El Partido Justicialista de Santa Fe pidió hoy al gobierno del socialista Antonio Bonfatti que "se tomen inmediatas medidas", para "garantizar la seguridad y tranquilidad de todos los santafesinos", y acusó a las administraciones provincial y municipal de llevar a Rosario "a transformarse en el paradigma de una verdadera "narcópolis"".
Tras los sucesivos hechos de violencia ocurridos a lo largo del año pasado y los homicidios que tuvieron lugar en los últimos días en esta ciudad, el Consejo Ejecutivo del PJ santafesino difundió hoy un comunicado pidiendo un "verdadero plan de seguridad".
El texto "reclama y exige", tanto "al gobernador como a sus ministros, la urgencia de dar a conocer y poner en práctica un verdadero plan de seguridad, serio, claro y contundente, cuya efectividad tranquilice a todos los habitantes de la provincia de Santa Fe".
"Entendemos y afirmamos que el gobierno provincial es el que debe dar este primer y fundamental paso, para luego seguir gestionando ante a otros estamentos del Estado el cabal cumplimiento de estas obligaciones que hoy nos demanda la sociedad santafesina, que vive aterrorizada y llena de temor, sin saber nunca si podrá volver a su casa o con qué se encontrará al abrir su puerta", señala otro párrafo del extenso documento.
También afirma que "cada día seguimos esperando que el gobierno provincial reaccione de una vez de su letargo" para brindar seguridad a los santafesinos, atento a que "ya no es mucho el tiempo que resta para el último límite que no sólo está a un paso, sino también a la vista".
El crítico documento del Partido Justicialista de Santa Fe, que conduce el intendente de la localidad de Venado Tuerto, José Luis Freyre, señala que el crecimiento del "narcotráfico; la prostitución; los desarmaderos; la venta ilegal de motos; los asaltos a establecimientos rurales y la reducción de objetos robados" han llevado "a la ciudad de Rosario a transformarse en el paradigma de una verdadera "narcópolis"".
Así, recuerdan que la ciudad vive "una serie incontenible de asesinatos registrados sólo en los últimos días, además de exhibir un panorama geográfico que muestra a numerosos barrios rosarinos totalmente fuera de control, ante la perpleja mirada impotente del gobierno del Frente Progresista Cívico y Social".
Según el registro policial, en lo que va del año se produjeron 18 homicidios en Rosario, entre ellos el de una militante social del centro comunitario San Cayetano del barrio Ludueña.
También fueron baleados tres militantes del Movimiento Evita que desarrollan su actividad política en el barrio Nuevo Alberdi, donde esta madrugada fue asesinado de varios disparos un adolescente de 18 años que apareció muerto en el pasillo de un asentamiento.
Según el documento del PJ provincial, los santafesinos "se ven agobiados por la presente escalada delictiva sin precedentes, la cual pone en riesgo no sólo sus bienes personales sino también sus vidas y hasta sus propios proyectos de futuro".
"Un día Rosario cambió y pasó de ser la ciudad de Messi a transformarse en la ciudad de la vergüenza", señaló el Consejo Ejecutivo del Partido Justicialista de esta provincia.
En otro párrafo del documento, titulado "A un paso del último límite", los dirigentes justicialistas también recordaron la suspensión del clásico entre Rosario Central y Newell"s Old Boys programado para el domingo pasado, luego de que un sector de la barra "Leprosa" se enfrentara a tiros con la policía.
"Claro que los responsables tienen nombre, apellido y hasta color de camiseta. Ahora la Justicia tiene la obligación de desenmascararlos, pero necesita de la colaboración de los secretarios municipales, de los ministros de la provincia, de la intendenta (de Rosario), del gobernador y del Jefe de Policía. Todos deben asumir sus respectivas responsabilidades porque esto no da para más", dice el documento del PJ.
Télam