
"Como bien es de esperar, las opciones con las que cuenta la Secretaría de la Niñez son transitorias y precarias y se basan justamente en garantizar en lo inmediato la integridad psico-física del menor. Pero el problema es justamente que lo transitorio de ello afecta gravemente los derechos del menor, generándole una angustia constante frente a lo inestable de su situación y en muchas situaciones tal transitoriedad no es tal ya que los plazos suelen extenderse generando de esta maneras serias complicaciones para la vida de los intervinientes", agrega.
"En muchas ocasiones la separación del entorno familiar de la niña, niño o adolescente, luego del debido control de legalidad de la medida por los Tribunales Especializados con competencia en la materia y de la pertinente tramitación administrativa del caso, termina convirtiéndose en una situación permanente con la declaración del estado de adoptabilidad del menor. Y es allí recién cuando el NNA comienza a visualizar una solución a sus padecimientos y puede soñar con tener una familia estable", observa.
A Pirola lo preocupa la "situación altamente angustiante" de los menores "en primer lugar por los padecimientos que encuentra en su entorno familiar donde a menudo puede peligrar su integridad psico-fisica, y en segundo, por la situación de inestabilidad emocional que le provoca encontrarse frente a un panorama incierto en su vida, privado de hecho de la posibilidad de tener una familia estable donde poder echar raíces afectivas".
Pone el ojo en lo que muestra "la experiencia", que ese duro camino hasta que se declare la adoptabilidad "puede tardar largos meses e incluso años enteros, lo cual debe ser particularmente valorado frente a la necesidad afectiva que tienen los niños y el natural apego que puede generar la estadía del NNA en caso de encontrarse bajo el cuidado de una familia solidaria".
Jóvenes aportes de una escuela
En los considerandos de su proyecto de pedido de informes, Rubén Pirola destaca que en una sesión del Programa Jóvenes al Senado, este 12 de noviembre, alumnos y profesores de la Escuela de Educación Técnico Profesional N.º 631 de San Carlos Centro presentaron una iniciativa sobre el tema de los menores separados de sus familias hasta su adoptabilidad.
Un estudiante expuso su propia experiencia, ya que su familia forma parte del Programa de Acogimiento Familiar desde 2013 y el senador cita a ese joven. "Debemos cumplir los artículos determinados por las leyes y se exige con autoridad a dicho cumplimiento de resolución de los casos, dentro de los plazos explayados en la Ley Nacional N° 26.061 y la Ley Provincial N° 13.093, de entre seis meses a un máximo de un año". Esos son "los tiempos son justos y necesarios para no causar daños emocionales tanto al niño como a la familia", observó. Comentó que "todo niño, niña u adolescente debe gozar de sus derechos adquiridos desde su nacimiento, debe gozar de la vida en familia, del amor de una Madre/Padre". Y advirtió que "actualmente, en nuestra provincia existe mucha burocracia" para que se cumplan esos derechos en el caso de los menores "sin familias, institucionalizados, depositados en familias sustitutas, sin voz y derechos de decidir".
"Seamos rápidos, coherentes y precisos, luchemos por los derechos del niño, por una vida digna para todos. Es urgente realizar una pausa y darle prioridad a los niños y el cumplimiento de sus derechos, para poder construir el futuro que nos merecemos. El tiempo es un factor muy importante y relevante en la vida de cada niño, no miremos al costado, participemos de un cambio para construir un futuro digno y respetado", dijo el alumno en el recinto del Senado.
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