Miércoles 13.11.2019
/Última actualización 19:27
La futura gestión de Omar Perotti respondió a través del presidente del PJ, Ricardo Olivera, al gobernador Miguel Lifschitz, quien a comienzos de semana dijo que todo su gabinete estaba a disposición de la transición. En declaraciones a la prensa y en un posterior comunicado, Olivera le pidió al actual mandatario que “reflexione”, e insistió en advertir que mucha de la información solicitada a la actual administración aún no fue suministrada.
“La comisión que designó el gobernador electo, Omar Perotti, para que siga de cerca la transición no tiene toda la información solicitada. La documentación brindada por el gobierno de Lifschitz ha sido parcial; algunos aspectos se conocen y otros no”, planteó. En tal sentido, sostuvo que aún no saben “qué obras se están ejecutando y cuáles están presupuestadas. Algunas (obras) uno las ve en las propagandas, pero la preocupación pasa por cómo se van a pagar, sobre todo las que se han hecho a último momento. El 10 de diciembre veremos cuál es la situación real de los números en la provincia y a partir de allí se tomarán las decisiones respecto de los pagos y la continuidad de la obra pública”, expresó.
Olivera también se refirió al presupuesto provincial 2020, cuyo envío anunció días atrás el gobernador. “Lo lógico -dijo el dirigente del PJ- es que lo remita el gobierno que viene; que lo elabore el gobernador electo y sus equipos técnicos. Es infantil pensar que el gobernador que viene se tiene que manejar con números que define el gobernador o el gobierno que se va. Esto es condicionar mucho las políticas públicas, de seguridad, salud y educación”, aseveró. A su criterio, es elemental definir el presupuesto “en el marco de lo que establece la Nación; entonces, apresurarse a hacer el presupuesto ahora, en los próximos días, sin tener algunos indicadores macroeconómicos da a pensar que el proyecto que se está haciendo es poco serio”. Sobre esa base, bregó porque el gobernador “reflexione, se pueda llegar al acuerdo y esto pueda ser elaborado por el gobierno que viene”.
Mientras tanto, el equipo de Omar Perotti sigue con detenimiento la evolución de las finanzas en los últimos meses. Alertan que, según un análisis de la ejecución presupuestaria acumulada a septiembre del corriente año, “no se redujo el déficit y se mantuvo un comportamiento desigual de las variables, donde los recursos van por debajo del gasto y la inflación” (ver aparte). Ello, advirtieron, genera “disminución de disponibilidades y aumento de la deuda flotante”.
Ante ese escenario, plantearon que preocupa la manera en la que se financia ese resultado financiero negativo. “No existe otra forma de financiamiento del déficit que no sea la disminución de las disponibilidades o el incremento de la deuda flotante. Las disponibilidades -destacaron- han sufrido un deterioro importante en estos 9 meses y están en un valor mínimo; y todo lo que no se pueda atender por disminución de disponibilidades va a ir a formar parte de la deuda flotante”.
Los conceptos que conforman la deuda flotante son sueldos y aportes, contratistas, proveedores, gastos de funcionamiento de hospitales, gastos devengados a favor de municipios y comunas, gastos de orden social y en general, otro tipos de gastos que imputados al presupuesto no han sido cancelados. Sobre esa base, los referentes de Omar Perotti consideran que “garantizar que se paguen los sueldos no significa garantizar el normal funcionamiento del Estado. Porque la deuda flotante ha alcanzado valores muy altos y seguramente va a provocar la paralización de servicios u obras en el corto plazo”, insistieron. En tal sentido, volvieron a solicitar que “se asegure el normal funcionamiento de hospitales públicos, comedores, asistencia social y obra pública. Pero sobre todo, en la atención de la deuda con los municipios”.
Sobre la base de la ejecución presupuestaria acumulada a septiembre de 2019, la gestión entrante advierte que mientras la inflación acumulada según el Ipec fue del 53,5 por ciento, los ingresos corrientes crecieron un 44 por ciento, y los ingresos tributarios, un 42,1. En tanto, los gastos corrientes subieron un 52,2 por ciento, las remuneraciones un 49,2 por ciento, otros Gastos de Consumo un 53,6 por ciento, y un 48 por ciento los gastos de capital. El total de erogaciones registró un 51,7 de incremento en el citado período.