Los anuncios salariales que realizó el sábado el gobierno provincial para la policía no lograron desactivar los focos de protesta que comenzaron a generarse el viernes por la noche esencialmente en Santa Fe y Rosario. Este domingo por la mañana, la foto frente a la sede de la Unidad Regional I en el sur de la ciudad era idéntica a la del sábado, antes de que se conocieran las medidas oficiales. Ayer por la tarde, en un intento por descomprimir la situación, Antonio Bonfatti junto a los ministros de Seguridad, Raúl Lamberto; y de Gobierno, Rubén Galassi, adelantaron que pagarán el 27 de diciembre a todos los efectivos una suma de 1.500 pesos por única vez, y que otro tanto se abonará el 17 de enero para la compra de uniformes. Revelaron, además, que en febrero se abrirán por primera vez y de modo informal las paritarias para el sector. Paralelamente, la Nación envió 1750 gendarmes para reforzar la seguridad en el sur provincial.
Pero hoy, el paisaje en Urquiza al 700 no había cambiado. Desde temprano, un grupo de policías de civil y otros uniformados que habían terminado su día de servicio, mateaban en las inmediaciones de la Jefatura. Una camioneta llegaba con más cubiertas para alimentar la quema que daba el indicio cierto de la protesta. Un contenedor en el que también se quemaba basura terminaba de obstruir el paso callejero. Del histórico cañón ubicado en el ingreso al edificio colgaban hoy afiches de colores que explicitaban los reclamos: aumento y pago ya de adicionales completos (sin el descuento del 20% como es actualmente), pago de ascensos, y salario de 13 mil pesos, entre los puntos principales.
Mientras tanto, mujeres y niños de la familia policial seguían llegando y completaban la postal.
Insatisfechos
“Nuestra lucha sigue porque no hay mejoras salariales en los anuncios que hizo el gobierno”, resumió a El Litoral Sebastián, uno de los suboficiales autoconvocados. “No hay mejora, si hablamos de una suma por única vez y de plata para uniformes, cuando sabemos que sólo un pantalón de fajina cuesta 300 pesos o un par de borcegos, 700”, ejemplificó.
Los autoconvocados recordaron que el básico de un policía hoy sigue siendo de 530 pesos; que un ingresante gana 3.800 de bolsillo, y que uno con quince años de servicio, por ejemplo, cobra siete mil por mes contando asignaciones familiares.
“Nos quieren juntar en paritarias el año que viene junto con docentes y agentes públicos, pero nosotros no tenemos ni peso, ni voz ni voto en esa instancia. Los demás sectores tienen representación legal a través de sus sindicatos, pero nosotros no la tenemos”, advirtió Sebastián.
Anoche, delegados de una comisión armada espontáneamente para representar a “los policías autoconvocados” -así se definen-, se reunió con el secretario de Seguridad Pública, Matías Drivet; llevaron el petitorio con las demandas salariales y la solicitud de que no haya sanciones. Pero no se lograron mayores avances.
Ante el rechazo de los anuncios oficiales, advirtieron que mantendrán la protesta hasta que “se pueda discutir una verdadera propuesta salarial”, dijeron.
Genuino
“No estamos autoacuartelados ni somos Apropol”, enfatizó uno de los presentes, en alusión a la agrupación que esta semana fue denunciada penalmente por el gobierno provincial por apología del delito, al promover desde su página web una protesta del sector. “Esto es genuino. Empezó con un mensaje de texto; primero éramos diez y después veinte, y se siguieron sumando. Acá somos todos policías y dejamos bien en claro que estamos todos fuera de servicio, con franco de servicio. No hay autoacuartelamiento. Pero la decisión que el gobierno está tomando, puede llevar a que en cualquier momento, la gente que está trabajando también se sume”, advirtió Sebastián.
Tras negar el autoacuartelamiento, uno de los suboficiales admitió que el clima social generado a partir de la protesta puede desencadenar hechos como el intento de saqueo anoche en una pilchería -repelido por las propias fuerzas-, el robo de varias motos en un supermercado, o el intento de saqueo esta mañana en otro. “Desgraciadamente eso es inevitable”, sentenció.
Según comentaron, además de en Santa Fe y Rosario, también se mantienen protestas en las regionales de Rafaela y San Lorenzo. Anoche, de hecho, el partido entre Atlético de Rafaela y Arsenal ya se jugó sin seguridad.