En espejo. Así como la jueza electoral federal María Servini de Cubría reclamó que el personal de la repartición a su cargo sea vacunado, también en Santa Fe el Secretario Electoral provincial solicitó que los trabajadores de su área puedan recibir al menos la primera dosis contra el covid, antes de la realización de los próximos comicios.
La magistrada nacional contrajo el virus a los 84 años y esa situación personal la llevó a condicionar, incluso, el acto comicial a la vacunación. Se enojó, primero, porque recibió la dosis inicial pero le difirieron la segunda - "si me la hubieran dado, no estaría contagiada"-; y supeditó luego la celebración de los próximos comicios, a que su personal estuviese inoculado con las dos dosis. "Si no vacunan a todo el equipo, no se pueden hacer las PASO. No voy a exponerlos a que se enfermen, porque aquí no puedo hacer burbuja", alertó.
En Santa Fe, el Secretario Electoral Pablo Ayala también se contagió. Y según pudo saber este diario, son varios los casos confirmados o de aislados en dicha jurisdicción. Por ello, el 23 de marzo, remitió una nota a la propia ministra de Salud de la provincia, Sonia Martorano, en la que solicitó formalmente que el personal de su repartición "sea incluido en el plan de vacunación contra Covid, atento a las elecciones a desarrollarse en el corriente año". El escrito carece del determinismo que sí tuvieron las expresiones de Servini; Ayala no condiciona el proceso electoral a la vacunación, pero invoca una resolución del propio Ministerio de Gobierno – de dicha cartera depende la Secretaría Electoral- en la que se plantea que "las actividades, prestaciones y servicios propios del Ministerio son consideradas esenciales y no interrumpibles en la emergencia sanitaria". Sobre esa base, la nota a la que accedió El Litoral, plantea que deben ser considerados "como personal estratégico y esencial todos los agentes que se desempeñarán en la organización y ejecución de las distintas tareas a desarrollarse durante el proceso electoral 2021". Se trata de unos 40 trabajadores estables, aunque en épocas electorales, ese número llega a triplicarse y asciende prácticamente a 150. De ese total, seis personas pertenecen a grupos de riesgo, 8 son mayores de 60, y 136 están por debajo de esa edad. Ello obligaría, además, a contar con una suerte de "banco de suplentes" para suplir a los agentes que pudieran contagiarse o aislarse durante el proceso.
En la nota, se argumenta el pedido de vacunación frente a la "inminente convocatoria a comicios en el ámbito provincial durante el corriente año". "Como es sabido - sostiene el escrito-, este organismo tiene a su cargo la organización logística y administrativa de las tareas pre electorales y electorales, y para ello requiere la afectación presencial de personal en razón del cúmulo de actividades que deben realizarse rigurosamente en los plazos legalmente establecidos". En tal circunstancia, "la preservación de la salud en las condiciones actuales y la prevención de contagio mediante la vacunación contra la Covid del referido personal, resulta esencial para el correcto cumplimiento del derecho de la ciudadanía a la emisión del sufragio para la elección de sus representantes", se plantea.
Como se sabe, el gobernador Omar Perotti firmó el pasado viernes la convocatoria a elecciones para renovar 14 intendencias, concejos municipales y comisiones comunales en todas las localidades de la provincia. Serán simultáneas a las nacionales y si éstas se pospusiesen, Santa Fe adheriría a ese diferimiento. Según el decreto, las elecciones primarias deberían realizarse el 8 de agosto; y las generales, el 24 de octubre.
Según pudo saber El Litoral, la provincia seguirá en cuanto a su logística electoral, los parámetros que resuelva la Nación. De todos modos, algunos lineamientos ya comienzan a trascender. Por ejemplo, una de las intenciones es reducir en las grandes ciudades la cantidad de mesas habilitadas por cada centro de votación, para evitar concentraciones importantes de personas. Pero ello redundará, asimismo, en la afectación de más escuelas. De ese modo, se pasaría de trece o catorce urnas por escuela, a diez.
En cuanto a las autoridades de mesa, dos serán aportadas por Nación, y la restante por la provincia. A nivel local, ya se ha resuelto que serán convocados los docentes, esencialmente, porque ya fueron vacunados.