El Litoral
"Ya pueden preguntarle sobre cualquier tema para probar quién está detrás de la autoría intelectual (del triple crimen)", dijo su defensor letrado.
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DyN
Carlos Broitman, abogado del detenido financista Ibar Pérez Corradi, acusado de ser el autor intelectual del triple crimen de General Rodríguez, reveló que su cliente "ya está oficialmente dentro del Programa de Protección de Víctimas y Testigos".
Además, recordó que su defendido volverá a declarar ante la Justicia el lunes próximo y advirtió que, al haber ingresado en ese plan del Ministerio de Justicia de la Nación, "ya pueden preguntarle sobre cualquier tema para probar su inocencia" y demostrar "quién está detrás de la autoría intelectual" del triple crimen.
"Estuve anoche con él (por Pérez Corradi) y ya está oficialmente dentro del Programa de Protección de Víctimas y Testigos; firmó delante de mí", reveló Broitman.
El letrado, preguntado por radio Splendid sobre qué implicaba eso, respondió que abre la posibilidad de que el financista pueda ser interrogado sobre "algunas cuestiones sensibles".
"Ya pueden preguntarle sobre cualquier tema para probar quién está detrás de la autoría intelectual (del triple crimen)", completó y alertó que su cliente "va a ejercer su derecho para demostrar su inocencia".
El abogado sostuvo que "la primera declaración" ante la Justicia "fue algo apurada" y que Pérez Corradi "estaba muy nervioso, ya que recién llegaba (desde Paraguay)". "Pero, por lo menos, se dio cuenta de la calidad humana de la doctora (María Romilda) Servini (de Cubría)", completó.
Frente a esa jueza, el financista aseguró que Sebastián Forza, una de las víctimas del triple crimen, le había dicho que "La Morsa", el apodo de la persona supuestamente involucrada en episodios criminales, era Aníbal Fernández, ex jefe de Gabinete kirchnerista.
Pérez Corradi, el martes último, fue trasladado desde la Base Aérea Militar Aeroparque (BAMA) al edificio Centinela, sede principal de la Gendarmería Nacional ubicada en el barrio porteño de Retiro, luego de que fuera extraditado de Paraguay.
El financista tenía un chaleco antibalas y casco, en medio de un megaoperativo en el que participaron numerosos agentes de fuerzas de seguridad y que incluyó la utilización de un doble de Pérez Corradi.