Piden que las escuelas para personas con discapacidad dejen de llamarse "especiales"
“Hablar de ‘especiales’ o ‘diferentes’ cuando nos referimos a una persona con discapacidad, es un eufemismo que no reconoce la diversidad, ya que al fin y al cabo, todos somos especiales o tenemos capacidades diferentes”, aseguró la autora del proyecto, la doctora Silvia Ciancio.
Piden que las escuelas para personas con discapacidad dejen de llamarse "especiales"
Lunes 2.8.2021
/
Última actualización 13:59
Una iniciativa que puede calificarse de “histórica”, fue presentada por la diputada provincial Silvia Ciancio en la cámara Baja, para terminar con la utilización de términos que son propios de otros tiempos. La legisladora, propone que las escuelas santafesinas donde asisten personas con discapacidad dejen de llamarse “especiales”.
“La forma en que nos expresamos define y difunde maneras de ver el mundo y de entender a las personas. Esto tiene consecuencias en el respeto de los derechos de esas personas, por eso es de vital importancia expresarnos correctamente y decir personas con discapacidad. Es entonces que propongo que las ‘Escuelas Especiales’ dejen de definirse así y que pasen a llamarse ‘Escuelas para Personas con Discapacidad’”, explicó en primer término.
Ciancio, que puso el proyecto en consideración de distintos profesionales, remarcó que utilizar el término de “especial” refuerza una imagen de las personas con discapacidad distorsionada, que quita los rasgos de individualidad y las percibe solo en relación a su discapacidad. “Al referirnos a una persona en particular, lo correcto es llamarla por su nombre, como a cualquier otro individuo. En caso de que debamos referirnos a la discapacidad, la expresión correcta es la de persona con discapacidad. En primer lugar, hablamos de las personas y en segundo término de la discapacidad como una de sus características”, valoró.
La presente ley tiene por objeto adaptar la nominación de las escuelas donde concurren personas con discapacidad a la normativa constitucional rectora en la materia, la Convención Internacional sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, incorporada a nuestra legislación interna mediante la Ley 26378. “Es hora de reconocer a las personas con discapacidad, como sujetos de derechos, sin uso de eufemismos. Entender a la discapacidad como parte de la condición humana, comprendiendo que la humanidad es diversa y dentro de esa diversidad se incluyen las personas con discapacidad”, aseguró.
Entre los fundamentos, la presidenta de la Comisión de Salud en Diputados, explica la importancia de difundir el reconocimiento de los derechos de las personas con discapacidad, promoviendo el uso de un lenguaje adecuado a las nuevas formas de trabajo e intervención. “Sobre todo, en relación a que aquellas que implican dirigirse al otro, entendiendo que son personas con discapacidad. No son ‘discapacitados’ ni ‘personas con capacidades diferentes’, ni ‘personas especiales’ por su condición de discapacidad. Esto implica también comprender la discapacidad como condición de salud y no como enfermedad”, se explayó Ciancio.
La médica, recordó que fue necesario anteponer la palabra persona para tomar conciencia de que nos referimos ante todo a una persona y su condición de discapacidad no puede eclipsarla o definirla. “Es persona, sujeto de derechos y obligaciones como cualquier otra”, indicó.
En esta línea de argumentos, sostuvo que los marcos normativos indicarán los nuevos rumbos que deberemos tomar para adecuarnos a los escenarios actuales de intervención, donde la discapacidad como categoría conceptual tiene una vasta historia. “La formación docente específica repensó su nombre y el modo de nombrar a las personas. Ya no tenemos carreras de ‘Maestra Especial’, sino que son Profesorados para Personas con Discapacidad. Es decir, las palabras siempre tienen un componente ideológico que reconocen o no lo hacen, y que en ese reconocimiento como sujeto como lo nombramos es determinante”, señaló.
“En estos vaivenes de la historia de los conceptos, se lograron consensos muy importantes, aún en un campo complejo como el de la discapacidad. Uno de ellos es el modo de nombrar o referir a otras y otros. Razón por la cual debemos realizar un trabajo colaborativo y de adecuación y revisión constantes sobre nuestros conceptos internalizados para deconstruirlos. Debemos repensar el significado de ‘discapacitado’ o de ‘capacidades diferentes’ para resignificarlos a la luz de las categorías consensuadas”, amplió.