Rubén Sánchez
[email protected]
Desde su creación en el 2011, La Garganta Poderosa se convirtió en una revolución comunicacional: un medio autogestivo a nivel nacional, que busca visibilizar las problemáticas de los barrios más humildes.
Rubén Sánchez
[email protected]
La Garganta Poderosa es la revista que produce la organización La Poderosa. La organización tomó el nombre de la moto que utilizó Ernesto “el Che” Guevara para recorrer América Latina con su amigo Alberto Granados.
La Garganta Poderosa se edita en un gramaje de ilustración, y tiene algunas particularidades que la diferencian de lo convencional, más allá de su origen y financiamiento. En varios de sus textos utiliza una prosa en rima para exponer sus reclamos, lo que le agrega intensidad y ritmo a la lectura. También en los créditos de la revista aparece Rodolfo Walsh como redactor jefe, y 30.000 detenidos desaparecidos como colaboradores.
Sus logros como organización y como medio de comunicación le permitieron llegar hasta la Organización de las Naciones Unidas en 2017, donde presentaron diez casos de abuso de poder de las fuerzas públicas.
Comienzos y autogestión
La primera asamblea de la Poderosa tuvo lugar en el barrio bonaerense de Zabaleta, allá por el 2004. Actualmente, en 2018, hay cerca de ochenta asambleas en todo el país, una de ellas en nuestra ciudad: la de barrio Chalet.
Con el pasar de los años, desde la organización sentían la necesidad de tener un canal de difusión por cuestiones lógicas: no había lugar para ellos en los grandes medios.
“Nunca nos organizamos con la idea de producir un éxito editorial, un acierto de mercado o una innovación periodística. Generamos una revista como un medio para un fin. Y ese fin es la urbanización, mejorar nuestra calidad de vida en las villas” cuenta Nacho Levy, referente de La Poderosa a nivel nacional, quien visitó Santa Fe para acompañar la movilización a los 15 años de las inundaciones de 2003. Viste una remera roja que avisa que “Lula vale a luta” (“Lula va a luchar” en portugués, en alusión a la detención de Lula da Silva, ex-presidente de Brasil) y su ya clásica boina.
“Tenemos claro que no nacimos en un escenario ideal. En ese escenario teníamos que encontrar una manera de interpelar y de dialogar con los sectores a los que en la televisión les dijeron, y no tienen la culpa de eso, que en la villa sólo vive gente mala” reflexiona, haciéndole honor a la revista: piensa las respuestas unos segundos en silencio, y a medida que responde su voz cada vez se torna más atronadora, cargada de indignación cuando lo que cuenta lo irrita.
La revista, desde su primer publicación en enero del 2011, no tiene pauta oficial ni publicidad comercial. Se sostiene solamente a través de cooperativas de trabajo.
La estrategia fue que cada asamblea de La Poderosa pudiera, con sus métodos de financiamiento comunitario, solventar los gastos de sus redactores y fotógrafos, al menos hasta tres meses. Con el dinero de la “vaquita” hecha para la impresión, se hicieron 3.000 ejemplares: mil fueron distribuidos gratuitamente entre miembros de la organización, y los dos mil restantes fueron ofrecidos al público en general al precio de aquel entonces, . La revista tuvo un éxito rotundo, vendiendo todos los ejemplares.
Con lo recaudado se pagó nuevamente a los delegados comunicacionales de las asambleas, y se imprimieron los ejemplares de febrero. Allí fue cuando en las asambleas de La Poderosa se pensó que no era necesario continuar el financiamiento porque la venta de la revista ya solventaba los gastos. Sin embargo, se decidió continuar con el financiamiento comuntario mes a mes, para poder imprimir cada vez más ejemplares.
Fue el comienzo de la masificación de la Garganta Poderosa. “Y así se dieron cuenta de que existimos”, dice Levy, sonriendo con sorna.
Las tapas
Sus tapas se han vueltos un ícono de la lucha y la protesta. Por la revista pasaron símbolos del deporte, como Diego Maradona, Lionel Messi, Manu Ginóbili; de la música, como Charly García, Residente, Indio Solari; de la literatura como Eduardo Galeano y Osvaldo Bayer, entre muchísimos otros.
Todos con la boca abierta, con el gesto de estar gritando.
Algunas de ellas encierran historias inolvidables para la redacción de la Garganta Poderosa. Como la de la tapa de julio del primer año, que iba a ser Andrés Calamaro, pero se cayó de forma imprevista, con la fecha de impresión encima. Desde La Poderosa no había plan B.
“Y en esa asamblea dijimos ‘Ya está, ésta es la señal’” cuenta Levy riendo.
Desde la organización consiguieron el teléfono de Claudia Villafañe, ex-mujer de Diego Maradona. La llamaron y le aseguraron que “si no tenemos a Diego en 48 horas, la Garganta va a desaparecer.”
La contestación fue pesimista: Maradona se instalaba en Dubai en tres días.
“Celebro todo lo que están haciendo, te quisiera decir que sí ahora mismo. Yo te puedo prometer que le digo, pero la última palabra la tiene Diego”, contestó Villafañe.
Así que hubo que sentarse a esperar. No tuvieron noticias hasta el domingo por la mañana, cuando llegó una llamada mientras estaban en la asamblea para decidir que hacer. Y el milagro ocurrió: Diego Maradona los esperaba en su casa esa misma tarde.
Al ingresar al domicilio, el redactor encargado de la entrevista soltó las preguntas y abrazó a Maradona, llorando. “¿Por qué nos abriste la puerta de tu casa si sabíamos que éramos una manga de villeros?” le preguntó, emocionado. “Por eso”, respondió el diez.
Otra gran historia fue la tapa del número tres, de René “Residente” Perez Joglar , quien por ese entonces continuaba en el grupo Calle 13. Residente hizo ingresar al enviado de la Garganta Poderosa a su camarín en exclusividad, dejando fuera al resto de los medios.
La alegría desde La Poderosa era inmensa por contar con un artista de ese calibre para la revista. Pero a los pocos días murió un vecino del barrio, Pascual. Fue herido por una bala perdida, pero como la ambulancia no ingresa a Zabaleta, lo tuvieron que llevar en una carretilla hasta el hospital, al que llegó muerto. Y eso provocó una de las primeras encrucijadas a las que se enfrentó la Garganta Poderosa ¿Residente o Pascual?
Se debatió en asamblea, de la que participó la familia de Pascual, y la decisión fue unánime. Si la tapa era Residente, más gente conocería la historia de Pascual, y la necesidad de que la ambulancia ingrese al barrio.
Y esa estrategia permitió que, tiempo después, así como los nombres reconocidos y mencionados anteriormente, también tuviera su tapa Kevin Molina, un niño de 9 años muerto en un tiroteo en el barrio de Zabaleta, con disparos de arma de guerra y reiterados llamados al 911. También fue tapa Luciano Arruga, torturado por la policía y desaparecido por 5 años, hasta ser hallado enterrado en el 2014 como NN.
Los Nadies
“Los nadies: los ningunos, los ninguneados/que no son, aunque sean /[...]/que no tienen nombre, sino número/que no figuran en la historia universal, sino en la crónica/ roja de la prensa local/los nadies, que cuestan menos que la bala que los mata.”
Así reza el final del poema “Los Nadies” del entrañable (y extrañable) Eduardo Galeano, quien justamente también tuvo lugar en La Garganta Poderosa. El diálogo con Nacho Levy recuerda los versos del escritor uruguayo, al contar las realidades de los barrios humildes y vulnerados.
“Nosotros estamos convencidos de que la Garganta no creó, desmanteló. Es una ridiculez que un barrio ‘no tenga voz’. No existen los sin voz. Existen los sin micrófono, los sin revista...” considera Levy.
“Muchas veces nos encontramos discutiendo cómo tenemos que llamarnos. Si somos medios alternativos, entonces somos un plan B, de un plan A que no somos nosotros”, contesta al intentar definir la Garganta Poderosa, desde las múltiples definiciones que le han puesto ¿Periodismo villero? ¿Comunicación popular? ¿Medios alternativos?
Y relacionando las definiciones con las maneras de abordar las temáticas que tienen gran parte de los medios, afirma: “Se discute la pobreza entre cuarenta tipos gritando en horario pico, sin haber pisado nunca una villa. A mí el periodismo deportivo no me gusta, pero hay algo que hace muy bien: si como periodista cubrís Colón o Unión, no podés no ir al entrenamiento. ¿Cómo vas a hablar del equipo si no fuiste al entrenamiento? De las villas viene escribiendo hace 50 años un montón de gente que no la conocen ni desde el Google Maps.”
La Garganta lleva siete años siendo una alternativa al periodismo convencional, teniendo un gran éxito en las redes sociales también. Y, desde la organización, tienen muy claras las metas para el futuro.
“Creemos que la Garganta Poderosa tiene desafíos preparados para el futuro como medio de realización. El gran desafío de la Garganta es nunca volverse un fin. La Garganta es un medio, es una herramienta para que se modifique nuestra realidad.”
Mientras la vergüenza sea norma, el orgullo será revolucionario. Nosotros nos abrazamos a ese orgullo y reivindicamos la cultura villera, que por supuesto no es la reivindicación de la precariedad. La cultura villera es la tradición de construir colectivamente a pesar de todo.” Nacho Levy. Referente de la Garganta Poderosa